Mostrando entradas con la etiqueta URSS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta URSS. Mostrar todas las entradas

sábado, 11 de junio de 2011

Dictaduras y dictablandas



Cuando hablan los liberticidas de dictaduras siempre traen a colación la dictadura de Franco. Hoy os voy a ilustrar con una anécdota bastante clarificadora para que aprendáis lo que es una verdadera dictadura.


En una ocasión el señor Alexander Solzhenitsyn , premio nobel y testigo personal del mayor totalitarismo del siglo XX, visitó la España de Franco después de haber tenido la suerte de ser desterrado de aquel infierno soviético que representaba la URSS.

En un programa de la televisión franquista hizo unas declaraciones:

"Los comunistas y socialistas españoles llaman dictadura al régimen vigente en España. Hace días que yo viajo por este país y he quedado asombrado. ¿Acaso sabe esa gente lo que es una dictadura?


He aquí algunos ejemplos de lo que he visto:


Los españoles son absolutamente libres para residir o trasladarse a cualquier parte de España. Los soviéticos no pueden hacerlo. Están amarrados a su lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tienen derecho a marcharse de tal o cual población. También he podido comprobar que los españoles pueden salir libremente al extranjero. En nuestro país estamos como encarcelados.


Paseando por Madrid y otras ciudades he podido ver que se venden en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increíble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros se verían inmediatamente decenas y decenas de manos tendidas luchando por procurárselos.


También he observado que en España uno puede utilizar libremente máquinas fotocopiadoras. Todo individuo puede fotocopiar cualquier documento depositando una moneda en el aparato. Ningún ciudadano de la Unión Soviética podría hacer una cosa así. Cualquiera que emplee máquinas fotocopiadoras es acusado de actividades contrarrevolucionarias.


En su país se toleran las huelgas. En el nuestro, en los sesenta años de existencia del socialismo jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huelguísticos de los primeros años de poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladora pese a que sólo reclamaban mejores condiciones de trabajo. Si nosotros gozásemos de la libertad que ustedes disfrutan aquí nos quedaríamos boquiabiertos.


Hace poco han tenido ustedes una amnistía. La califican de "limitada". Se ha rebajado la mitad de la pena a los combatientes políticos. ¡Ojalá a nosotros nos hubiesen concedido una sola amnistía limitada como la suya! La mayoría entra en la cárcel para morir en ella. Muy pocos hemos tenido la suerte de salir para contarlo”.

Los socialistas españoles del momento, tanto los radicales como los moderados, reaccionaron con auténtico cabreo contra Solzhenitsyn. La prensa comunista o comunistoide acusó a la televisión de crear un "escándalo" y de renovar la guerra civil por medio de una "operación de propaganda" fanática y apasionada como la de Solzhenitsyn.

A esos liberticidas les dolía que alguien salido de ese pseudoparaíso socialista manifestara con absoluta claridad la realidad que se ocultaba al otro lado del muro de la vergüenza que tanto defendían y que tomaban como ejemplo de sociedad perfecta. Esos tipejos respetaban tanto al sistema totalitario soviético, por no decir que simpatizaban con él, que no podían permitir semejante ultraje de un reaccionario como era, para ellos, el premio Nobel ruso

Uno de esos liberticidas, Juan Benet, que llegaría a ser el intelectual prototipo del diario sectario y pseudoprogresista español “El País”; escribió, en una explosión de sinceridad despótica, lo siguiente:

"Yo creo firmemente que, mientras existan personas como Alexander Solzhenitsyn, los campos de concentración subsistirán y deben subsistir. Tal vez deberían estar un poco mejor guardados, a fin de que personas como Alexander Solzhenitsyn no puedan salir de ellos."

He aquí otras declaraciones encontradas en la prensa de aquellos tiempos que quedarán para la posteridad:

“una vergüenza” “¿Quién habrá pagado el spot de don Alexander?” “paranoico clínicamente puro”, “Es un Nobel por nada (…) Miente a cada instante”, “Habrían debido hacer de manera que Solzhenitsyn contase todo esto al estilo de music-hall, rodeado de lindas muchachas del ballet Set 69. Este caballero tiene pasta de showman”; “La barba de Solzhenitsyn parece la de un cómico de pueblo (…) El escritor ruso hace reír al gallinero”; “Multimillonario a costa de los sufrimientos de sus compatriotas”; “Solzhenitsyn está contra toda Europa (…) Pájaro de mal agüero”; “enclenque”, “chorizo”, “mendigo desvergonzado”, “bandido” “hipócrita”, “siervo”…

Con este ejemplo nos hacemos cargo del verdadero espíritu cruel y la simpatía con el régimen del GULAG, no sólo de los liberticidas españoles, que se retrataron como son, sino del resto de los liberticidas del mundo que se sumaron a la orgía del vituperio contra el nobel.

Lo que quiso demostrar Solzhenitsyn es que la tiranía del régimen comunista era mucho más represiva, inhumana y totalitaria que la dictadura franquista. Esto no lo podían soportar aquellos pijo-progres que defendían el socialismo en aquella época, algunos vestidos de rojo y otros de azul mahón. Tampoco los tontos útiles moderados que se hacían llamar antifranquistas afirmando estupideces como que la de Franco había sido la peor de todas las dictaduras de la Historia.

Lo que hizo Solzhenitsyn con todos estos mártires de plastilina es quitarles el chupete progre revolucionario con el que disimulaban su ineptitud y cobardía para derribar la dictadura de Franco.

Chupete que les hacía exagerar la violencia represiva del régimen; convirtiendo así su miedo en heroicidad cuando hablaban mal del caudillo mientras tomaban un café con churros en un bar a plena luz. Porque comer se comía con la dictablanda de Franco, algo que nunca han querido reconocer los liberticidas, a diferencia de las hambrunas y la escasez de sus dictaduras al estilo soviético o de matiz bananero.

Aquella oposición no constituía para nada una alternativa al franquismo ¿Qué habría sido de España si esos tipos hubieran dirigido la transición a la democracia mediante su proceso de “ruptura” como ahora pretenden hacer de nuevo?

sábado, 30 de enero de 2010

Karl Marx. El burgués que embarazaba a las criadas


¿Sabéis quién dijo que "la intromisión por parte de las autoridades puede agravar una crisis preexistente"?

¿Federico Jiménez Losantos? NO. ¿Margaret Tatcher? NO. ¿Ronald Reagan? NO. ¿Milton Friedman? NO. ¿Adam Smith? TAMPOCO.

No fue ninguno de los liberales mencionados. La frase pertenece a Karl Marx. Al contrario que la mayoría de los socialistas de hoy, Marx estudió economía. ¡Ahora me explico porqué Karl Marx fue uno de los primeros en declararse "no marxista!

La causa del gran éxito de Karl Marx y del marxismo no fue porque su utópica doctrina fuera viable y eficiente, que no lo es en absoluto para el género humano; sino por el hecho de que creó la teoría ideal para justificar un sistema basado en un Estado muy poderoso que utiliza la coacción violenta para garantizar su aplicación, además de controlar, de paso, todas las facetas de la vida del ciudadano y robarle su Libertad. Por el contrario, al Liberalismo le cuesta mucho prosperar sin una teoría sistemática equivalente, o sea, sin una teoría consistente e integrada en un sistema social nuevo que se blinde frente a los ataques de ideologías liberticidas.

“Proletarios de todos los países del mundo, ¡perdonadme!”. Esto se podía leer, al día siguiente a la caída del muro de Berlín, en la base del monumento a Karl Marx, ese hipócrita burgués que embarazaba a las criadas proletarias. En este caso el calificativo de burgués no lo digo por despreciar a los empresarios o emprendedores tal como lo hacen denostadamente los liberticidas. Porque la burguesía, con la ayuda de la economía de mercado y el consiguiente esfuerzo en desarrollar las tecnologías aplicadas a los medios de producción, es la que ha logrado sacar de la miseria a millones de personas. Mis críticas se refieren a esos hijos de familias acomodadas, tipejos hipócritas como Karl Marx, Ernesto Ché Guevara, Fidel Castro y muchos otros niños malcriados cuya infancia fue maravillosa gracias a la riqueza de sus padres antes de arruinarse y luego les da por ser revolucionarios pretendiendo que se reparta a la fuerza las rentas de otros.

