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sábado, 12 de mayo de 2012

Baltasar Garzón o lo que no debe ser un juez




Baltasar Garzón ha sido un juez vanidoso que ha instruido telediarios en lugar de sumarios. La actuación perversa de Garzón es reprochable, no sólo por ser delictiva sino por la imagen negativa que ha ofrecido con respecto a la  imparcialidad de la justicia. El ambicioso juez también ha sido un juguete desechable del Poder. Un poder del Estado en manos de una casta política abyecta que desprecia todo lo que implique separación de poderes.

El juez Garzón, que no es digno de ser juez,  ha sabido vender su mercancía defectuosa a los zopencos marxistoides españoles e incluso a algún que otro maricomplejín pepero. Garzón ha sido considerado siempre como el niño bonito de la izquierda progre y de la no tan progre, como esa que lidera un tal Cayo desde su tractor “ Made  in URSS”.

Recordemos como en el año 1993, después de investigar el caso de los GAL  (http://lodicecincinato.blogspot.com/2010/08/gal.html) o Grupos Antiterroristas de Liberación, acompañó a Felipe González como número 2 en la lista electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Garzón tenía afán de ser ministro, incluso a las órdenes del máximo responsable de un gobierno que practicó el terrorismo de Estado y que el propio juez Garzón había investigado. Recordemos cómo, tras la victoria en las urnas, Felipe González no le hizo ministro y de cómo Garzón se apartó furibundo de la política,  volvió a su juzgado y sacó del cajón el sumario del caso GAL que había guardado antes de su corta carrera política; reiniciando el proceso judicial pendiente que finalizó con el Ministro de Interior del PSOE entre rejas. Así Garzón dejó claro que desde ese momento, Felipe González comería de su mano, siempre con la amenaza de poder meter en prisión a un tal “Mister X”.

Garzón, siempre movido por el resentimiento,  encarna como nadie todos los males que aquejan a la justicia española. Sea por su paso sectario por la política, o sea por el caso Gürtel, donde ordenó ilegalmente escuchas a los abogados de los acusados. Sobre éste último caso, nada mejor que la sentencia que nos aclara por completo la ideología enquistada en el cerebro de Garzón. He aquí un extracto:


T R I B U N A L S U P R E M O
Sala de lo Penal
SENTENCIA
Sentencia Nº: 79/2012

En la Villa de Madrid, a nueve de Febrero de dos mil doce. Visto en juicio oral y público y en única instancia la presente Causa Especial número 20716/2009, tramitada por el procedimiento Abreviado y seguida ante esta Sala por delito continuado de prevaricación judicial y delito cometido por funcionario público de uso de artificios de escucha y grabación, con violación de las garantías constitucionales del art. 536, párrafo 1º, del Código Penal, contra el acusado D. Baltasar Garzón Real, titular del D.N.I. número 26.182.037-X, nacido en Torres (Jaén) el 26 de octubre de 1.955, hijo de Ildefonso y de María, y con domicilio profesional en Madrid….,  de profesión Magistrado


“……. En el caso, el acusado causó con su resolución una drástica e injustificada reducción del derecho de defensa y demás derechos afectados anejos al mismo, o con otras palabras, como se dijo ya por el instructor, una laminación de esos derechos, situando la concreta actuación jurisdiccional que protagonizó, y si se admitiera siquiera como discutible, colocando a todo el proceso penal español, teóricamente dotado de las garantías constitucionales y legales propias de un Estado de Derecho contemporáneo, al nivel de sistemas políticos y procesales característicos de tiempos ya superados desde la consagración y aceptación generalizada del proceso penal liberal moderno, admitiendo prácticas que en los tiempos actuales solo se encuentran en los regímenes totalitarios en los que todo se considera válido para obtener la información que interesa, o se supone que interesa, al Estado,  rescindiendo de las mínimas garantías efectivas para los ciudadanos y convirtiendo de esta forma las previsiones constitucionales y legales sobre el particular en meras proclamaciones vacías de contenido….”.

