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domingo, 8 de agosto de 2010

Friedman Day


Esta entrada es, en parte, una republicación de otra anterior, de hace más o menos un año, solo que con algo más de información añadida.

El 31 de julio se cumplieron 98 años del nacimiento de Milton Friedman. La fecha reconozco que se me ha pasado, con tantas cosas de que hablar, pero, como siempre, nunca es tarde para recordarla y hablar un poco del gran economista norteamericano.

Nacido en Nueva York el 31 de julio de 1912, es el más conocido economista de la
Escuela de Chicago y uno de los más activos defensores del libre mercado gracias, especialmente, a su libro y serie de documentales "Libertad para elegir", en los que defendía la libertad económica de fotrma muy sencilla de leer para cualquiera. Monetarista "de toda la vida", se opuso al keynesianismo en el momento de máximo apogeo de éste, en los años cincuenta y sesenta. Recibió el Premio Nobel por sus análisis del consumo, historia y teoría monetaria.

Destacó en sus estudios secundarios, especialmente en las matemáticas, razón por la cual pudo escoger donde estudiar, pese a ser de origen humilde. Tras estudiar matemáticas en la Universidad de Rutgers, para su graduación, pensó como sus principales opciones la Universidad de Chicago, centro de la teoría económica conservadora, y a la Universidad de Columbia, centro del empirismo económico. Friedman se decidió por Chicago ya que pensaba que la diferencia entre la búsqueda de los hechos y la búsqueda de las teorías era más aparente que real. El objetivo final de la teoría es explicar integralmente los fenómenos observados para así hacer predicciones válidas sobre fenómenos todavía no observados. La recolección de datos, su ordenamiento y extracción de conclusiones empíricas son entonces tan importantes como la teoría económica. La idea de Friedman fue construir un sistema de generalizaciones que pudiera usarse para hacer predicciones correctas sobre las consecuencias de cualquier cambio de las circunstancias. Su desempeño debe juzgarse por la precisión, el alcance y la conformidad con la experiencia de las predicciones que produce, es decir, para él, la economía era éticamente neutra, una ciencia objetiva, en el mismo sentido que cualquiera de las ciencias físicas. Para este método, el mercado haría las veces de medio de información, a través de los precios.

Defendió los impuestos a los gastos, en lugar de a los ingresos. Estos impuestos tendrían la ventaja de estimular el ahorro y reducir la demanda sin la necesidad de que el Estado provocase distorsiones en los precios, ya que dirigidos al ingreso destinado al consumo, no sobre las ventas, puesto que estos últimos distorsionan los precios.

Su teoría monetarista se basaba, fundamentalmente, en que la oferta de dinero es el único factor sistemático determinante del nivel de gasto y de la actividad económica, de forma que, para asegurar la estabilidad de precios, el banco central debía establecer un índice de crecimiento de la oferta de dinero a una tasa aproximadamente igual al crecimiento real de la economía.

Friedman criticó el gran tamaño adquirido por el sector público en los países occidentales, denunciando la distorsión que la intervención estatal introduce en el funcionamiento de los mercados.
En un mundo globalizado, el capitalismo es el modelo hegemónico debido a su carácter flexible, apto para adaptarse a las diferentes realidades existentes y presentado como sustento de la democracia moderna. Dentro de la defensa de esta democracia, aparece Milton Friedman como un bastión, bajo sus postulados de libertad económica y libertad individual.

Junto con su defensa del libre mercado, también se mostró a favor de restringir los monopolios y el comportamiento empresarial contrario a la competencia.

Propuso desmontar el Estado de bienestar y dejar que actuasen libremente las leyes de la oferta y la demanda, volviendo a la pureza original del sistema que definiera Adam Smith. Sin embargo, defendió, al mismo tiempo, medidas de protección frente a la pobreza, como un impuesto negativo sobre la renta o el cheque escolar para los ciudadanos de menores ingresos.

El impuesto negativo sobre la renta se basa en que el Estado dé dinero a los ciudadanos a través del impuesto sobre la renta, y así garantizar unos ingresos mínimos a los mismos. De esa forma además se vuelven innecesarias medidas públicas como el salario mínimo (con sus nefastas consecuencias sobre el empleo) o los servicios públicos de bienestar social (con su carga de burocracia, gasto público e ineficacia). Un ejemplo podría ser el siguiente:

El impuesto sobre la renta pasaría de un sistema progresivo a uno plano, por ejemplo del 25%. A cambio, cada contribuyente recibiría una cantidad fija del gobierno, por ejemplo, 10.000 euros.

  • Un contribuyente cuyos ingresos sean de 4.000 euros por año pagaría 1.000 euros por el impuesto plano, pero recibiría 10.000 del ingreso mínimo. En total, recibiría 9.000 euros del gobierno (o pagaría -9.000 euros, de ahí el término "impuesto negativo").
  • Un contribuyente que gane 40.000 euros al año pagaría 10.000 en impuestos, pero recibiría 10.000 del ingreso mínimo. En total, no pagaría nada de impuestos.
  • Un contribuyente que gane 400.000 euros al año pagaría 100.000 en impuestos, y recibiría 10.000 del ingreso mínimo. En total, pagaría 90.000 euros de impuestos.
Nótese que los contribuyentes con rentas más bajas serían los más beneficiados del ingreso mínimo. Por el contrario, para aquellos con ingresos muy altos el ingreso mínimo prácticamente no influiría en lo que pagan.

Según expone el profesor
José A. Martínez Álvarez en su libro "Economía de la pobreza", "constituye la elección de un modelo con tres pilares básicos: el compromiso de doble vía, una alternativa viable y la posibilidad de abrir una puerta a la refundación del Estado de bienestar. Ante la aplicación de este proyecto a nuestro país, el autor aclara que se trata de paliar, no de suprimir, el problema de la pobreza y sin desincentivos al esfuerzo laboral. Es un proyecto integral que trata de insertar a los marginados en la sociedad, a la que pertenecen. No sólo les proporcionaría una prestación económica, sino que se exigiría al perceptor la aceptación de cualquier trabajo se se le ofrezca. Además, el proyecto INR se integraría en el sistema fiscal a través del IRPF: establecería un punto de mínimo exento que identificaría la línea de la pobreza. Separaría a los pobres de los que no lo son. Pero sería, además, el vínculo que integraría el impuesto negativo con el positivo".

Por su parte, el cheque escolar es un sistema de financiación educativa que consiste en que el Estado entrega a los padres una cantidad de dinero (o un bono canjeable) por cada hijo en edad escolar, cantidad con la que se abonarían los gastos del centro educativo donde aquellos eligiesen matricularlo, según su conveniencia particular. Así el Estado financia al educado y no a centros educativos.

Las ventajas serían indudables tanto para el alumno como para el propio sistema educativo: la oportunidad de elegir al usuario en materia educativa (quien entiende mejor sus necesidades es el particular y no el gobierno), promover la competencia y la innovación entre centros educativos públicos y privados para atraer estudiantes, aumentar las fuentes de empleo en el sector privado de la educación, cortar la dependencia a la educación pública (permitiendo focalizar la asistencia social sólo a quienes realmente la necesitan) y reducir el gasto público y la burocracia ineficiente en esta materia.

En los sistemas de educación sin cheque escolar los ciudadanos actualmente pagan por la enseñanza privada mientras son cargados con impuestos que se utilizan para financiar las escuelas públicas (gran parte de las ellas deficientes), sin duda su costo de educación tiene dos vertientes ya que sostienen la financiación tanto de escuelas públicas y privadas al mismo tiempo. Los cheques están diseñados para ofrecer a los ciudadanos la libertad para gastar el dinero de sus impuestos, ya que eligen el tipo de escuela que quieren.

Esto obliga a la educación pública a estar en competencia directa con la educación privada y mejorar su servicio, ya que caso contrario se reduciría la financiación de las escuelas públicas si los padres optan por retirar a sus hijos en favor de una escuela privada.

Dudo mucho, no obstante, que ningún gobierno (de derechas o de izquierdas, estos últimos por descontado que no) estudie la posible aplicación en España de ninguna de estas dos interesantes ideas. Serían un encogimiento del Leviatán estatal demasiado inasumible para ellos.


Friedman fue también analista de estadísticas para el gobierno de Estados Unidos, asesor económico de los presidentes Richard Nixon y Ronald Reagan. Colaboró con el gobierno de Margaret Thatcher, fue investigador del "National Bureau of Economic Research" entre 1937 y 1981, y presidente de la "American Economic Association" en 1967.

