Conozco perfectamente el cuento genocida del socialismo: Los liberticidas empiezan vociferando ¡Viva el socialismo!, luego no dejan de repetir el lema de ¡Socialismo o muerte! (la frase favorita de Hugo Chávez o de los Castros) y algunos, los más descerebrados, incluso acaban empapados en sangre y alocadamente borrachos de sueño revolucionario, manifestando aberraciones como las del sanguinario Ernesto Che Guevara:
“No hace falta hacer muchas averiguaciones para fusilar a uno. Lo que hay que saber es si es necesario fusilarlo. Nada más. Debe dársele al reo la posibilidad de hacer sus descargos antes de fusilarlo. Esto quiere decir, entiéndeme bien, que siempre debe fusilarse al reo, sin importar cuáles hayan sido sus descargos. No hay que equivocarse en esto. Nuestra misión no consiste en dar garantías procesales a nadie, sino en hacer la revolución y debemos empezar por las garantías procesales mismas”
Continúo en mi bitácora: Lodicecincinato.tk
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