FALLO

Debemos condenar y condenamos al acusado Baltasar Garzón Real como autor responsable de un delito de prevaricación del artículo 446.3º, en  concurso aparente de normas (artículo 8.3) con un delito del artículo 536, párrafo  rimero, todos del Código Penal…








Tampoco debemos olvidar su “causa general contra el franquismo”, mientras la ciudadanía contemplaba cómo a Garzón se les escapaban los narcotraficantes por no ocuparse judicialmente de ellos. Y digo yo ¿Cómo es posible que una nación próspera, como era España, se hundiera en la miseria y el desempleo mientras los culpables buscaban en las fosas de una guerra pasada, absurda y fratricida, las pruebas de su fracaso? Además, a los tipos sectarios como Garzón no le gusta reconocer que bastantes descendientes de víctimas de la guerra civil se han presentado en oficinas públicas para buscar datos de sus padres o abuelos desaparecidos, comprobando que únicamente estaban disponibles los datos de aquellos desaparecidos que les interesaban a quienes gobernaban. O sea, unas fosas se abren y en otras se echa más tierra. Garzón: ¿Esa es la verdad que persigues? ¿Eso es lo creías que tenías que hacer, sin atender ideologías, Tal como afirmaste cuando te procesaban en el Tribunal Supremo por prevaricación?

Para colmo un grupo de amigos del juez prevaricador, animados por el decano de los jueces centrales de instrucción de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, tomaron la iniciativa de recoger firmas para proponer al ministro de Justicia que solicitara la concesión para Garzón de la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, distinción creada por el Generalísimo Franco el 23 de enero de 1944 y destinada a aquellas personas que hayan contraído “relevantes méritos” en el servicio a la Justicia. Es decir, un reo como Garzón recompensado con la máxima condecoración existente en el mundo del Derecho español en virtud de su “extraordinaria” aportación del totalitarismo aplicado a la justicia.

Muchos en España comentan que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) son cuatro palabras y cuatro mentiras. Entre las últimas proezas del CGPJ fue  archivar la causa contra Garzón por no comunicar, como era su obligación, el dinero, que según el ha argumentado, cobró de la Universidad de Nueva York. Puede que contablemente fuera así, pero los documentos que el Banco de Santander aportó al Tribunal Supremo demuestran que (“Querido Emilio” para el juez, según las cartas que mandaba al banquero) fue él quien personalmente solicitó esos fondos al banquero Sr. Botín.

El Consejo General del Poder Judicial no castigó la falta "muy grave" cometida por Garzón de "faltar a la verdad en la solicitud de obtención de permisos, autorizaciones, declaraciones de compatibilidad, dietas y ayudas económicas", de esta forma el CGPJ, esas cuatro letras y cuatro mentiras,  enfangó de nuevo el escaso prestigio que le quedaba a la Institución, cuyos miembros sumisos se arrastran a los pies de la casta política que les nombra.

No olvidemos como Garzón, durante su estancia en Nueva York, compartió mesa y mantel con un directivo del Banco de Santander y de cómo el juez prevaricador solicitó, como juez de la Audiencia Nacional y en un sobre con membrete de la Audiencia Nacional, financiación al banquero Botín (“...Querido Emilio…”) para organizar un par de cursos con la idea de enseñar derecho al pueblo norteamericano. ¿Qué paradoja? Un juez totalitario enseñando justicia a la nación más libre del mundo. La suma total que se embolsó el juez fue de 302.000 dólares. Hasta ahí, no se puede objetar nada ni es censurable puesto que la mayoría de las grandes empresas financian cosas que se apartan de su negocio. Eso es lo que se denomina mecenazgo. No es algo objetable en sí mismo. Lo asqueroso y nauseabundo de todo esto es que cuando el juez regresó a España a retomar su descuidado trabajo en la Audiencia Nacional,  recibió una querella contra Botín y otros 21 consejeros del banco ¿Y qué hizo Garzón?, pues archivarla sin abstenerse, como era su obligación porque la Ley Orgánica del Poder Judicial considera una falta muy grave la inobservancia del deber de abstención a sabiendas de que concurre en alguna de las causas legalmente previstas. En el momento de conocerse que el Banco Santander había sufragado  los cursos de  Garzón éste alegó que no había "ninguna relación directa ni indirecta con la entidad, ni de carácter económico ni de otro tipo", lo que constituye una falsedad manifiesta.