Recibió enormes y durísimas críticas por su supuesta "colaboración" con la dictadura de Pinochet en Chile. Esta "colaboración" fue una invitación recibida por parte de la Escuela de Negocios de Valparaíso, por mediación de los ex-alumnos chilenos de la Escuela de Chicago (los "Chicago Boys"), para dar una serie de conferencias sobre la situación económica chilena que influenció enormemente en los asistentes económicos del gobierno. Friedman sostuvo y defendió en aquellas charlas que los mercados libres minarían la centralización y el control políticos, que la liberalización económica conduciría, tarde o temprano, a la democratización política. Las diferencias y los resultados saltan a la vista: Cuba, por ejemplo, es, después de 50 años, una dictadura sumida en la pobreza mientras que Chile volvió a ser una democracia hace ya 20 años. Algo que siempre llamó la atención a Friedman fueron las críticas por estas conferencias en Chile pero no por las impartidas a los estudiantes de economía chinos ni por su reunión con el secretario del Partido Comunista, Zhao Ziyang, diciendo "Dicté tanto en China como en Chile exactamente las mismas conferencias. He visto muchas manifestaciones contra mí por lo que dije en Chile, pero nadie ha hecho objeciones a lo que dije en China. ¿Cómo se explica?".

Francamente, es una pena, es verdad, que casi por lo único que se le recuerde sea por Pinochet. El general Pinochet no tuvo más remedio que acudir a los Chicago Boys y al consejo del propio Milton Friedman, es cierto, en 1975, ante el fracaso de su política intervencionista en los dos primeros años tras su toma del poder, tras el golpe de Estado de 1973. Paradójicamente, en medio de una dictadura política, en el campo económico se iba a dejar más espacio de decisión a las personas y menos al Estado. Friedman, pese a ser bastante atacado como "colaborador de Pinochet", estaba convencido de que la libertad económica traería pronto la libertad política, en una sociedad que, pese al régimen pinochetista, no iba a estar encadenada al Estado como la de cualquier dictadura socialista.

El Premio Nobel de Economía y principal representante del monetarismo neoclásico de la Escuela de Chicago, a quien Margaret Thatcher definió como "an intellectual freedom fighter", exhaló su último aliento en San Francisco el 16 de noviembre de 2006. A sus 94 años, era una persona que conservaba aún toda su lucidez intelectual. Descanse en paz este defensor de la libertad individual.

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Aquí leemos algunas de sus citas más reseñables:

"Considere la Seguridad Social. Los jóvenes siempre han contribuido al mantenimiento de los mayores. Antes, el joven ayudaba a sus propios padres por un sentido de amor y deber. Ahora contribuyen a mantener a los padres de otro por obligación y miedo. La transferencia voluntaria reforzaba los lazos de la familia; la transferencia obligatoria debilita esos lazos".

"La inflación es un impuesto que se aplica sin que haya sido legislado".

"Si un intercambio entre dos partes es voluntario, no ocurrirá a no ser que ambos crean que se van a beneficiar de él. La mayoría de las falacias en economía derivan de la negación de este concepto tan simple, de la tendencia a asumir que hay una traba insalvable, que una parte puede ganar solo a expensas de la otra".

"Tras la mayoría de los argumentos contra el libre mercado subyace en realidad una profunda desconfianza en la libertad".

"Los gobiernos no aprenden jamás. Las personas sí lo hacen".

"Siempre se ha argüido que el problema del capitalismo es que es materialista, mientras que el colectivismo puede permitirse prestar atención a lo no material. Pero la experiencia ha sido exactamente la contraria. No hay sociedades que hayan enfatizado los requisitos materiales del bienestar como las colectivistas. Son las sociedades libres las que, de lejos, han permitido un mayor desarrollo a los aspectos inmateriales, espirituales, artísticos del bienestar".


"Una sociedad que pone la igualdad por encima de la libertad acabará sin igualdad ni libertad".
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Y aquí un fragmento de la introducción al libro "Libertad de elegir", de Milton y Rose Friedman, reeditado por la editorial Gota a Gota, publicada en Libertad Digital:

[...]

La libertad económica es un requisito esencial de la libertad política. Al permitir que las personas cooperen entre sí sin la coacción de un centro decisorio, la libertad económica reduce el área sobre la que se ejerce el poder político. Además, al descentralizar el poder económico, el sistema de mercado libre compensa cualquier concentración de poder político que pudiera producirse. La combinación de poder político y económico en las mismas manos es una fórmula segura para llegar a la tiranía.

La combinación de libertad política y económica dio lugar a una edad de oro tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos durante el siglo XIX. Estados Unidos alcanzó incluso una prosperidad mayor que la del Reino Unido, porque en América se comenzaba partiendo de cero: menos vestigios de clase y de estatus; menos prohibiciones estatales; un terreno más fértil para la energía, el empuje y la innovación y un Continente vacío para conquistar.


[...]
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En este vídeo, de poco más de 2 minutos de duración, el Dr. Friedman nos explica, con el sencillo ejemplo de un lápiz, uno de los objetos más corrientes de nuestra vida cotidiana, cómo interactúan entre sí los distintos operadores del proceso productivo y cómo el libre mercado es en sí mismo un procedimiento pacífico y eficiente. Detrás de la producción de un simple lápiz tenemos cómo las fuerzas del mercado comunican naciones y personas de todas partes del mundo para generarlo. Es una herramienta que utilizamos día a día y que podemos adquirir fácilmente, pero que no puede ser lograda de manera individual. El mercado comunica a gente que jamás en la vida llegará a conocerse, que, quizás, de llegar a encontrarse, podrían ser incluso enemigos, pero que interactúan en función de un interés común. El mercado libre nos permite disfrutar de bienes y servicios que provienen de distintas partes del mundo.

En su libro "Libre para Elegir", Friedman desarrolla bastante estas ideas sencillas del video, explicando el mecanismo de precios como un sistema de transmisión de la información necesaria para saber dónde se necesita mayor o menor esfuerzo económico.

La serie completa de documentales "Libre para Elegir" (Free to Choose), emitida en España en 1981 (¿se imaginan esto en la televisión de hoy día?), la pueden ver a través de aquí, siguiendo los enlaces:

"Libre para Elegir", la serie de documentales de Milton Friedman

También es muy interesante esta transcripción de una entrevista radiofónica, realizada por R. Robinson, en el programa "Uncommon knowledge" ("Conocimiento poco común"), el 10 de febrero de 1999
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viernes, 21 de mayo de 2010

El sistema económico de la Biblia (1ª parte)

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Publicado en Cristianos y liberales.

La Biblia no sólo es objeto de erróneas interpretaciones teológicas o, directamente, ignorada y sustituida por doctrinas falsas.

Casi tan habitual como lo anterior es la obsesión con que Cristo era un "anticapitalista" (o lo difundido por la Teología de la Liberación, doctrina equivalente a coger una estampa de un Cristo y meterla en un ejemplar de "El Capital" de Karl Marx pintándolo como un revolucionario que murió luchando contra los romanos y no resucitó, o, directamente, entregando a un cura una metralleta). Algo parecido, por poner dos ejemplos, es el caso del
hermanito masón de César Vidal, lamentándose lacónicamente en el panfleto ultra-pro-PSOE "El Plural" de que la izquierda, en su parecer, hubiera "entregado la Biblia a la derecha", o el de la gansada de Pedro Zerolo al afirmar, en 2005, que el matrimonio homosexual no iba "contra las palabras de Jesús de Nazareth".

Frente a estas tonterías progres, lo cierto es que Jesucristo defendió algo tan puramente liberal como la solidaridad voluntaria (liberales como Robert Nozick hablan de lo encomiable de la solidaridad cuando es voluntaria, precisamente por esto), distinta a la obligatoria impuesta por el Estado, sin caer en la anarquía antiestatista, por supuesto ("dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", las leyes fiscales leyes son y hemos de respetarlas aunque no estemos de acuerdo con los niveles confiscatorios a que puedan llegar).

Alguna vez me ha entrado la risa al escuchar o leer que la expulsión de los mercaderes del templo era un alegato "contra el mercado", y no una reacción de Cristo al ver que estaban profanando un lugar sagrado, ni más ni menos.

¿Qué hay más liberal que oponerse a la progresividad fiscal, uno de los dogmas socialistas en esta materia, teniendo en cuenta el criterio bíblico del diezmo, la proporcionalidad del 10%?

Aquí pueden encontrar una selección de principios de libertad económica contenidos en la Biblia. Lean los versículos bíblicos y juzguen por ustedes mismos. ¿Es o no de libertad económica el sistema de la Biblia? ¿Quiso Dios que fuéramos socialistas?:

En
http://www.contra-mundum.org/castellano/declaraciones/coalicion/Sist_EcoBib.pdf

Declaraciones de Afirmación y Negación

Definición: La economía es el estudio y la implementación de principios para la
producción, distribución y consumo de bienes y servicios.

Artículo I

Afirmamos que Dios creó al hombre y la tierra en la cual vive el hombre, y que al hombre le fue dada la responsabilidad, por parte del Creador, de ser mayordomo sobre la tierra.

Negamos que el hombre ya no sea responsable ante Dios como mayordomo de los recursos de la tierra.

Génesis 1:28: Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

2:15: Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

3:23: Y sacólo Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué tomado.

