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A Tomás Gómez no le gusta el derecho de autodefensa
Como en el caso de Caamaño y sus críticas a quienes defienden la apertura de un debate sobre la cadena perpetua, hoy su compañero de partido y secretario general del PSM ha vuelto a dejar claro que el "control de calidad democrática" en este país lo ponen ellos: si algo no le gusta al PSOE, es "antidemocrático". ¡Ea!
Todo tiene su origen en el escozor que han sentido los socialistas por unas declaraciones del presidente del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de Madrid, el profesor Jesús Neira, en las cuales contestaba a la secretaria de Políticas de Igualdad del Partido Socialista de Madrid (PSM), Carmen Toledano, quien había dicho de Neira que las "graves afirmaciones" realizadas por el profesor en su libro "España sin democracia", denotaban "una grave confusión mental y una falta de respeto a los más elementales principios democráticos y constitucionales", recordando al PSOE su larga historia de "barbaridades y asesinatos", así como que los representantes socialistas madrileños tenían que haber solicitado en su momento la dimisión del ex presidente del Gobierno, Felipe González, o la de "grandes criminales" como Rafael Vera y José Barrionuevo, relacionados con los GAL.
Ante esto, el susodicho Tomás Gómez, ha aprovechado lo afirmado por Neira, a la salida de su declaración, ante la juez de Instrucción número 4 de la localidad madrileña de Majadahonda, sobre la agresión que sufrió en agosto de 2008 a manos de Antonio Puerta a las puertas de un hotel de Majadahonda, a preguntas sobre si se ha sacado una licencia de armas, asegurando éste que "es una libertad a la que cualquier ciudadano tiene derecho" y respondiendo a la periodista que le inquiría que "no vendrá usted a decirme qué derechos tengo". Ha aprovechado para escenificar la pataleta socialista, claro, diciendo que "no me gusta la gente que lleva pistola" y que Neira no cree en los valores democráticos y no acepta la Constitución.
Hablando de aceptación de valores democráticos y constitucionales, a Tomás Gómez quizás no le vendría mal uno de los cursos sobre Derecho Constitucional americano que imparte Alfredo Valcárcel. En un sistema constitucional concebido a años luz del concepto de la misma que tiene este dirigente socialista madrileño, el de los padres fundadores de la democracia liberal estadounidense, a fines del siglo XVIII, enormes personajes como James Madison y Alexander Hamilton (ni los comparemos con el Tomás Gómez, por favor, no hay que incurrir en tamaña crueldad para éste último) introdujeron en los documentos fundacionales de la todavía joven nación el derecho a poseer y portar armas. Ellos sabían muy bien que el Estado que se apropia de la seguridad de sus ciudadanos puede terminar corrompiéndose y volviéndose contra los mismos ciudadanos. Aunque el respeto a la legalidad fuera un principio fundamental, a la vez, sabían que todo individuo debe estar siempre en condiciones de enfrentarse al Estado si éste viola sus derechos. La Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos dice literalmente: "Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho de las personas a poseer y portar armas", consagrando este derecho de todo individuo.
¿Quiénes han restringido siempre este derecho? Totalitarios de todo signo, fascistas, nazis o estalinistas. ¿Quiénes intentan ponerle trabas hoy día en los USA? La izquierda intervencionista injertada dentro del Partido Demócrata. ¿Genera el acceso libre a las armas genera más violencia y crimen en la sociedad? Miren las estadísticas sobre homicidios estado por estado y comprobarán dónde son más bajas: en aquellos donde no existen estas restricciones (¿existen acaso altísimas tasas de criminalidad en Suiza, donde hay libertad de armas?). La hiperprogre ciudad de Chicago es un paraiso para el delito. Los malos tienen fácil el acceso a las armas. Nosotros, los buenos, no, tenemos más difícil defendernos. No soy simplista ni maniqueo: los "malos" son quienes están dispuestos a atentar contra nuestra vida y contra nuestra propiedad, contra nuestros derechos, en definitiva. Una sociedad armada es una sociedad más libre. El derecho a portar armas salva vidas.
Aquí, por mi parte. que nadie se preocupe:
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Muchísimas gracias por el enlace caballero. Hace tiempo que le leo pero no comento porque no tengo cuenta de gmail y veo que aquí sí puedo. Ya que habla usted de las armas, si me lo permite, le dejo un enlace a mis dos artículos sobre la necesidad de tener una sociedad armada:
ResponderEliminarParte I:
http://liberalismodemocratico.wordpress.com/2008/11/18/madrid-no-es-misisipi-las-armas-y-el-asesinato-de-un-joven-madrileno/
Parte II:
http://liberalismodemocratico.wordpress.com/2008/11/20/en-defensa-de-las-armas-ii/
Saludos,
Alfredo
yo estoy con Neira por la sencilla razón de que todos los hijos de p..ya tienen todos la suya...
ResponderEliminarhttp://blog-superferolitico.blogspot.com
Lo de Matas, lo de Neira y más
Saludos