Pero esto no es todo, entre otras fechorías del Juez Garzón está la de  retirar a la Guardia Civil de las investigaciones del caso Faisán (el del chivatazo policial a los etarras) una vez que los agentes le emplazaron a investigar las llamadas, del día del soplo, entre el comisario jefe de la Brigada Provincial de Información, Manuel Risco, con el partido socialista, y de ahí a la Presidencia del Gobierno.





























¿La intención de dar satisfacción a unos denunciantes puede justificar la persecución de unos delitos prescritos y con sus presuntos autores ya fallecidos, como hecho más que notorio en especial respecto de algunos de ellos como en el caso del General Franco, contra el que también se incoa desde un principio la causa?

La Justicia deja de ser Justicia cuando un togado realiza "interpretaciones alternativas" a la legislación vigente; en este caso realizadas por un exjuez que se ha creído “Sumo Hacedor” y cuyo final, como todos los que  han experimentado dicho trance, será la paranoia progresiva. Demencia que surgirá en el momento en que empiece a percatarse de que era un simple mortal. Sin embargo, El Tribunal Supremo absuelve al exjuez Baltasar Garzón, pese a sus pseudodivinidades despóticas cuando imparte justicia.

En la resolución el Tribunal entiende que Garzón interpretó de forma equivocada la Ley. Pero esa errónea aplicación del derecho no alcanza, para los “supremos”, la nota característica del delito de prevaricación; de manera que, aunque errónea, no es prevaricadora.

Todos sabemos que hubo una intención perversa de Garzón, totalmente politizada y maniquea. El exjuez era totalmente consciente de que carecía de competencia para investigar los crímenes del franquismo y de que no existían hechos con relevancia penal que justificaran la apertura de la causa, desdeñando deliberadamente la Ley de Amnistía de 1977.

El alto tribunal pone fin así al último proceso que tenía pendiente contra el exjuez de la Audiencia Nacional, a quien, con pusilanimidad y misericordia, condenó recientemente a unos años de inhabilitación por intervenir las descaradas y totalitarias escuchas entre abogado y cliente de la trama Gürtel. El Supremo, considerando que la inhabilitación ya era suficiente condena para un “Sumo Hacedor”, también archivó por prescripción, haciendo un insólito juego de malabarismo judicial, la causa por los supuestos cobros de la Universidad de Nueva York.




La Sentencia del Tribunal Supremo sobre la causa del franquismo la podéis leer en el siguiente enlace:

http://lodicecincinato.blogspot.com/2012/03/sentencia-del-tribunal-supremo-sobre-la_03.html


Para finalizar la entrada,  he aquí los argumentos que prueban la poca imparcialidad del juez Baltasar Garzón. Lo que expongo a continuación puede producir náuseas a todos aquellos que creen en el Estado de Derecho y la separación de poderes, algo tan necesario para que una democracia sea simplemente eso, una democracia:

En 1993 el magistrado dejaba la Audiencia Nacional para concurrir en la lista de Felipe González en las elecciones que se celebrarían el 6 de junio de ese mismo año. La llegada de Garzón al PSOE la fraguó su amigo, entonces y ahora, José Bono. La historia comienza el 27 de febrero en la finca de los Quintos de Mora, Los Yébenes (Toledo) –propiedad de Patrimonio y utilizada para agasajar a personalidades extranjeras– donde Bono, entonces presidente socialista de Castilla-La Mancha, organizó el encuentro en el que Garzón y Felipe González acordaron que el juez sería el número dos del PSOE en las elecciones.

Y es que la historia de Garzón y el PSOE aparece siempre ligada a lujosas fincas. Muchos años después, en febrero de 2009, el juez de la Audiencia Nacional protagonizaba un nuevo escándalo por una cacería y fin de semana –en una finca privada de más de 600 hectáreas llamada Cabeza Prieta, situada en Torres (Jaén), pueblo natal del magistrado– compartido con el entonces ministro socialista de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, en plena instrucción del Caso Gürtel, contra cargos del Partido Popular (PP). El paralelismo entre ambos personajes es inevitable. Bermejo, que acabaría dimitiendo, era fiscal antes de ser nombrado ministro y tenía muy claro esto de las ‘ideologías’ en la Justicia. Entre 1992 y 2003, fue fiscal jefe del TSJ de Madrid y dejó claro su sectarismo con una frase lapidaria que ya ha pasado a la historia: "Soy de izquierdas y como tal actúo".

Días después de la célebre cacería, en la que también participó el excomisario de la Policía Judicial, Juan Antonio García, el PP presentó una recusación contra el juez, por su evidente animadversión a este partido, o a "la derecha", como le gusta decir al juez.

Volviendo a 1993, Garzón tomó parte muy activa en la campaña electoral del PSOE. Una campaña socialista recordada por el famoso vídeo del Dóberman. Un rápido vistazo a las hemerotecas de aquel año, permite reunir alguna de las perlas de Garzón, que bien podrían haber figurado en el anexo al escrito de recusación que presentó el PP.

Garzón se preguntó: "si el país va bien con la presidencia de Felipe González, ¿por qué cambiar de patrón cuando sospechamos que Aznar no lo hará tan bien?". "No quiero alarmar gritando que viene la derecha pero no sé si bajo la piel de oveja hay lobos (…) alguno ya enseñó la patita cuando se anunció mi candidatura, y si hay algún lobo, seguro que bailaremos con ellos".

Garzón acusa a los dirigentes del PP de decir "mentiras" y de interesarle "que nos callemos". Garzón resaltó que "estas personas de la derecha están soñando con un mundo al revés y dicen palabras vanas y vacías que se las lleva el viento". Después de decir que "la intolerancia se ha apoderado de la derecha", se refirió a Aznar, como "ese señor que encabeza la derecha va a deshacerlo todo porque dice que todo está mal". Por ello, Garzón pidió el voto para el PSOE, porque estas elecciones se presentan "reñidas" y "tiene que quedar claro que no gane la derecha", ya que no tiene programa y, si lo tiene, "no se atreven a decirlo".

En Talavera de la Reina. Garzón respondió a las críticas de "algún dirigente del PP" al afirmar que era "el mudo de los hermanos Marx". Su respuesta fue: "Prefiero ser mudo y vivir en el mundo de los hermanos Marx que vivir en el mundo de Drácula". En ese mismo mitin, y a petición de un grupo de jóvenes socialistas de Castilla-La Mancha, Garzón eligió una metáfora taurina para augurar el triunfo de los socialistas: "Los pases más hondos se dan con la izquierda y en el centro del anillo".

Animó a votar PSOE, porque "no estamos en una España ni dormida ni corrupta, está viva. Por el destierro de los corruptos, ya están doblando las campanas". "Si agrupamos los votos, les vamos a dar un meneo que se van a enterar" y agregó que si se concentra el voto de progreso "vamos a ganar de calle".

Garzón pidió que se deje "a la derecha continuar en la oposición esperando a aprender cómo se gobierna. Ya ha ejercitado la santa indignación, ahora que ejercite la santa paciencia". En referencia al PP añadió: "Quienes dinamitaron la UCD quieren ahora que un rayo parta en dos al único árbol centenario de esta democracia". En su peculiar defensa de la "regeneración" de la vida política española, dijo que "los intolerantes han enlodado el adjetivo, secuestrado el verbo, y ahora vienen por el sujeto". El próximo día 6 "hay que votar por derecho pero no por la derecha", decía el candidato socialista Garzón y "merece la pena dejar de ser neutral sin perder la independencia y sumarse a una idea de futuro". "Yo he elegido la opción del futuro, que es la del PSOE y la de Felipe González".

Pero no sólo en la campaña del Dóberman Garzón evacuó su odio hacia el PP. Diez años después, el 6 de abril de 2003, y ya de regreso en la Audiencia Nacional, el juez, junto a su hija, fue el encargado de leer el manifiesto que cerró un concierto organizado por los del "No a la guerra". No hace falta recordar los lemas y cánticos contra el PP de esas manifestaciones en las que Garzón actuaba como estrella invitada. Lo más suave que se llamaba a los miembros del PP era “asesinos”.

El 15 de diciembre de 2005, en  el restaurante español Solera, situado en Nueva York, muy cerca de Central Park, aconteció la cena pagada por Baltasar Garzón, con cargo a los cursos patrocinados por el Banco Santander. El juez gastó 4.575 dólares. Allí compartieron tapas y Ribera del Duero 25 comensales, entre los que se encontraban el ex presidente de México Ernesto Zedillo, el ex secretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger, el embajador español Javier Ruipérez y, como invitado estrella, el ex presidente del Gobierno Felipe González. El juez enterraba así el hacha de guerra con quien en 1994 había puesto freno a sus aspiraciones políticas y al que posteriormente señaló como el máximo responsable -la X- de los GAL.

La cena, se celebró y en ella se consumieron 27 botellas de vino para los 25 comensales presentes en tan animada velada. La factura es una de las pruebas que el Centro Rey Juan Carlos de Nueva York envió al Tribunal Supremo para justificar el “generoso patrocinio del Banco Santander, por el que siempre estaremos muy agradecidos”. Y es que, el Banco Santander, entre los años 2005 y 2006, hizo una donación de 327.000 dólares al Centro después que Garzón solicitara dicha cantidad al presidente de la entidad bancaria, Emilio Botín (“..Querido Emilio…”). A pesar de esta información, y de considerar acreditado el delito de cohecho impropio, el juez Marchena decidió archivar la causa, aceptando por primera vez la prescripción como causa de extinción de responsabilidad penal.


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http://lodicecincinato.blogspot.com/2010/07/aquel-18-de-julio-no-solo-franco.html





sábado, 13 de agosto de 2011

20N o el día en el que muere gente deseable e indeseable






El 20N o 20 de noviembre no es sólo una fecha peculiar buscada perversamente por el iluminado del Palacio de la Moncloa, con la intención de que los liberticidas marxistoides más casposos, rancios, sectarios y radicales pierdan el culo y voten, en manada, contra la “Reacción” de la mitad de la ciudadanía española. El 20N es la fecha más apropiada para que esos ciudadanos reaccionarios reflexionen sobre cómo defender el futuro de sus hijos, su libertad, su trabajo, su propiedad privada y, sobre todo, su vida que es la propiedad privada más sagrada que tiene una persona.


El 20N es una fecha particular y no porque muriesen dos socialistas de derechas, como lo fueron Francisco Franco o José Antonio Primo de Rivera, sino porque muchos mediocres liberticidas marxistoides ignoran que también, un 20N, fue el día en el que falleció un socialista de izquierdas llamado Buenaventura.

Buenaventura Durruti espichó a las cuatro de la mañana del 20 de noviembre de 1936, en el Hotel Ritz de Madrid. Un hotel suntuoso de los que tanto gusta disfrutar a los genuinos comunistas que hacen lo imposible para que el pueblo llano nunca tenga esa posibilidad.