Salmo 8:4-8: 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites? 5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre. 6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 7 Ovejas, y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo, 8 Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.

24:1-2: 1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y afirmóla sobre los ríos.

104:14: El que hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre; Sacando el pan de la tierra.

Hebreos 2:8: Todas las cosas sujetaste debajo de sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto á Él; mas aun no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

Apocalipsis 11:18: Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos, para que sean juzgados, y para que des el galardón á tus siervos los profetas, y á los santos, y á los que temen tu nombre, á los pequeñitos y á los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra.

Artículo II

Afirmamos que la creatividad y los recursos del hombre – y la habilidad para producirlos y desarrollarlos – son un reflejo de la propia imagen de Dios, a la cual fue creado el hombre, y que un área clave en la que se evidencian estos rasgos es en las actividades económicas.

Negamos que las actividades y esfuerzos económicos sean opuestos ya sea a la naturaleza del hombre o de Dios, o a las leyes morales del universo.


Génesis 1:26-31: 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió. 28 Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así. 31 Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto.

Salmo 104:14-15: 14 El que hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre; Sacando el pan de la tierra. 15 Y el vino que alegra el corazón del hombre, Y el aceite que hace lucir el rostro, Y el pan que sustenta el corazón del hombre.

Proverbios 16:11: Peso y balanzas justas son de Jehová: Obra suya son todas las pesas de la bolsa.

31:22: Ella se hizo tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.

Eclesiastés 2:24: No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También tengo yo visto que esto es de la mano de Dios.

3:13: Y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.

4:9: Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.

5:18-19: 18 He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, á todo hombre á quien Dios dió riquezas y hacienda, y le dió también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.

Artículo III

Afirmamos que la Biblia enseña que los individuos tienen el derecho de poseer propiedad privada.

Negamos que la Biblia enseñe un sistema económico en el que toda la propiedad le pertenece a la comunidad o al estado.


Éxodo 20:9: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

15: 1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á Jehová, y dijeron: Cantaré yo á Jehová, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la mar al caballo y al que en él subía. 2 Jehová es mi fortaleza, y mi canción, Y hame sido por salud: Este es mi Dios, y á éste engrandeceré; Dios de mi padre, y á éste ensalzaré. 3 Jehová, varón de guerra; Jehová es su nombre. 4 Los carros de Faraón y á su ejército echó en la mar; Y sus escogidos príncipes fueron hundidos en el mar Bermejo. 5 Los abismos los cubrieron; Como piedra descendieron á los profundos. 6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. 7 Y con la grandeza de tu poder has trastornado á los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los tragó como á hojarasca. 8 Con el soplo de tus narices se amontonaron las aguas; Paráronse las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio de la mar. 9 El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; Mi alma se henchirá de ellos; Sacaré mi espada, destruirlos ha mi mano. 10 Soplaste con tu viento, cubriólos la mar: Hundiéronse como plomo en las impetuosas aguas. 11 ¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en loores, hacedor de maravillas? 12 Extendiste tu diestra; La tierra los tragó. 13 Condujiste en tu misericordia á este pueblo, al cual salvaste; Llevástelo con tu fortaleza á la habitación de tu santuario. 14 Oiránlo los pueblos, y temblarán; Apoderarse ha dolor de los moradores de Palestina. 15 Entonces los príncipes de Edom se turbarán; A los robustos de Moab los ocupará temblor; Abatirse han todos los moradores de Canaán. 16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste. 17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh Jehová; En el santuario del Señor, que han afirmado tus manos. 18 Jehová reinará por los siglos de los siglos. 19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de á caballo en la mar, y Jehová volvió á traer las aguas de la mar sobre ellos; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio de la mar.
20 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. 21 Y María les respondía: Cantad á Jehová; porque en extremo se ha engrandecido, Echando en la mar al caballo, y al que en él subía.
22 E hizo Moisés que partiese Israel del mar Bermejo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23 Y llegaron á Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. 24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? 25 Y Moisés clamó á Jehová; y Jehová le mostró un árbol, el cual metídolo que hubo dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dió estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26 Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.
27 Y llegaron á Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y asentaron allí junto á las aguas.

Levítico 19:13: No oprimirás á tu prójimo, ni le robarás. No se detendrá el trabajo del jornalero en tu casa hasta la mañana.

Proverbios 13:22: El bueno dejará herederos á los hijos de los hijos; Y el haber del pecador, para el justo está guardado.

Santiago 5:4: He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.

Artículo IV

Afirmamos que la oportunidad para que el individuo obtenga ganancias de sus labores, y para producir riquezas a través de sus esfuerzos justos y legítimos es un factor primordial de motivación en la producción de riqueza y un ingrediente clave para la salud económica y la estabilidad de una sociedad.

Negamos que la riqueza, la prosperidad económica y el avance tecnológico puedan alcanzarse de manera significativa aparte de la oportunidad del individuo de obtener ganancias personales por sus esfuerzos legítimos y legales.


Deuteronomio 8:18: Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día.

1 Timoteo 5:8: Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.

Artículo V


Afirmamos que la Biblia es el recurso suficiente para aprender los principios económicos fundamentales que complacen a Dios y que conducen a la prosperidad y a la estabilidad económica.

Negamos que la Biblia sea insuficiente para enseñar principios económicos fundamentales que complazcan a Dios y que conduzcan a la prosperidad y a la estabilidad económica.


Salmos 111:10: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen cuantos ponen aquéllos por obra: Su loor permanece para siempre.

Proverbios 11:1: El peso falso abominación es á Jehová: Mas la pesa cabal le agrada.

Isaias 8:20: ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme á esto, es porque no les ha amanecido.

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.

Artículo VI

Afirmamos que la Biblia contiene aquellos principios económicos que son morales y justos, principios que deben ser seguidos por todas las personas, todas las sociedades y todos los estados.

Negamos que sea moralmente aceptable para cualquier persona, estado o institución el buscar obtener ganancia económica en oposición a los principios bíblicos.

Levítico 18:2-5: 2 No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos: Jehová es su heredad, como él les ha dicho. 3 Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey ó cordero: darán al sacerdote la espalda, y las quijadas, y el cuajar. 4 Las primicias de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás: 5 Porque le ha escogido Jehová tu Dios de todas tus tribus, para que esté para ministrar al nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.

19:35-37: 35 No hagáis agravio en juicio, en medida de tierra, ni en peso, ni en otra medida. 36 Balanzas justas, pesas justas, epha justo, é hin justo tendréis: Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.
37 Guardad pues todos mis estatutos, y todos mis derechos, y ponedlos por obra: Yo Jehová.

20:22-23: 22 Guardad, pues, todos mis estatutos y todos mis derechos, y ponedlos por obra: y no os vomitará la tierra, en la cual yo os introduzco para que habitéis en ella. 23 Y no andéis en las prácticas de la gente que yo echaré de delante de vosotros: porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.

Deuteronomio 4:8: 4 Mas vosotros que os allegasteis á Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. 5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla. 6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta. 7 Porque ¿qué gente grande hay que tenga los dioses cercanos á sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y ¿qué gente grande hay que tenga estatutos y derechos justos, como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

16:18-19: 18 Jueces y alcaldes te pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. 19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.

Salmos 119:75: Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste.

119:106: Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia.

119:160: El principio de tu palabra es verdad; Y eterno es todo juicio de tu justicia.

Proverbios 13:18: Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo: Mas el que guarda la corrección, será honrado.

Romanos 13:8-10: 8 No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley. 9 Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. 10 La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimento de la ley es la caridad.

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.


Por cierto, por favor, lean la sarta de idioteces por centímetro cuadrado que suelta el hermanito masón de César Vidal en el artículo enlazado. Puede que algún día, si estimo que merece la pena, las analice. Más que nada por el grado tan supino de pobreza intelectual que encierran tan escasas líneas.

Próximamente, más principios económicos bíblicos.
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viernes, 23 de abril de 2010

Historia del lápiz

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En este vídeo, de poco más de 2 minutos de duración, el Dr. Milton Friedman nos explica, con el sencillo ejemplo de un lápiz, uno de los objetos más corrientes de nuestra vida cotidiana, cómo interactúan entre sí los distintos operadores del proceso productivo y cómo el libre mercado es en sí mismo un procedimiento pacífico y eficiente. Detrás de la producción de un simple lápiz tenemos cómo las fuerzas del mercado comunican naciones y personas de todas partes del mundo para generar un lápiz. Es una herramienta que utilizamos día a día y que podemos adquirir fácilmente, pero que no puede ser lograda de manera individual. El mercado comunica a gente que jamás en la vida llegará a conocerse, que, quizás, de llegar a encontrarse, podrían ser incluso enemigos, pero que interactúan en función de un interés común. El mercado libre nos permite disfrutar de bienes y servicios que provienen de distintas partes del mundo.

