Ya decíamos que la enjundia de Zapatero era un mito, que ha caído vertiginosamente con el comienzo de año. Si alguna vez la tuvo, ni los propios que le auparon a la Presidencia del Gobierno, le reconocen. Está parapetado, a la defensiva absoluta, pasando sin pena ni gloria por la Presidencia Europea y fulminando a quien no sigue sus directrices.
Para colmo de sus males, el sostenido apoyo a regímenes fascistas y populacheros como los que representan Chávez, Castro, Morales o el impresentable Ortega, entre otros, le acaba de propinar una bofetada en todo el rostro, esta vez, para no variar, del “ogro rojo”. Suena a venganza por aquel directo al mentón que le propinase el propio Rey Juan Carlos con el célebre: “¿Por qué no te callas?
Que se haya expresado como suele no nos sorprende, ni nos damos por aludidos. Los españoles somos algo más que Chávez y Zapatero juntos. Esto es una “vendetta” particular entre ellos y ellos sabrán cómo mienten para disimular los estacazos que se meten, retransmitidos en directo.
Sí llama la atención que el incidente sea a causa de ETA. Hay tantos que mienten, que más vale creer en los hechos. La Audiencia Nacional halla indicios de asociación entre el Gobierno de Venezuela y destacados miembros de ETA, que incluso llegaron a figurar como funcionarios de aquél gobierno, e incluso conspiraron con las FARC para asesinar al Presidente electo de Colombia, Uribe. La orden de la Audiencia Nacional no ha sido defendida por el propio Gobierno, en un feo desprecio más, que no extraña, ya que para Zapatero, lo único importante es la obtención de votos. Callar las voces de su propio Ministerio de Justicia es una maniobra más para seguir apoyando a estos “Tiranobanderas” del cono sur.
Si Zapatero tuviera algo de lo que debe tener, esto es, cierto orgullo de pertenecer a su país, no hubiera reaccionado como lo ha hecho. Es bochornoso decir que se han pedido informaciones, en vez de explicaciones. Se ve que Zapatero tiene aún la nostalgia de aquél día en que inició su macabro juego de intentar acabar con ETA cediendo posiciones “políticas”. Ni siquiera los éxitos de su ministro del Interior, ni la postura de éste, enfrentada a Chávez, le han hecho salir a dar la cara.
Gesto de cobardía y pequeña talla política que es incompatible con un Presidente de Gobierno de España. Imagínense lo que pensarán de él en la Unión Europea. Que los tienen de Presidente. ¡Qué semestre! No podía ser de otra manera. No da ni una en ningún sector, ¿por qué la política exterior iba a ser diferente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario