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sábado, 31 de julio de 2010

¿El socialismo de derechas de Rajoy es una alternativa de futuro?



¡Rotundamente NO!, porque Rajoy, infiel con los principios que debe poseer todo gestor público, ha optado por una política de bajo perfil, consistente en huir del pasado, esconderlo y perderse en divagaciones oportunistas. Asimismo evita defender con dureza cualquier postura, simulando la política demagógica de Zapatero y colaborando así a desmovilizar a la sociedad, comenzando con su base de electores, envidia de cualquier otro partido por su capacidad de reflexión y superioridad intelectual.

Rajoy y sus compinches socialistas de derechas fundamentan su actuación política en la omisión de toda conducta que pueda resultar escandalosa a sus oponentes socialistas de izquierdas. Pero todos sabemos que jugar a no quedar mal con canallas siempre se ha pagado muy caro.

Con este comportamiento ha intentado no escandalizar al socialismo más extremista y atraer a un sector de votantes indecisos; pero el iluso de Rajoy no ve, ¡o no quiere ver!, que los más fieles seguidores del PP, amantes de la libertad y enemigos de la demagogia populista, le están abandonando. Sólo él y sus huestes se pudrirán en la ciénaga política que han creado.

La sociedad española pasa por un momento en el que sobran los motivos para oponerse, sin tregua, a un Gobierno mediocre y arrogante que actúa a base de ensoñaciones propias de adolescentes estúpidos. Rajoy y su comparsa de políticos parásitos, anclados en el socialismo de derechas, sólo pretenden perpetuarse, como toda maldita organización burocrática. La banda de Rajoy se acurruca impasiblemente en simplicidades políticamente correctas consecuentes de su cambio de estrategia, todo para sentirse mejor con ellos mismos y ganar el poder disimuladamente.

La realidad es que con esta clase de casta política parasitaria acoplada en el PP, se mata al poco liberalismo que existía en su seno, y con ello la libertad; germinando sólo la corrupción que se extiende como un cáncer cuando se pierden los principios y que golpea sin remedio en simbiosis con sus primos socialistas de izquierdas.

Si el PP gana alguna vez unas elecciones no será gracias al voto de los ciudadanos supuestamente afectos a ese asqueroso bajo perfil, sino al de aquellos ciudadanos desesperados que se aterrorizan con la posibilidad de que Zapatero continúe su política radical y populista que esta socavando los cimientos económicos y morales de la sociedad española. Pero, si sigue perdiendo elecciones y generando desconfianza, será como consecuencia de ese estúpido centrismo que va a permitir indefinidamente a los liberticidas organizar a su capricho nuestras vida y el futuro de nuestros hijos. Esto producirá el arrinconamiento progresivo del PP como alternativa política y de regeneración democrática que, hoy por hoy, los líderes de pacotilla del PP descartan. Y es que la poltrona y pisar moqueta puede mucho en esta España caciquil.

www.lodicecincinato.blogspot.com

http://www.youtube.com/watch?v=6bV9SIvNhJ8

domingo, 3 de enero de 2010

La misma mierda con diferente olor


Es curioso como para los dirigentes del Partido Popular el programa de La Mañana de Federico en la COPE se convirtió, de repente, en el enemigo; en cambio los medios del grupo PRISA pasaron a ser los buenos y los amigos. No es una teoría mía, sino una realidad apoyada con datos, gestos y políticas. No hablamos de ambigüedades, estamos ante un partido que ha iniciado una transformación para aceptar los cambios en el modelo de Estado y de sociedad abrazándose a lo que se denomina socialismo de derechas cuyo mejor ejemplo lo representa el Alcalde de Madrid.

Los líderes del Partido Popular se acomplejan de representar lo que representan y presentan un perfil bajo. Sólo el hecho de que les tilden de crispadores les aterra y les neutraliza, así optan por pasar desapercibidos y no molestar a sus adversarios.

Esto les está alejando de su base social, de sus votantes y, por pura lógica, se mantendrán alejados del gobierno de la nación durante mucho tiempo.

La frustración de no poder gobernar les lleva a replantearse si ellos se merecen estar donde están, si piensan lo que deben pensar, si actúan como deben actuar. En definitiva, la mayoría de los líderes del Partido Popular piden constantemente disculpas por haber nacido, por ser quienes son, o peor, por recibir votos de quien los reciben y por eso deciden habitualmente abandonar sus principios, aunque algunos nunca los han tenido.

Es exactamente el caso contrario de los socialistas de izquierdas, que presumen de serlo, aunque sólo sea de boquilla. Los socialistas de izquierdas están siempre por delante, utilizando sin reparo su demagogia rastrera con el apoyo aplastante de multitud de terminales mediáticas a su servicio.