En su libro "Libre para Elegir", Friedman desarrolla bastante estas ideas sencillas del video, explicando el mecanismo de precios como un sistema de transmisión de la información necesaria para saber dónde se necesita mayor o menor esfuerzo económico.

El vídeo lo he encontrado en el blog de Mike,
EL REPUBLICANO DIGITAL.
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domingo, 18 de abril de 2010

Corazón liberal, alma conservadora


Traigo aquí una buena cita de Ronald Reagan que ha recuperado Suko para su blog Diario de un liberal: "Creo que el mismísimo corazón y alma del conservadurismo es el liberalismo. (...) La base del conservadurismo es un deseo de menos interferencia gubernamental o menos centralización de la autoridad o más libertad individual, y esta es una buena descripción general de lo que es también el liberalismo".

Ningún liberal, liberal clásico desde luego, debe temer al conservadurismo. Sólo deben temerlo los amigos del relativismo y enemigos de la libertad. Friedrich Hayek, en su obra "Los fundamentos de la libertad" afirmó que los liberales debemos tomar como alternativa el apoyar, en el terreno político, a los llamados partidos conservadores. Es cierto que pensaba en el conservadurismo norteamericano, no en el europeo. A este último se refirió al afirmar que, pese a las diferencias, los conservadores no eran desdeñables como dique de contención o freno en aquellas situaciones en que la deriva socialista amenazara con llevarnos por delante a todos. Pero, en lo relativo al conservadurismo estadounidense, Hayek defendió su unión con el liberalismo clásico en un mismo tronco ideológico. Es más, Hayek también expresó su desencanto con la palabra "liberal" en Europa y reconoció cómo el liberalismo europeo, de tipo racionalista (el cual lleva dentro el germen de su propia destrucción, al propugnar una sociedad sin Estado, sin autoridad mínima, el cual establezca el marco que garantice el ejercicio de nuestra libertad y su no perturbación), lejos de propagar la filosofía realmente liberal fue allanando el campo al socialismo y facilitando su implantación. No haría falta para los lectores habituales, pero recordar que en los Estados Unidos no existe la oposición terminológica europea entre "liberal" y "conservador": lo que entendemos los europeos por "liberalismo" es lo que cimentó la democracia americana. Los progres y demás izquierdistas se hacen llamar allí "liberals". Obama sería un "liberal". Cosas de la mala prensa que en Norteamérica siempre ha tenido el término "socialismo".

El conservadurismo ha sido, en los Estados Unidos, el garante para el liberalismo clásico, cohesionando liberalismo económico, libertad y responsabilidad individual, propiedad privada, familia y moral. En Europa tenemos un conservadurismo que, en muchos aspectos, es casi tan intervencionista como la izquierda, aunque defendiendo distintos principios. Por ese motivo, no pocos liberales europeos suelen recelar del liberalismo clásico, fundamentalmente, desconfían de sus ingredientes conservadores.

Pero hay que hacer una necesaria distinción que no tienen en cuenta nuestros liberales: el conservadurismo europeo (el continental, no el anglosajón) suele mostrarse bastante intervencionista en lo económico y su defensa del statu quo se basa en el mantenimiento de los privilegios de determinados individuos, de determinada casta o del Estado. No así los conservadores norteamericanos, quienes no quieren ni oír hablar de cambios que impliquen tocar la libertad individual y económica, la propiedad privada y la posibilidad de cada uno de buscar legítimamente de la felicidad. El conservadurismo en el mundo anglosajón considera que estos principios deben permanecer inmutables, jamás caducan, y se oponen totalmente a aventuras y procesos de reforma o de ruptura que puedan poner en peligro los mismos. Los procesos revolucionarios siempre nos llevarán a la anarquía o al socialismo, a elegir, en definitiva, hacer tabla rasa, cambiar las bases que informan la vida en sociedad, con las nefastas consecuencias económicas, morales y sociales que han tenido estas experiencias para el país que ha tenido la desgracia de padecerlas, nunca a la libertad.

Por este motivo, los Estados Unidos cuentan con una Constitución redactada e inspirada en estos valores con más de doscientos años de edad. El statu quo que defienden los conservadores estadounidenses y los es el que legaron los Padres Fundadores, quienes alzaron el edificio constitucional americano sobre la propiedad privada y la libertad, ambos íntimamente ligados, hasta el punto de que la propiedad privada es condición indispensable para la libertad, y todo recorte de la propiedad privada implica un recorte de la libertad. Este conservadurismo es el que defiende el liberalismo clásico.
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"Distinciones necesarias entre liberalismo y anarquismo", artículo de Sergio Doncel

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Esta es una cuestión a la que me he referido antes en alguna ocasión, reconociendo mis inicios, más cercanos al libertarianismo que a otra cosa, antes de evolucionar hacia una posición más centrada hacia el liberalismo clásico. Es una fuerte tentación juvenil oponerse casi por sistema a cualquier manifestación estatal. Este artículo, gentileza de Sergio Doncel, autor del blog El tonel del cínico, da una visión bastante completa del asunto:


Distinciones necesarias entre liberalismo y anarquismo
Por Sergio Doncel
Publicado en Liberalismo Democrático


Vivimos en una época confusa, fecunda en la ignorancia, el disparate y el enredo de conceptos, cuando no su en su fusión más absurda. De esta suerte, se confunde el mercado de competencia perfecta con mercados intervenidos y regulados; se confunde liberalismo con capitalismo; y, lo que es peor, se confunde muy frecuentemente liberalismo con diversas formas de anarquismo. O más bien, se pretende llegar a lo segundo a través de lo primero.

En una inolvidable escena de Gran Torino (2008), última película de Clint Eastwood, el adusto Walt Kowalski, interpretado de forma magistral por el propio Eastwood, echa de su jardín, rifle en mano, a unos molestos pandilleros. “Fuera de mi jardín”, ordena, explícito. Se puede ver como una apología de la propiedad privada, ciertamente bien defendida y apreciada en América.

La propiedad privada es uno de los pilares sagrados del pensamiento liberal, pues sin ella no existe una verdadera libertad individual. Vienen a cuento las famosas palabras de Lord Chatham: “El hombre más pobre del mundo desafía en su recinto a todas las fuerzas de la Corona; su chimenea puede estar fría, su tejado puede temblar, el viento soplar entre las puertas, pero el Rey de Inglaterra no puede penetrar”.

En este sentido, hoy en día el pulso con el Estado es permanente, inevitable. Porque este último, amparado en un evanescente bien común, mantiene vivo el deseo de penetrar en las propiedades de los ciudadanos. En algunas constituciones modernas se reconoce la propiedad privada como un derecho fundamental, en otras no (es el caso de la española); y, de todas formas, el Estado se reserva la facultad de expropiar a los individuos, siempre con arreglo a unos procedimientos legales e indemnizando, como no podía ser de otra manera.

Carretera maldita, de Stephen King, es una novela en la que un hombre al que van a expropiar su hogar --para construir una carretera-- decide resistir por la fuerza, ya que no quiere perder en balde el lugar donde fue feliz con su hijo, ya fallecido, y en el que guarda sus mejores recuerdos. Huelga decir que el argumento individuo contra Estado es muy querido por los liberales, y suele dar lugar a pensamientos sumamente románticos. Desde luego, los ciudadanos responsables han de defender sus derechos y libertades frente a cualquier tipo de abuso de poder. Es una tarea a la que un individuo que se considere libre no puede renunciar.

Pero estas ideas producen, a la larga, desviaciones. Muchos jóvenes liberales traspasan los límites: del liberalismo saltan a una suerte de anarquismo sin bombas ni pistolas, pero igualmente utópico. Y el liberalismo no se concibe sin un Estado capaz de hacer cumplir las leyes y proporcionar una verdadera libertad de mercado, removiendo obstáculos que afecten a su libre funcionamiento. Lo cual resulta paradójico, pero es así. Sin un orden establecido, sin un monopolio de la violencia, ¿a dónde llegaríamos? Antes o después, a la ley de la selva.

Al margen de los fracasos históricos del anarquismo, hay que considerar su relación con el liberalismo. Es cierto que ambas doctrinas se oponen al poder absoluto y que patrocinan la libertad individual. Sin embargo, ¿es un objetivo de los liberales la abolición del Estado y de toda forma de poder o autoridad? No, en tanto que el anarquismo, en su deseo de crear una sociedad utópica, basada en el concepto de no agresión, sí lo persigue. El marxismo predicaba algo muy parecido, sólo que a largo plazo en vez de con inmediatez.

En cambio, el liberalismo necesita un Estado. Un Estado, por definición, fuerte, en aras de la soberanía, la libertad y seguridad de los ciudadanos y que asegure unas prestaciones mínimas (por ejemplo, educación y sanidad). Estado fuerte no significa Estado hipertrofiado. A fin de impedir su crecimiento desmesurado y los posibles abusos existen unos instrumentos, unos “pesos y contrapesos”, en palabras de Montesquieu, no ya entre los diversos poderes del Estado, sino a disposición de los propios ciudadanos, como la división de poderes, el principio de legalidad, los mecanismos de defensa de los derechos fundamentales, etcétera.