Algún ciudadano que había estado prisionero tantos años al otro lado del sanguinario muro de Berlín debió pensar que ni siquiera Marx podría seguir siendo marxista tras comprobar los desastres de la aplicación real del socialismo extraído de sus teorías. Teoría cuya puesta en práctica ha facilitado la mayor experiencia de miseria y terror que ha conocido hasta ahora el ser humano. En eso consiste la materialización de la utopía socialista y en eso consiste la pesadilla que algunos descerebrados liberticidas están encabezonados en hacerla viable de nuevo en este siglo.
Lodicecincinato.tk

domingo, 27 de diciembre de 2009

Mujer, 48 años, seria, divorciada, enseña gratis el búlgaro



Traigo a colación la anécdota de Ramón. Mi amigo Ramón es un tipo bonachón y tímido, sobre todo con las mujeres. Ramón fue el típico niño sometido a la enseñanza “progresista” que tanto gusta a los socialistas, es decir, que en él ha progresado el desinterés, el analfabetismo funcional y la falta de esfuerzo intelectual. Ramón es una bellísima persona pero su defecto es que es poco autodidacta, se conforma con los paupérrimos conocimientos adquiridos en la escuela pública y nunca ha hecho nada por mejorarlos.

Ramón me repetía con frecuencia que, con sus 30 años, estaba deseoso por abandonar su estado de soltería; pero lo que realmente quería Ramón era perder su virginidad y no sabía como. Un día le convencí que utilizara una sección de contactos amistosos de una revista para que pudiera conocer a su media naranja. Ramón, ilusionado, le pareció una buena idea.

A la semana siguiente me encontré con Ramón y le pregunté como le había ido en su primer contacto. Ramón me dijo que se había citado con una señora cuyo anuncio decía: “Mujer, 48 años, seria, divorciada, enseña gratis el búlgaro”.

Ramón, algo angustiado, me dijo que en la primera cita comprobó que el búlgaro no era lo que pensaba.

El pobre de Ramón desconocía que existía un país llamado Bulgaria y que el búlgaro es una lengua indoeuropea de la rama meridional de las lenguas eslavas, que se escribe con caracteres del alfabeto cirílico.

Sin embargo, a pesar del malentendido, Ramón se hizo muy amigo de la búlgara, cuyo nombre era Salud.

Ramón me contó que en la primera clase aprendió que en búlgaro, para decir sí y no, se agita la cabeza al revés: SÍ, de forma horizontal (de derecha a izquierda); NO de forma vertical, o sea, de arriba a abajo.

Salud también le había hablado sobre su vida en Bulgaria, de su infancia en la escuela. Le contó como un día su maestro de escuela quiso explicar a los alumnos en qué consistía el paraíso comunista que teorizó Karl Marx, a través de una frase célebre: "De cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades".

Salud estaba acostumbrada a la propaganda marxista que machaconamente recibían los cándidos alumnos en la escuela estatal. Como es lógico no había libertad de opción para optar por otro tipo de escuela. El socialismo de aquella República Popular Socialista Búlgara, vinculada a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) era así de rotundo en lo que respecta al tema de las libertades básicas de los ciudadanos.

Salud, desde pequeñita, cometía con facilidad el pecado de reflexionar y pensar con lógica en un entorno muy peligroso para hacerlo. Después de la charla recibida sobre Karl Marx se atrevió a preguntar al maestro lo siguiente:- "Si mi compañero de pupitre y yo iniciamos el año con el mismo dinero, pero yo con eso compro semillas y cultivo un huerto, mientras que él se gasta todo el dinero en cerveza y prostitutas, ¿deberé repartir con él lo que obtenga cuando venda las verduras y hortalizas obtenidas con mi trabajo y esfuerzo?"- La consecuencia fue que debido a su insolente pregunta la trasladaron a una escuela para alumnos a los que, por cuestiones ideológicas, se les vetaba su acceso a la universidad. Asqueada del socialismo, cuando tuvo oportunidad, hizo las maletas y huyó a España. Salud fue muy valiente porque el gobierno socialista había decretado que todas las personas que dejaran el país sin permiso serían condenadas a pena de muerte y sus familias corrían el riesgo de ser internadas en campos de concentración.

Salud fue un producto defectuoso de la educación normalizada socialista.

-“Desde entonces ha llovido mucho en Bulgaria; ¡incluso se derrumbó el maldito muro de Berlín pero no en las mentes de algunos!”- decía sabiamente la señora búlgara.

Saludos Поздрави (pozdravi)



Continúo en mi bitácora: Lodicecincinato.tk