Los socialistas de izquierdas no se avergüenzan de su ideología, aunque ésta se ha llevado por delante, durante el pasado siglo, a centenares de millones de inconformes con su doctrina totalitaria. Es más, los líderes socialistas de izquierdas desconocen el significado de perfil bajo, esa gilipollez tan propia de los asesores de Aznar y Rajoy, es decir, de los Elorriaga y Lasalles que deambulan por Génova y alrededores.

El problema del Partido Popular es siempre el mismo, su acomplejamiento frente a un socialismo de izquierdas extremo, rencoroso y desafiante.

En resumen, el atentado del 11M no debía sólo garantizar la expulsión del Partido Popular del gobierno, sino que debía postrar al Partido Popular en un estado de debilidad suficiente como para que millones de españoles que confiaban en el Partido Popular no tuvieran otro remedio que aceptar, al verse privados de liderazgo político, el cambio de rumbo que se avecinaba.

El Partido Popular tiene que ser consciente que debe ser un partido alternativo al socialismo tanto de derechas como de izquierdas, porque ambos socialismos siguen siendo la misma mierda con diferente olor; debe ser un partido liberal, un partido que agrupe a esa ciudadanía que tiene claro lo que realmente se esconde bajo esa insidiosa ideología colectivista llamada socialismo.

¡Ni centros ni zarandajas! El Partido Popular debe hacerse oír y perder el miedo a no ser políticamente correcto, debe hacer una oposición seria y contundente, de lo contrario su electorado se desmovilizará definitivamente; pero que nadie piense que se rendirá; saldrá aún más vigorizado de ésta patraña, una vez depurado el partido de esa morralla de líderes que lo están pervirtiendo, porque el ciudadano no socialista nunca cesa en su lucha por la libertad.

Continúo en mi bitácora: Lodicecincinato.tk

viernes, 18 de diciembre de 2009

El Partido Popular también forma parte del circo


Nadie duda que la campaña de criminalización contra el Partido Popular, a quien se le hizo responsable de la masacre del 11M, produjo el efecto de dejar el camino libre para que desde partidos opuestos se tomara el control inicial de las movilizaciones ciudadanas afligidas por la matanza.

Posteriormente hemos visto el nuevo protagonismo estelar de los dirigentes del actual Partido Popular renegando de sus bases y optando por la simbiosis con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), o sea, el Partido Popular ha optado en sumarse sin reparo al circo de lo políticamente correcto.

¿A qué responde La tibieza que actualmente demuestra el Partido Popular de Rajoy?. ¿Qué le pasó al Sr. Rajoy durante su estancia en Méjico después de perder las elecciones?

No hay que ser muy inteligente para saber que la manipulación en las conciencias ciudadanas o el propio atentado del 11M, no fueron las causas únicas por las que el Partido Popular perdió, de nuevo, las elecciones.

Fue el mismo Rajoy y sus acólitos socialistas de derechas quien las perdió cuando, con debilidad, decidió aceptar sumiso esa imagen que los socialistas de izquierdas tenían de su partido, una imagen referenciada en la guerra civil, cuando ni siquiera existía el Partido Popular en esos años, una imagen referenciada en la catástrofe del Prestige, o una imagen referenciada en la segunda guerra de Irak; pero todo va más allá. Las cargas de profundidad van dirigidas a los fundamentos ideológicos y culturales del electorado no socialista.

Matizo en lo de “segunda guerra” cuando me refiero a la intervención bélica en Irak puesto que os recuerdo que existió una primera guerra en Irak con militares españoles que estaban cumpliendo el servicio militar obligatorio y que fueron enviados a la fuerza por Felipe González; pero al ser éste del PSOE la primera guerra siempre será buena y la segunda no. ¡Que cosas que tiene pertenecer a la secta!. Ellos se sienten únicos legitimados para determinar si una guerra es justa o no, pero esto es posible gracias a la existencia de millones de zoquetes que aplauden tal gilipollez o que se entusiasman con el nuevo premio Nóbel al pacifismo bélico color chocolate.

Rajoy y sus adeptos aceptaron sin rechistar la versión zapaterista de la segunda guerra, sin darse cuenta de que al hacerlo hicieron suya también la caracterización de belicistas, mentirosos y antidemocráticos que les habían endosado.

Todo sabemos que los dirigentes del Partido Popular han deambulado, durante éstos últimos años, por los medios de comunicación, desde los que se les había llamado asesinos, para someterse a un martirio de entrevistas en las que sólo se respiraba ira y desprecio. La fonoteca de la cadena Ser y la hemeroteca del periódico El País están repletas de disculpas, disimulos y huidas de estos personajillos de escasos principios.

Pero cuanto más intentaron los responsables del Partido Popular escapar del estigma de la guerra iraquí, más se intensificó la presión del socialismo de izquierdas hacia ellos, persiguiéndoles aún con más ahínco. Este arrodillamiento sumiso nunca aplacó o aplacará a sus maltratadores.

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