Por lo tanto, no es coherente declararse liberal y, al mismo tiempo, mantener posiciones utópicas y trasnochadas de destrucción paulatina del Estado, o de reducirlo a la mínima expresión.

Siempre habrá tensión entre Estado e individuo, a cuenta de la propiedad o de lo que sea, como ya he apuntado. El primero tiende a expandirse, a intervenir más, a hacerse más grande y poderoso, pero ahí tiene que estar el individuo para, con las armas de las democracias liberales, rechazar esa tendencia. Pero, del mismo modo, el individuo puede llegar a abusar de su libertad y perjudicar a terceros. Entonces el Estado está legitimado para atajar el problema. Esta tensión, a la larga productiva y vivificadora, es la que debe ser inherente a todo orden liberal.

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viernes, 19 de marzo de 2010

Entrevista con Milton Friedman

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La siguiente entrevista radiofónica con el doctor Milton Friedman fue realizada por R. Robinson, en el programa "Uncommon knowledge" ("Conocimiento poco común") el 10 de febrero de 1999:


R: Usted doctor F, cree en la maximización de la libertad individual; en California y en otros veinte estados es obligatorio el uso de cascos si Ud. conduce una motocicleta. ¿Cree usted Dr. F que a veces es legítimo que el gobierno imponga leyes y regulaciones y suprima alguna de nuestras libertades? (como por ejemplo decidir individualmente si deseamos o no usar casco).

F: Un libertario quiere un gobierno lo más pequeño y lo menos entrometido posible en la vida de la gente siempre y cuando dicha libertad que él posee no interfiera con la libertad de otros individuos que persiguen sus propias metas. Hay dos versiones de libertarianismo:

1. la randiana en la que es inmoral el inicio de la fuerza contra otra persona y
2. lo que llamamos el libertarianismo consecuencialista en el que intentamos maximizar la esfera de libertad de acción del individuo hasta el punto que choca con el derecho de alguien más.

R: Pero. si aplicamos su filosofía, el Central Park de Nueva York sería loteado y convertido en torres gigantescas y garajes de estacionamientos para autos en el tiempo que le tome a Donald Trump construir los edificios.

F: Los teatros de NY existen y se mantienen no gracias al estado o a alguna agencia gubernamental. no son estas últimas las que mantienen los museos de arte de NY; el museo de arte moderno no es un museo del gobierno, es privado; también lo es la ópera; estas instituciones son manejadas por fundaciones privadas. Usted se olvida de lo que le pasó al Central Park. Durante años yo viví en Central Park West y podía llevar allí a mis hijos y dejarlos a cargo de una babysitter quinceañera sin ningún riesgo. En los últimos años el Central Park se ha ido deteriorando y usted hoy no se animaría a dejar sus hijos allí, se preocuparía por su seguridad. Y eso se debe a que es un parque del gobierno, lo cuida el gobierno. Nadie cuida la propiedad pública como cuida la propia. Si el Central Park fuera privado Ud. no tendría ese problema.

R: ¿Ud. es un libertario por razones morales o por razones utilitarias?

F: Por ambas razones. Si no funcionara bien el libertarianismo sería una meta utópica imposible de alcanzar. Pero el hecho de que el gobierno haga las cosas mal nos ayuda a entender la necesidad de mantener el tamaño y las capacidades del gobierno limitadas y pequeñas.

R: Durante la Revolución Industrial en el siglo XIX, el gobierno de UK tenía poder limitado y sin embargo esa no fue una época esplendorosa. Siempre se dice que el hemisferio occidental ya probó con el Laissezfaire y que el resultado fue el Londres de Charles Dickens, sucio, caótico y con los niños trabajando de sol a sol.

F: Sí, fue bastante caótico pero ¿como se solucionó el caos?

R: A través de Disraeli, de sus leyes sociales que impedían el trabajo de los niños, ¿o no fue así?

F: No, el caos lo solucionó el progreso que trajo la inversión y la empresa privada. En esa época la suciedad provenía de quemar carbón que generaba humo y suciedad. Cuando surgió el petróleo, el gas natural, cuando se construyeron mejores chimeneas, Londres se limpió. En cuanto a los niños. ¿Qué pasaba antes con ellos? ¿Por qué acudían en masa del campo a las ciudades? Lo hacían porque ello implicaba una mejoría en sus posibilidades de supervivencia y en sus condiciones de vida. Al permitir que el sistema evolucionara, hoy es justamente en Londres, en donde existe uno de los mejores estándares de vida. Ahora yo le pregunto a Ud. ¿en qué países se vive mejor?:

En los países en los que las cosas son dirigidas por los políticos o en los que las cosas son dirigidas por la gente. Dickens expresamente ocultó lo que pasaba en el campo antes de la revolución industrial.

R: Entonces según Ud. el debate de los ambientalistas sería falso. ¿Estaría sugiriendo Ud. una nueva investigación histórica?

F: No sólo histórica si Ud. observa el mundo encontrará que una de las áreas más polucionadas del planeta es Rusia. ¿Por qué? Porque todo lo controlaba el gobierno y nadie cuida lo de los demás de igual forma que cuida lo propio.

R: Pero. ¿quién debería cuidar los recursos compartidos, por ejemplo el aire que respiramos? En California somos treinta millones y a todos nos gusta respirar y el smog que comenzó en los años 70 fue el que provocó la aparición del movimiento ambientalista.

F: El smog no se originó en los 70, los indios ya se quejaban de la niebla continua en los Ángeles. Pero admitamos que el argumento de la contaminación es válido. La manera correcta de solucionarlo sería:

aquellos que molesten o perjudiquen a los demás deberán pagar o compensar a los perjudicados por ese daño que ocasionan. La manera de solucionarlo es el mercado.


R: ¿Pero Ud. quiere privatizar el aire?, ¿cómo hace para crear derechos de propiedad sobre el aire?

F: Ud. vende el derecho a emitir cierta cantidad de polución tolerable al aire. Ud. vende los derechos a emitir efluentes. De esa manera hace responsables a aquellos que imponen costos a los demás. Recuerde que Ud. es libre de hacer lo que se le de la gana siempre y cuando no moleste o dañe a los demás. En una transacción libre ambas partes ganan. Pero hay casos en los que una fábrica emite humo que ensucia mi ropa. Esa fábrica me está imponiendo un costo por el que no estoy siendo compensado. Pero ojo, ya que cuando el gobierno se mete en el asunto también emite humo y allí no hay compensación posible.

R: Entonces Ud. justifica que el gobierno intervenga cuando los derechos de propiedad son vagos o difusos; ¿es así?

F: Es así pero siempre y cuando sea casi imposible precisarlos porque cómo consigue el acuerdo de cada una de las personas cuyo derecho a usar una camisa limpia fue afectado.

R: Entonces allí sí debería entrar el gobierno.

F: Aun en esos casos el mercado ofrece a menudo alternativas que reemplazan el control. Hay miles de ejemplos.

R: Pero hay áreas como la medicina donde el gobierno tiene un rol preventivo, por ejemplo la FDA (Federal Drug Administration). ¿O Ud. va a permitirles a los farmacéuticos vender cualquier droga? Recordemos la talidomida. Gracias a que aquí fue prohibida (en Europa no) no nacieron chicos con defectos como sí nacieron en Europa, ¿verdad?

F: Mentira. Es verdad que se salvaron vidas, pero ¿a qué costo? El costo son miles de personas que mueren a diario como consecuencia de la demora que genera la FDA en aprobar drogas útiles. El burócrata prefiere no tomar riesgos y hay evidencia fáctica del daño que esto causa.

R: ¿Acaso Ud. propone abolir la FDA?

F: Exactamente. Lo que autorregula a las farmacéuticas es su propio interés. La talidomida las hace quebrar pues son responsables de sus propias acciones.

Otro ejemplo la seguridad de las aerolíneas son las compañías áreas las más interesadas en prevenir accidentes. Los pilotos son las primeras víctimas.

R: ¿Ud. eliminaría las regulaciones de seguridad y salud? ¿No obliga a sus compañías a publicar los nutrientes de las comidas? ¿Qué pasa con la obesidad?

F: Pero a veces el gobierno impide que la información que es importante sea transmitida...

Ej. Aspirina: no permiten que evite infartos. Ni seguramente permiten poner la opinión del fabricante (junto a la obligatoria) en tu propio producto.


Si el consumidor quiere información, el fabricante que la ponga, venderá más.

La FDA ha incrementando el costo de lograr que una droga sea aprobada. Antes sólo certificaban si era o no era peligrosa ahora pretenden certificar su eficacia y han encarecido y demorado el proceso al menos que vuelvan otras, aseguran que no daña, pero dejan de lado lo de la eficacia....