El 20N no debería ser una fecha recordada por la muerte de Franco; sino porque murió Buenaventura Durruti, un tipo que se afilió a la Unión de Metalúrgicos, una asociación socialista adscrita al sindicato liberticida Unión General de Trabajadores, pero que pronto la dejó porque la consideraba muy moderada. Un tipo que participó en la huelga general revolucionaria de 1917 como militante del sindicato revolucionario UGT, del que sería expulsado por defender posiciones demasiado revolucionarias.

Buenaventura Durruti era un tipo que, después de atracar algunos bancos, se integró en el sector faísta, próximo a la FAI el cual , según el propio Durruti, debería ser beligerante con la moderada, en su opinión, II República Española. Sí, esa República de ensueño controlada despóticamente por el famoso Frente Popular que era una coalición sectaria de base marxista integrada, mayormente, por masones, nacionalistas racistas, matacuras y amantes de la propiedad ajena.

Los más ancianos recuerdan que por donde pasaba la famosa Columna Durruti se abolía todo tipo de propiedad privada, las tierras eran expropiadas y colectivizadas, se dejaba sin efecto el derecho de herencia y se instauraba el comunismo libertario que, como todos sabemos, sólo puede funcionar con máquinas, pero no con seres humanos . Y al que osara discrepar con el fondo y las formas de D. Buenaventura ¡matarilerile, matarilerilelon!.

La historia de España podría haber sido diferente en caso de que durante todos los 20N de más de 3 décadas, en lugar de acaudillar a los españoles Francisco Franco, los hubiera acaudillado Buenaventura Durruti. Eso sí, siempre que hubiera obtenido el beneplácito de los agentes comunistas enviados a España por el sátrapa Stalin.

La diferencia entre las dictaduras socialistas de derechas y las socialistas de izquierdas, es que de las primeras se sale de forma pacífica restaurándose la democracia; y de las segundas nunca se sale salvo que se desplome el muro que retiene, en la miseria y la desesperanza, a toda una nación.

El Muro de Berlín también murió un mes de Noviembre pisoteado por masas de berlineses del este desesperados por contemplar los escaparates repletos de comida del Berlín oeste. Esto fue posible porque, víctima de un lapsus, quien dirigía en aquel momento la pesadilla totalitaria dejó de aplicar, durante una jornada, el terror de Estado contra sus ciudadanos. Un terror de Estado que daba solidez y vigor al maldito muro de la vergüenza. Un muro que comenzó a levantarse el 13 de agosto de 1961 y desde ese día hasta su desplome, en noviembre de 1989, marcó, con la sangre de algunos berlineses tanto simbólica como físicamente, la frontera entre dos mundos opuestos, entre dos concepciones de la vida muy alejadas: la de la economía de mercado y la Libertad, en un extremo, y la del socialismo y la esclavitud en el otro. La línea divisoria entre la esperanza y su ausencia.

El robusto muro que dividía la ciudad de Berlín no fue la única barrera que levantó el casposo socialismo marxistoide en el siglo pasado, con la intención de blindarse y perpetuarse. En todos los lugares dónde sembró su perversa semilla se alzaron otros muros invisibles, pero igual de crueles; detrás de los cuales se encarcelaba, torturaba y asesinaba a millones de desgraciados que no querían comulgar con la rueda de molino del socialismo.

Sin la persecución política y un aparato policial gigantesco, los muros del socialismo nunca pueden sostenerse.


http://www.goear.com/listen/6699a7f/20n-wwwlodicecincinatotk




martes, 1 de junio de 2010

Los fantasmas de la guerra


Los mediocres aborregados por las consignas o los liberticidas perversos que redactan las mismas suelen afirmar con simplismo falaz y estúpido que la guerra civil española de 1936 fue el resultado de una rebelión de los fascistas contra los demócratas.
Es obvio que en dicho año, en España, los demócratas y la democracia brillaban por su ausencia. Un ejemplo fueron los milicianos del Frente Popular que no luchaban por la democracia, sino para instaurar la dictadura del proletariado al estilo soviético con la falsa justificación de la injusticia social ¿Qué justicia ha existido en los fracasados países comunistas del siglo XX?.

