domingo, 21 de febrero de 2010

Ley del Menor

Aunque probablemente la mujer que aparece en la fotografía no necesita (muy a su pesar) presentación, doy por hecho que tampoco le importará al lector que recordemos su nombre, pues mujeres como ésta (y no otras cuyá máxima consecución en la vida ha sido acostarse con un torero u operarse la nariz) sí merecen ser mencionadas constantemente, por su valor, entereza y constancia en la lucha de lo que ella (y tantos de nosotros) entiende por justicia. Es, amigos, Marimar Bermúdez, la madre de la malograda Sandra Palo, cuya vida se vio dolorosa y brutalmente interrumpida merced a la despiadada actitud de unas bestias inhumanas.

Yo, cada vez que la veo derramar lágrimas, no puedo evitar unirme a ella con las mías. Esta mujer luchadora tiene esa virtud: hacerme llegar su sufrimiento tan dentro, que acaba por conseguir que acompañe su llanto con el mío. Hoy, sin embargo, no la traigo hasta aquí para echar unas lágrimas, sino para echarle una mano en la pelea que, tras el asesinato de su hija, emprendió contra esa casta política que vive en un mundo virtual, lejos de éste que pisamos el común de los mortales y al resguardo, por tanto, de los peligros que nos acechan. Una casta política confianda en que a ellos no, y a sus hijos tampoco, les ocurrirá lo que a Sandra Palo. La burbuja en la que viven y, caso de romperse, los guardaespaldas que les protegen impedirán que sus niñas se topen con un Rafita.

Por eso, si tienes un hueco en tu blog, anima a la gente a acudir, a las cinco de la tarde, a la marcha de protesta que partirá de la plaza Mayor de Madrid el próximo sábado, 27 de febrero, y que recorrerá las calles de Bordadores y Arenal hasta alcanzar la Puerta del Sol, donde se leerá un manifiesto.

Si la cita te queda lejos..., aún puedes brindarle tu apoyo dándole tu firma para la Modificación de la Ley del Menor si pinchas aquí.

Gracias y saludos de

S. Cid


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