R: Déjeme preguntarle sobre 14 secretarías del gobierno federal. Quiero que me diga si debemos mantenerlas abiertas o si debemos cerrarlas

R: ¿Agricultura?
F: cerrarla

R: ¿Comercio?
F: cerrarla

R: ¿Defensa? F: mantenerla

R: ¿Educación? F: cerrarla

R: ¿Energía? F: cerrarla

R: ¿Salud y Seguridad F: sólo mantener la prevención a los contagios

R: ¿Vivienda, Desarrollo Urbano? F: cerrarla

R: ¿Parques nacionales?
F: primero debe venderse la tierra en manos del estado (1/3 del territorio de USA). El estado sólo debe mantener los inmuebles que ocupa

R: ¿Justicia? F: se queda abierta

R: ¿Trabajo? F: se cierra

R: ¿Transporte? F: se cierra

R: ¿Tesoro? F: se queda. Hay que cobrar impuestos

R: De 14 secretarías deja 4 y medio.

F: Dejo defensa, justicia, policía y agencias de interacción con los estados.

R: Y los cascos, ¿los haría obligatorios?

F: Es una cuestión entre el motociclista y la compañía de seguros. Si quiere pagar poco, use casco.
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miércoles, 10 de marzo de 2010

El papel del Estado para Adam Smith

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Adam Smith ya en el siglo XVIII nos dejaba claro en su libro "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones" ("An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations"), o, simplemente, "La riqueza de las naciones", ese gran desconocido en el mundo de habla hispana, cuáles son las funciones a las que debe circunscribirse la acción estatal. Ese gran desconocido digo porque, a pesar de ser Smith no solo uno de los padres del liberalismo sino también de la teoría económica moderna, y aunque es cierto que fue publicado en español por primera vez en 1794, sin embargo, a fin de obtener el permiso de la Santa Inquisición, su primer traductor, José Alonso Ortíz, se vio obligado a omitir algunos pasajes significativos. La primera versión completa en nuestro idioma no fue publicada hasta 1958, por el Fondo de Cultura Económica de México.


Entre otras cuestiones, Adam Smith trata en esta obra de las finanzas públicas y expone sus ideas sobre las partidas de gastos públicos que considera legítimas de acuerdo con su opinión general sobre las funciones del gobierno. Para Smith, el Estado debe limitarse a garantizar la defensa, la justicia y seguridad y las obras públicas. Es muy significativo leer sus propias palabras.

Sobre defensa:

"El primer deber del soberano, el de proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades independientes, sólo puede ser cumplido mediante una fuerza militar".

Sobre justicia y seguridad:

"El segundo deber del soberano, el de proteger en cuanto le sea posible a cada miembro de la sociedad contra la injusticia y opresión de cualquier otro miembro de la misma, o el deber de establecer una administración exacta de justicia".

".... de la misma forma, un impuesto de timbre sobre los trámites judiciales de cada tribunal, a ser cobrado por este mismo tribunal, y dirigido a la manutención de sus jueces y otros funcionarios, podrá proporcionar un ingreso suficiente para afrontar el gasto de la administración de justicia sin hacerlo recaer sobre el ingreso general de la sociedad. Es verdad que en este caso los jueces sentirían la tentación de multiplicar innecesariamente las diligencias en cada proceso, para incrementar en todo lo posible el producto de un impuesto de timbre de esta naturaleza. En la Europa moderna la costumbre ha sido en la mayoría de los casos regular el pago de abogados y empleados de justicia según el número de páginas que escribiesen, y el tribunal determinaba que cada página debía contener tantas líneas y cada línea tantas palabras. Para aumentar su retribución los abogados y funcionarios judiciales han procurado multiplicar las palabras por encima de cualquier necesidad, y han corrompido así el lenguaje legal de todos los tribunales de justicia de Europa. Una tentación análoga puede haber ocasionado la misma corrupción en los formulismos de los procedimientos judiciales". Sostiene que la administración de justicia puede mantenerse con tasas judiciales nunca antes de terminar el proceso para motivar la velocidad de los jueces.

"Cuando el Poder Judicial está unido al Poder Ejecutivo, es casi imposible que la justicia no resulte sistemáticamente sacrificada en aras de lo que vulgarmente se denomina la política. Las personas a quienes se confían los más altos intereses del estado, incluso aunque no tengan una mentalidad corrupta, podrán en ocasiones imaginar que los derechos de un ciudadano privado deben ser sacrificados ante esos intereses. La libertad de cada individuo, la sensación que tiene de su propia seguridad, depende de una administración imparcial de la justicia. Para que cada persona se sienta plenamente segura de la posesión de cualquier derecho que le corresponda no sólo es necesario que el Poder Judicial esté separado del Ejecutivo, sino que además debe tener con respecto a este poder la máxima independencia. El juez no debería estar expuesto a ser destituido según el capricho del Poder Ejecutivo. El pago regular de su salario no debería depender de la buena voluntad y ni siquiera de la buena gestión económica de ese poder". Adam Smith sostiene que puede haber gastos fijos que deban sostenerse con impuestos sobre las propiedades pero recaudados por el Poder Judicial. Y allí enlaza el tema de la independencia del Poder Judicial.

Sobre las obras públicas:

"El tercer y último deber del soberano o el estado es el de construir y mantener esas instituciones y obras públicas que aunque sean enormemente ventajosas para una gran sociedad son sin embargo de tal naturaleza que el beneficio jamás reembolsaría el coste en el caso de ningún individuo o grupo reducido de individuos y que, por lo tanto, no puede esperarse que sea construido". Adam Smith sostiene que las obras las deben pagar los directamente beneficiados por eso estimula el sistema de peajes para puentes, caminos y rutas. El Estado debe tener entre sus competencias el correo y la acuñación de moneda.

"Incluso aquellas obras públicas que por su naturaleza no pueden generar ingreso alguno para mantenerse por sí mismas, y cuya conveniencia se limita prácticamente a un lugar o distrito particular, son siempre mejor conservadas por un ingreso local o provincial que por el ingreso general del estado... Si las calles de Londres fuesen iluminadas y pavimentadas con cargo al tesoro ¿habría alguna probabilidad de que estuviesen tan bien iluminadas y pavimentadas como lo están y a un costo tan reducido?". Los gastos que benefician a toda la sociedad deben ser sufragados con recursos generales.


Pero no se queda ahí. Al contrario de quienes simplona y, a veces, demagógicamente definen el liberalismo como la ausencia total de regulación (o "la ley de la selva"), en lugar de la libertad dentro de un marco normativo que evite los abusos. Todo lo contrario, Smith considera que "Puede decirse que la caprichosa ambición de algunos tiranos y ministros, que en algunas épocas ha tenido el mundo, no ha sido tan fatal al reposo universal de Europa como el impertinente celo y envidia de los comerciantes y fabricantes" o que "Rara vez se verán juntarse los de la misma profesión u oficio, aunque sea con motivo de diversión o de otro accidente extraordinario, que no concluyan sus juntas y sus conversaciones en alguna combinación o concierto contra el beneficio común, conviniéndose en levantar los precios de sus artefactos o mercaderías". Adam Smith tenía muy clara la idea del bien común como fin último. Convencido de que la libertad económica es el mejor camino para alcanzarlo, no obstante, era consciente de que existirán individuos que incluso podrán conspirar contra el bien común (¿los monopolios?). Las leyes deben evitar conductas que terminen desvirtuando esa libertad económica. "Dos objetos son los que presenta la economía política, considerada como uno de los ramos de la ciencia de un legislador y que debe cultivar un estadista: el primero... habilitar a sus individuos y ponerles en estado de poder surtirse por sí mismos de todo lo necesario; y el segundo, proveer al Estado o República de rentas suficientes para los servicios públicos y las expensas o gastos comunes, dirigiéndose en ambos objetos a enriquecer al Soberano y al pueblo como tales".

El Estado tiene un papel mínimo pero importante para que podamos disfrutar de nuestra libertad. No hay que olvidar, redundando un poco en lo expuesto hace dos entradas, que no es el liberalismo sino el anarquismo y el marxismo (tras una fase previa de "dictadura del proletariado", la cual, en la práctica siempre se ha eternizado, que se lo pregunten a los cubanos) quienes postulan la abolición del Estado.
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jueves, 4 de marzo de 2010

Como Milton Friedman salvó a Chile


No fue la dictadura pinochetista, sino las recetas económicas de Milton Friedman y los "Chicago Boys" las salvadoras de Chile.