Durante la II República española se fraguaron una amalgama de intereses espurios plasmados en ideologías totalitarias que ahogarían la Libertad y la prosperidad de los españoles empujándolos a un futuro muy oscuro.

La Guerra Civil derivó de un calamitoso fracaso colectivo del pueblo español que fue víctima de una casta política donde abundaban los obtusos, los loquinarios, los botarates, los corruptos y los maricomplejines; una clase política conformada por gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta, donde chapoteaban tipejos insufribles por su inepcia, injusticia, mezquindad o tontería. Gentuza que concebían el presente y el porvenir de España según se lo dictaba el interés personal y que practicaban una política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta.

Los españoles del siglo XXI tenemos que luchar por acabar con la miseria política que supuso el enfrentamiento de las dos Españas. Debemos luchar por defender las libertades, el respeto a la vida y el derecho a prosperar como nación. Debemos deshacernos de una casta política manirrota que hoy medra en el poder y en la oposición; una cuadrilla de parásitos amantes de un Estado intervencionista y despótico que se parecen mucho a esos tipejos que nos empujaron a la guerra civil en el siglo pasado. Debemos construir una nación libre que acoja a todos los españoles salvo a los que pretendan imponer sus ideologías casposas y obsoletas a través de la demagogia o la violencia.

La memoria histórica no debe utilizarse para reabrir fosas del odio e intolerancia cuyos cadáveres putrefactos algunos malnacidos aprovechan para construir sus barricadas, sino para reflexionar, rectificar y aprender de nuestros errores con el propósito de no volver a repetir otra aberración histórica.


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NOTA: En la fotografía aparecen algunos de los sectarios liberticidas que se reunieron en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense donde expusieron su discurso totalitario entre banderas anticonstitucionales de la II República y gritos amenazantes de "no pasarán". De Izquierda a derecha, Carlos Jiménez Villarejo (exfiscal franquista que mamó de la teta de la dictadura de Franco), Carlos Berzosa (el anfitrión del evento casposo), Gaspar Llamazares (médico castrista), Ignacio Fernández Toxo (sindicalista que parasita al contribuyente), Cándido Méndez (otro sindicalista que parasita al contribuyente), Pedro Zerolo (un fanático del día del orgullo Gay pero que no defiende en Irán, con tanta intensidad, su apreciada Alianza de Civilizaciones o el respeto a los homosexuales) y Gaspar Zarrías (Secretario de Estado, segundo por la derecha, que fue allí en representación del gobierno de Zapatero cuya mayoría de miembros y simpatizantes, antifranquistas retrospectivos, también han mamado impasibles la teta de la dictadura en su boyante juventud gracias a que sus padres lamían plácidamente el culo del Caudillo).


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sábado, 22 de mayo de 2010

La próxima guerra civil española será inevitable porque aún hay gente que ama la Libertad.


La especialidad del prototipo del militante socialista de derechas es estar en Babia. Suelen ser gente muy educada y modosita, por lo que no son propensos a utilizar la demagogia y la cachiporra como técnica de acoso político. Se trata de personas inconscientes de la magnitud del envite político y, debido a su inane centrismo, son incapaces de defenderse cuando les califican de franquistas, fascistas, criminales o delincuentes políticos.

