jueves, 22 de abril de 2010

Aído pretende llevar el feminismo radical a las relaciones laborales

Es algo muy habitual entre los progres pensar que determinados colectivos (minorías religiosas, inmigrantes, homosexuales, mujeres,...) son incapaces de valerse por sí mismos y de conseguir nada si no es estando bajo su tutela. Por desgracia, ya, en el país de chirigota que están diseñando Zapatero y sus progres, ciertas noticias no son motivo de sorpresa: Bibiana Aído, ministra de Igualdad, la ignorancia y el analfabetismo hechas persona, pretende llevar la ideología feminista radical a la reforma laboral que (supuestamente) están negociando el gobierno progre que padecemos junto con la patronal y los sindicatos subvencionados.

En una nueva ofensiva intervencionista y liberticida en el terreno empresarial, el documento de trabajo elaborado por el departamento ministerial que dirige el inefable Celestino Corbacho, incluye varias medidas para
obligar a los emprendedores a contratar mujeres, poniendo en un segundo plano la profesionalidad como factor clave para incorporar trabajadores a las compañías. Es de recordar que el Ministerio de Trabajo no es la primera vez que absorbe las peculiares teorías de Aído. Hace varias semanas, la Secretaria General de Empleo, Maravillas Rojo, hablaba del efecto positivo de la crisis económica, al haber conseguido que el paro masculino supere al femenino. Cada 22 de febrero, se convocan actos en los que lanzan mensajes propagandísticos con motivo de la celebración del "Día Europeo de la Igualdad Salarial", proclamándose la falacia de que las mujeres tienen sueldos inferiores a los de los hombres por el machismo imperante en la sociedad.

En concreto, esta totalitaria medida estaría destinada a los contratos en prácticas: si una empresa quiere contratar empleados en prácticas, deberá tener el mismo número de chicas que de chicos con una edad comprendida entre 21 y 24 años. Todo ello sin despedir a ningún trabajador, ya que el Ejecutivo prohíbe que los nuevos contratos de formación "conlleven efecto sustitución". Es decir, si contrata a un chico, forzosamente deberá contratar a una chica para no romper la paridad. Más aún, una vez que el trabajador supere el proceso de aprendizaje, el empresario tendrá una mayor bonificación del sector público si decide contratar a mujeres, desapareciendo incluso el criterio de paridad, siendo más barato contratar a una chica que a un chico.

Lo dicho: una chica joven parece ser que, para estos ingenieros sociales, es incapaz de conseguir un empleo, si no es forzando coactivamente al propietario de una empresa privada a contratarla. Según estos iluminados, si es un empresario masculino, su machismo (obviamente, si es un hombre, será machista, más aún en cuanto que, al no ser Zapatero y, peor, ser un emprendedor, no será ni rojo, ni utópico, ni feminista, ni justiciero de las mujeres) le llevará a no contratar a una mujer aunque esté mejor cualificada que un hombre, optando siempre, en ese caso, por el segundo. Parece una idiotez, pero es la peculiar ideología de estos sujetos, que impregna hasta la médula al gobierno más inepto, extraño y pintoresco que, no sólo España, sino Europa entera habrá conocido en décadas. Es el ideario, por ejemplo de Salgado, esa incompetente criatura, balbuceante en la tribuna del Congreso mientras defendía su proyecto de Presupuestos Generales,
quien achaca las críticas a su inutilidad al "machismo".
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1 comentario:

  1. La legislación laboral es una amalgama de estupideces y desaciertos sin sentido. En vez de premiar la validez y productividad se ensalzan falsos valores y viejas proclamas marxistas. Es hora de acabar con este estado de cosas. Las empresas no podemos seguir con esta legislación, nos está hundiendo en la miseria. Dicen que no toda la culpa de la crisis es de la legislación laboral: por supuesto que no. Pero que es una de las culpables es innegable y con "ideitas" como esta lo único que hacemos es empeorarla aún más.
    Es decir si ahora yo necesito a un trabajador y hago un proceso de selección para tal puesto y sólo tengo la posibilidad de cubrir un puesto con una persona ( con contrato en prácticas ) me están obligando a contratar a una mujer, porque si contrato a un hombre tendré que contratar también a una mujer, que no necesito ni puedo pagar. Absurdo y peligroso. Intervencionismo y más intervencionismo.
    Saludos.

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