Por el sobrenombre de "Chicago Boys" se conoce a un grupo de cerca de 25 economistas chilenos, la mayoría titulados en la Pontificia Universidad Católica de Chile, y con postgrado en la Universidad de Chicago durante la década de los años 1960, los cuales fueron alumnos de los profesores de la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago Milton Friedman y Arnold Harberger. Los Chicago Boys aplicaron un programa de privatización y reducción de gasto fiscal para resolver la alta inflación y dificultades económicas heredadas del gobierno de Salvador Allende.
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El general Pinochet no tuvo más remedio que acudir a ellos y al consejo del propio Milton Friedman en 1975, ante el fracaso de su política intervencionista en los dos primeros años tras su toma del poder tras el golpe de Estado de 1973. Paradójicamente, en medio de una dictadura política, en el campo económico se iba a dejar más espacio de decisión a las personas y menos al Estado. Friedman, pese a ser bastante atacado como "colaborador de Pinochet", estaba convencido de que la libertad económica traería pronto la libertad política, en una sociedad que, pese al régimen pinochetista, no iba a estar encadenada al Estado como la de cualquier dictadura socialista.

Una de sus primeras medidas fue una política de reducción del gasto fiscal, reestructuración del aparato estatal y un control estricto de la gestión presupuestaria. Una vez realizadas estas medidas, se emprendió una reforma tributaria, reforma laboral, des-regulación o liberalización de controles en diversos sectores de la economía (fundamentalmente la agricultura), libre ingreso de inversiones y divisas, liberación de los aranceles y cambio fijo de la moneda local peso con respecto al dólar. En una etapa posterior vino la reforma de la seguridad social y la chilenización definitiva de las empresas claves de la estatal Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), así como la re-privatización de los bancos después de la crisis de 1982. Institución clave en los estudios y redacción de las reformas de la salud, previsión y relaciones laborales fue la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN) bajo el liderazgo de Miguel Kast.

Aunque sería cuestión para dedicarle una entrada aparte, Salvador Allende había hecho méritos suficientes (como, hace pocos meses, el cowboy Zelaya en Honduras) para ser destituido e, incluso, procesado. No los había para instaurar una dictadura militar ni desatar después una brutal represión (aunque Pinochet no tuviera tantos cadáveres en el armario como, por ejemplo y sin ir más lejos, Fidel Castro), por supuesto. La libertad económica facilita la libertad individual y, aunque no la garantiza, tener la primera es el primer paso para recuperar la segunda. Pinochet abandonó el poder en 1990, tras el referéndum de 1988. La liberalización económica no solo facilitó la vuelta de la democracia sino que, hoy día, Chile es el país con la economía más avanzada de America Latina, con el más bajo nivel de corrupción, el más bajo nivel de mortalidad infantil y el más bajo número de personas viviendo bajó el nivel de pobreza.

Los resultados están a la vista: Chile ha sufrido este sábado un terremoto con una diferencia de apenas 1,8 puntos en la Escala de Richter pero, en la práctica (por tratarse de una escala logarítmica), 500 veces más potente que el de Haití. No obstante, en Haití los muertos se cifran en 250.000 (sobre una población total de 10 millones de personas) y, de momento, en Chile no superan el millar (sobre una población de 17 millones de personas). Algún iluminado considerará el
liberalismo como algo "asesino" (no es que tenga demasiada importancia y no hay más que ver dónde escribe) pero en este caso, claramente, como en otros, ha salvado vidas.


Como Milton Friedman salvó a Chile
Por Bret Stephens
En defensa del neoliberalismo


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En la mitología izquierdista - notablemente en la tediosa "Doctrina de Choque" de Naomi Klein - los muchachos de Chicago eran sólo extraños compañeros de la dictadura de Pinochet y cómplices de sus crímenes, "Si la pura teoría económica de Chicago se puede implementar en Chile al precio de la represión, ¿deben los autores sentir alguna responsabilidad?" escribíó en octubre de 1975 Anthony Lewis, columnista del New York Times. De hecho Pinochet, que había sido mayormente indiferente el consejo de los muchachos de Chicago, se vió forzado, por la continua crisis económica, a buscar algunas alternativas políticas. En marzo de 1975 tuvo una conferencia de 45 minutos con Friedman, y le pidió que le escribiera una carta en que propusiera algunos remedios. Friedman le contestó un mes más tarde con una propuesta de ocho puntos en que mayormente reflejaba los temas de los muchachos de Chicago.

[...]

En cuanto a Chile, Pinochet nombró a una sucesión de muchachos de Chicagos para algunos cargos económicos importantes. Hacia 1990, el año en que entregó el poder, el Producto Nacional Bruto había aumentado en un 40% (en dólares de de 2005) mientras que Perú y Argentina se estancaban. Los sucesores democráticos de Pinochet - todos ellos nominalmente a la izquierda del centro - profundizaron el impulso liberalizador. Resultado: los chilenos han devenido el pueblo más rico de America Latina. Tienen el más bajo nivel continental de corrupción, el más bajo nivel de mortalidad infantil, y el más bajo número de personas viviendo bajó el nivel de pobreza.

[...]

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martes, 2 de marzo de 2010

Haití: "paraíso neoliberal"


Oír hablar de Haití como "paraíso liberal" y como demostración de las nefastas consecuencias del depredador "capitalismo salvaje" es una de las mayores tonterías que pueden escucharse en la actualidad. En la red, desde publicaciones pertenecientes a la extrema izquierda más radical hasta algunas de aspecto bastante más serio, claman frente a una supuesta "libertad económica" y "mercados abiertos o liberalizados", supuestamente existentes en el país caribeño, y cuyo efecto habría sido agravar las consecuencias del terrible terremoto de principios de este año, debido a la pobreza que, según estos iluminados, crea una economía libre (por eso Cuba es el segundo país más pobre de América después de Haití). En ese caso, ¿cómo es que Haití está en el puesto 141 de libertad económica, con un 50,8%?

Carlos Rodríguez Braun habla en el siguiente artículo de cómo se acusa (bastante estupidamente, por cierto) a las exportaciones subsidiadas desde Estados Unidos hasta Haití como prueba de ese "neoliberalismo" haitiano. Es cierta, y ya he hablado de ello antes, la lacra que supone la distorsión causada por los subsidios en los mercados, como el caso de la vergonzosa Política Agraria Común de la Unión Europea. Estas subvenciones no sólo nos cuestan una parte importante de nuestro dinero, incautada vía impuestos, sino que permiten a los países ricos producir a unos costes totalmente irreales. Estados Unidos, y otros países, exportan, por ejemplo, a Haití unos productos subsidiados frente a los cuales los productores locales nunca podrán competir. Utilizando el dinero público, desde las instancias estatales se desvirtúa, distorsiona y pervierte el libre mercado, permitiendo que este sea devorado por los países ricos, cuyas legislaciones estatistas, intervencionistas y proteccionistas realmente crean un circulo económico cerrado, en el cual los países pobres nunca podrán entrar a competir en igualdad de condiciones. Pero esto no es una señal de "liberalismo", sino de, justamente, todo lo contrario.

Por otro lado, Haití es uno de los países que más ayuda económica externa ha recibido en los últimos años. Toda una muestra de "libertad económica", sin duda. Ayudas que, sin duda serán bienintencionadas pero que, como defiende la economista zambiana Dambisa Moyo, caen en manos de dirigentes que no tienen responsabilidad alguna de lo que pasa y pueden seguir empleando el dinero en lo que les parezca oportuno, siempre ligando el gasto a su beneficio personal, y que crean una situación en los habitantes del Tercer Mundo en la cual éstos sólo pueden sobrevivir gracias a la caridad que llega de otros países, sin aportan nada al desarrollo de las economías de sus países y privándoles de la mentalidad adecuada para exigir a sus gobernantes que cumplan con sus deberes. Constituyen una limosna que mata cualquier posibilidad de responsabilidad individual tanto en unos como en otros, manteniendo a estos países en la miseria. División del trabajo y del conocimiento, intercambios voluntarios y acumulación de capital es la hoja de ruta que ha llevado al enriquecimiento de los pueblos.

Pero lo fácil es atacar a la libertad económica. Más que nada porque, subrepticiamente y de tapadillo, podemos atacar a la libertad personal, que, al fin y al cabo, es el fin último de tantos.


Haití liberal
Por Carlos Rodríguez Braun
Libertad Digital

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Haití no sólo demuestra el fracaso del intervencionismo sino de una de sus criaturas más apreciadas: la ayuda exterior. El país ha recibido cuantiosos fondos desde el extranjero, y Theodore Dalrymple recuerda en el último número de Actualidad Económica que en Haití hay 10.000 ONGs, una por cada 800 habitantes. La mayor parte de las ONGs, al revés de lo que su nombre indica, son gubernamentales y se nutren del dinero de los contribuyentes. Su fracaso, por tanto, tampoco cabe atribuirlo a ese supuesto liberalismo que algunos fantasean con que ha imperado en Haití.
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Los pobres tienen derecho al libre mercado. En mi blog

Indignación, S.A. En mi blog


Una economista africana ataca las ayudas al Tercer Mundo

¿Por qué el socialismo empobrece a África?. Por Juan Ramón Rallo
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lunes, 8 de febrero de 2010

Los pobres tienen derecho al libre mercado

En el artículo enlazado abajo, del analista panameño John A. Bennett Novey, se pone de manifiesto la oleada proteccionista que, con la excusa de la crisis financiera, recorre los mercados de los distintos países de Europa Occidental y Estados Unidos. Esta oleada se traduce en la aprobación de leyes proteccionistas, que obstaculizan el libre comercio internacional, impidiendo a los productos extranjeros competir en los mercados internos, subsidios y aranceles, falseamiento de la libre competencia mediante el mantenimiento a flote de forma artificial de empresas ruinosas con tal de que sean nacionales, planes de estímulo dirigidos todos, igualmente, al mercado interno, etc.