También algunos de sus líderes que, como todos sabemos no son elegidos democráticamente por las bases del partido, son algo corruptos. Incluso son capaces de corromperse por 4 trapos o la financiación de la comunión de sus hijos, así son de cutres y gilipollas. Lo que ocurre es que su corrupción parece mayor porque sus primos socialistas de izquierdas tienen de su lado a superjueces (que más que instruir sumarios instruyen telediarios) y muchas televisiones, radios y periódicos a su servicio para estar machacándoles continuamente. Los más dañinos son esos panfletos en formato prensa que reparten gratuitamente a diario en centros de trabajo y en medios de transporte de masas; panfletos plagados de consignas que constituyen la primera información que digiere por la mañana la clase trabajadora cuando aún mantiene su mente descansada y, por tanto, muy receptiva.

Los socialistas de derechas son poco avispados y más memos que sus primos socialistas de izquierdas, aunque no para sacar oposiciones estudiando, que en esto le dan siete vueltas a los socialistas de izquierdas acostumbrados al concurso “colocao por toa la cara” sin oposición, o sea, a conseguir puestos públicos a dedo para la familia, amiguetes y soplapoyas varios. ¡Pregunten en Andalucía que es la tierra modelo del pelotazo!.

Los militantes socialistas de derechas nunca dan chivatazos a los terroristas faisaneros para que huyan de la justicia cuando “la jugada conviene” porque les crucificarían; en cambio a los militantes socialistas de izquierdas se les perdona todo.

El prototipo de militante socialista de izquierda le va eso de la superioridad moral aunque la mayoría se ahoguen en la mediocridad. Así, gruñen de vez en cuando a los buenistas del PARTIDO POPULAR llamándoles "ultrasfascistasneoconderechona"; o apedrean sus sedes vociferando "asesinos"; o incluso llegan a espiar a ciudadanos y empresarios honestos pero molestos para los intereses de partido financiándolo con el dinero del contribuyente. Sin olvidar también que, si es preciso, llegan a asesinar utilizando recursos del Estado como hicieron en el caso GAL.

Los militantes y simpatizantes del PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL y su comparsa de aliados políticos tienen muy claro que cuando acusan de "extrema derecha" a los del PARTIDO POPULAR éstos nunca saben dónde meterse e intentan balbuceantes demostrar lo contrario sin dejar de ser políticamente correctos a la vez que piden perdón por existir. Saben que los del PARTIDO POPULAR no tienen agallas y por eso les atizan una y otra vez. ¡Vamos, que además de cornudos, apaleados!.

Recordemos como detuvieron sin motivo a miembros del PARTIDO POPULAR en una manifestación por el hecho de ser militantes de ese partido político; o recordemos aquellas imágenes que nos mostraron en los telediarios de como algunos policías, haciendo el juego al PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, esposaron a dos militantes del PP, ambos de la mano derecha para que tropezaran con facilidad delante de las cámaras como “sucios delincuentes”.

Los ciudadanos que aún conserven su sentido común no sólo deberían apretarse los machos, sino exigir una purga de la corrupta clase política y desterrar las ideologías obsoletas y totalitarias que, como el cáncer lo invade todo. También deben guiarse y ser coherentes con los principios que hacen prósperas y libres a las sociedades para que esos machos no se conviertan en pelotas de gomaespuma.

El panorama al que nos enfrentamos es muy deprimente y quizás deberíamos simplemente dejar que aquellos que han asumido la responsabilidad de hacer girar esta gran rueda corran el riesgo de ser aplastados por ella. No obstante podría suceder que, en esa rotación, todos nos viéramos aplastados sin remedio.

Con engendros como la politización de la justicia y la educación, la decadencia democrática, la expoliación de las rentas de los trabajadores, el intervencionismo liberticida, el genocidio abortista o los insolidarios, despilfarradores y liberticidas estatutos autonómicos hay que emplearse al 100% aunque sólo sea para que las generaciones del futuro recuerden que, a principios del siglo XXI, aún quedaba en España gente con decencia. Gente honesta que amaba la Libertad. Gente bizarra que luchó, con los pocos medios que disponían, contra los traidores de derechas y de izquierdas que arruinaron y despedazaron España.



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