Después, hemos de escuchar estoicamente la eterna cantinela de que la globalización y el "neoliberalismo" (con el apellido "neocon", a ser posible) son los causantes de la pobreza del Tercer Mundo. Nada más lejos de la realidad: si permitiéramos a estos países tener la oportunidad de comerciar libremente y de competir en igualdad de condiciones con los dos tipos de productos que, básicamente, producen, agrícolas y textiles su situación económica estaría en las condiciones de poder mejorar sustancialmente. Precisamente, sobre estos productos, los países desarrollados aplican el mayor número de medidas proteccionistas. Eliminar este tipo de normas sería fundamental.

Pero no es suficiente con la eliminación de barreras a los productos. De nada serviría la liberalización comercial manteniendo la distorsión causada por los subsidios en los mercados, como el caso de la vergonzosa Política Agraria Común de la Unión Europea. Estas subvenciones no sólo nos cuestan una parte importante de nuestro dinero, incautada vía impuestos, sino que permiten a los países ricos producir a unos costes totalmente irreales. Sólo tomando como ejemplo los cereales: Estados Unidos y la Unión Europea realizan más de la mitad de todas las exportaciones de trigo y harina de trigo, y sólo Estados Unidos realiza más de tres cuartos de todas las exportaciones de maíz del mundo. Como los productores de Estados Unidos y la Unión Europea dominan los mercados mundiales de cereales, los precios de sus exportaciones dictan de hecho los precios mundiales de esos productos y, por tanto, los precios contra los que deben competir los productores de los países importadores. Los subsidios pagados a los productores estadounidenses y europeos juegan entonces un papel esencial en la determinación del precio de comercialización de los cereales, no sólo en los países desarrollados, sino en todo el mundo. Esos subsidios son enormes (Estados Unidos y la Unión Europea invirtieron 15.700 millones de dólares en 1995 sólo para subsidiar la producción de maíz y trigo) y superan por lejos el apoyo financiero disponible para los agricultores de los países pobres. Utilizando el dinero público, desde las instancias estatales se desvirtúa, distorsiona y pervierte el libre mercado, permitiendo que este sea devorado por los países ricos, cuyas legislaciones estatistas, intervencionistas y proteccionistas realmente crean un circulo económico cerrado, en el cual los países pobres nunca podrán entrar a competir en igualdad de condiciones.

También tienen su cuota de responsabilidad, es cierto, muchos países pobres. Gobiernos corruptos o déspotas y ausencia total de Estado de Derecho, seguridad jurídica y separación de poderes es otro obstáculo al libre mercado. Algunos de estos gobiernos llegan al poder a través de los votos de sus ciudadanos y, aunque no puedan eludir su responsabilidad por haberlos elegido, quizás, unas mejores condiciones económicas les hubieran evitado ser presas fáciles para este tipo de gobernantes.

Los pobres, como nosotros (pese a lo intervenidos que están nuestros mercados) también tienen derecho a disfrutar de la libertad económica y de las posibilidades de crear riqueza para todos que ofrece. En realidad, nosotros, como ellos, también tenemos derecho al libre mercado.

El Tercer Mundo debe plantar cara al proteccionismo
Por John A. Bennett Novey
Suplemento Ideas de Libertad Digital

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Video publicado en el blog "Lo dice Cincinato":



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miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Qué principios defiende un liberal?


Pedro Schwartz, en el prólogo a la obra de David Boaz "Liberalismo. Una aproximación", publicado por la editorial Gota a Gota, resume una serie de ideas:


¿Es usted liberal?
Por Pedro Schwartz
Libertad Digital (30/03/07)


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Individualismo. El liberal toma al individuo como realidad fundamental de la vida en sociedad. Todo en la vida social ha de ser reducible a las acciones y planes de los individuos y a sus consecuencias inesperadas.

Derechos individuales. Consisten en los derechos humanos en sentido estricto, que idealmente se definen como el derecho de propiedad sobre la propia persona y sobre los bienes y recursos con los que ella cuenta. Su ejercicio excluye la violencia, la coacción y el engaño.

Dignidad del trabajo. Las personas se dignifican aplicando su ingenio, su inventiva, su esfuerzo, su ahorro e inversión a mejorar su condición y la de su familia. El Estado no debe favorecer la búsqueda de rentas públicas, discriminar con sus impuestos a los más afortunados ni fomentar la corrupción del Estado de Bienestar.

Orden espontáneo. Las sociedades humanas se armonizan en el marco de la ley, sin que nadie las organice centralmente. Ello ocurre como si las guiara una mano escondida, movida por los acuerdos de intercambio voluntario de bienes y servicios que toman los individuos. Esos acuerdos son en mutuo beneficio precisamente porque los intereses de unos y otros no coinciden.

Soberanía de la ley. No basta con proclamar el "Estado de Derecho", en el que la legislación acordada por mayoría y promulgada formalmente puede imponer lo que quieran quienes detenten el poder político. La soberanía de la ley es algo más. Es la obediencia a una Constitución acordada unánimemente, que protege la vida, la persona y las propiedades de los individuos y permite acuerdos comunales cuando los ciudadanos los consideren en beneficio de todos.

Igualdad ante la ley. La ley no puede hacer distingos por motivos de sexo, religión, raza o jerarquía. No son aceptables la discriminación positiva ni la igualación artificial de oportunidades –que son cosa distinta de la carrera abierta para todos los talentos.

Mercado libre. En un marco de competencia suficiente, el libre mercado no sólo fomenta la riqueza de todos, sino que es un poderoso baluarte de las libertades individuales. El Estado no debe, pues, intervenir precios, intereses ni alquileres; tampoco debe prohibir contratos libremente acordados entre adultos, como serían los laborales o los de comercio de sustancias que sólo afectan a sus consumidores.

Defensa de la paz. Las democracias liberales procuran el mantenimiento de la paz dentro y fuera de sus fronteras y sólo emplean la violencia para defender a sus ciudadanos de la violencia de enemigos interiores o exteriores.

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También hace un buen comentario sobre las relaciones con la socialdemocracia y el conservadurismo. Y por qué suele ser más fluida la relación con el segundo, hasta el punto de hablarse, en ocasiones, de "alianza entre liberales y conservadores" (en Estados Unidos, incluso con los neoconservadores, dentro del Partido Republicano) por más que, en realidad, y hay que reconocerlo, este entendimiento, en buena medida, procede de la oposición al socialismo que une a ambos. En España, por centrarnos un poco en nuestro país, un vicio adquirido y habitual es definirse liberal en función de aquello que se rechaza de la izquierda, de tal modo que, al final, casi todo lo "no izquierdista" sería "liberal".

Según expuso Hayek en "Los fundamentos de la libertad", "el conservador, como el marxista, considera natural imponer a los demás sus valoraciones personales". El liberal "en abierta contraposición a conservadores y socialistas, en ningún caso admite que alguien tenga que ser coaccionado por razones de moral o religión". Para el liberalismo, no hay nadie con superioridad moral para decir a los demás lo que deben hacer o creer y por ello quizás, "el socialista desengañado, con mucha mayor facilidad y frecuencia, tranquiliza sus inquietudes haciéndose conservador en vez de liberal".

Aunque sí sea cierto que el liberal, habitual y normalmente, suele encuentrar un interlocutor más abierto y receptivo en el conservador que en el socialista. El propio Hayek reconoció en alguna ocasión sentirse más próximo a los conservadores que a los socialistas. Asimismo, el economista austriaco considera que los conservadores no son, pese a las diferencias, desdeñables como dique de contención o freno en aquellas situaciones en que la deriva socialista amenace con llevarnos por delante a todos. Aquí coincido también plenamente con él (qué nos van a contar en España).

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El socialista quiere libertades personales sin responsabilidad, y pública intervención en lo económico. El conservador tiende a pedir censura y control en materia de costumbres, y se inclina (al menos en los Estados Unidos) a favor del libre mercado.

La razón por la que (...) el liberalismo clásico está más cerca de los conservadores que de los socialdemócratas es que a los conservadores es posible convencerles de que, librado el individuo del paternalismo de los socialistas, que quieren imponerle, quiéralo o no, lo que conviene a la sociedad, el individuo se hace más responsable, más ahorrador, más innovador e incluso más sinceramente religioso, como lo es en Estados Unidos.

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