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domingo, 22 de mayo de 2011

¿Democracia Real YA o Libertad YA?



Las propuestas de esa gente que se extasía con el movimiento “Democracia Real YA” son equivocadas y contradictorias a sus postulados principales puesto que quieren más, no menos política; quieren menos, no más mercado; siendo la economía de mercado la única capaz de crear ese empleo que tanto demandan, al menos de boquilla. Porque, no nos engañemos, algunos tienen muy poca pinta de querer trabajar. Eso sí, quieren una política y un mercado mangoneado por "el pueblo", como si el pueblo no pudiera ser totalitario o como si no hubiese déspotas capaces de manipular al pueblo a base de consignas placenteras y alienantes. En definitiva, la gente que se extasía con el movimiento “Democracia Real YA”, quieren menos libertad individual y más Estado, donde unos pocos dirijan a su antojo la vida del resto de la ciudadanía. Algunos ilusos les han colgado la medalla de "inconformistas". Yo los observo y les veo muy conformes con las consignas de la izquierda radical, sectaria y liberticida.


El analfabetismo político es una de las características de la gente que se extasía con el movimiento “Democracia Real YA”. Su caos ideológico desprende un tufillo cuyo aroma es bien conocido entre los satrapas de medio mundo. En el fondo son anticapitalistas y genuinamente estatistas. Ingredientes básicos tanto para el socialismo de izquierdas o comunismo, como para el de derechas o nacionalsocialismo. Todo socialista, sea de derechas o de izquierdas, gusta poner apellidos a la democracia (orgánica, popular, asamblearia, etc), tal como ocurrió con el fascismo y el comunismo durante el siglo pasado.

La tendencia futura de la gente que se extasía con el movimiento “Democracia Real YA” es seguir enturbiando la poca democracia que les queda a los españoles, a través de consignas anticapitalistas que induzcan a cambios políticos más nocivos para el futuro de la ciudadanía. El movimiento “Democracia Real YA” es la llave para el totalitarismo. Una llave puesta a disposición del primer tirano que pase por la Puerta del Sol de Madrid con la que abra la pesadilla donde esconde sus sueños utópicos liberticidas. Sueños que siempre acaban ahogados en sangre y miseria.

Los populistas conocen muy bien la forma de ganar voluntades con promesas de subsidios, ayudas o regalando viviendas, siempre a costa de los malditos y abstractos “ricos”. ¡Y la gente mediocre encantada con esto y sonríe!, hasta que un día a alguno se le ocurra decir: ¡Tu eres más rico que yo, por tanto tengo legitimidad para quitarte lo que tienes!. En ese momento la sonrisa de esa gente mediocre se convertirá en desesperación y angustia.

Esta claro que para arreglar la jodida crisis financiera internacional se debe permitir que sean los propios ciudadanos en un marco de libertad y libre mercado los que tomen las riendas de la situación, en vez de proceder a intervenciones cada vez más escandalosas con el dinero de aquellos que lo pueden producir honradamente con su trabajo y esfuerzo. Porque lo que está sucediendo actualmente en la economía internacional es el resultado de inversiones muy arriesgadas en un clima de falso bienestar creado por los Estados socializados y amparadas por éstos, como últimos salvadores, que nunca se hubieran planteado si no existiera esa red pública que garantiza el fracaso de unos desalmados a costa del contribuyente.

Todo es consecuencia del intervencionismo económico, de gobiernos omnipotentes que arrinconan la libertad y la propiedad privada, malgastando la riqueza de los ciudadanos en su particular sueño mesiánico por rescatar una economía que sería capaz de salvarse a sí misma si no se lo estuvieran impidiendo; es decir, todo es consecuencia del triunfo de ese socialismo o capitalismo de Estado, que impone más reglamentos, más control y menos libertad individual. Todo lo contrario a un deseable capitalismo democrático.

Esta claro que podemos cambiar las cosas, pero no siempre tiene porque ser positivo el resultado del cambio, por tanto debemos de reflexionar bastante sobre el apoyo que podamos dar, aunque sea con buenas intenciones, a los que quieren “perversamente” y de forma disimulada un futuro negro para todos.

Ahora es urgente y necesaria una enorme masa crítica de gente independiente y que no se deje embaucar por la primera consigna que oiga. Masa crítica que desgraciadamente hoy no existe; más bien existe una enorme masa crítica totalmente contraria a lo que debería ser, y ésto es muy peligroso.

La construcción política de una verdadera sociedad libre y democrática sólo será posible mediante una continua docencia ciudadana directa y, en principio, sin cientificismo. Esto no quiere decir que nos olvidemos del frente académico tan necesario en una sociedad que quiera progresar, sino que sea complementario y parejo al frente de la política activa de calle.

Los liberales debemos llegar a la gente, motivarla para que reflexione y acostumbrarla a no dejarse llevar ni por la consigna de partido ni por la demagogia del primer iluminado que se crea un Mesías sentado a la derecha o a la izquierda de Dios.

Debemos ser pragmáticos frente a sentimentalismos baratos y debemos actuar con un sentido evolutivo frente al sentido revolucionario de hoz y martillo. Creo que en mi bitácora ya dejo bastante claro hacia donde lleva siempre esos amagos de revolución organizados desde el socialismo de izquierdas.

El socialismo revolucionario siempre se inició asambleario y acabó como una dictadura en manos de unos pocos. Sólo limítate a observar como acaba el socialismo allá donde se hace con el poder absoluto. Siempre en lo mismo, no falla: despotismo, sucesión dinástica, corrupción, capitalismo de Estado o mercantilismo, sectarismo, violencia, monopolio estatal de la economía, falta de libertades, desesperación, etc.

Debo remarcar que es trascendental la característica violenta del socialismo puesto que sus seguidores la ocultan de manera sistemática. La coacción es el fundamento para mantener un sistema económico de carácter planificador e intervencionista basado en una ideología ineficaz y creadora de miseria.

Lo más parecido al “gobierno de todos” se da únicamente en democracias liberales que pueden subsistir gracias a que los ciudadanos saben vivir en democracia porque tienen capacidad de reflexión y votan con la cabeza no con el culo. Ya sabes que del culo sólo puede salir mierda, como se comprueba en las pseudodemocracias populistas.

¿Qué pensáis que es la democracia? ¿Acaso no veis que el derecho a la democracia, como el derecho a ser padre, se tiene que adquirir con una cierta mínima formación de la persona, sabiendo al menos qué es y qué no es la democracia, y exigiéndola luego íntegra?

Deberías saber que tener garantizadas unas elecciones y votar no significa vivir en Libertad. Un hombre no es menos esclavo porque se le permita elegir a un nuevo señor una vez cada legislatura. El fundamento de la democracia y el de la Libertad son diferentes y nunca lo debemos confundir.

Las elecciones te permiten elegir unos simples gestores del Estado pero no deben ser un trampolín para unos mandatarios déspotas que regulen todos los aspectos de tu vida. No lo olvides, concurrir a unas elecciones no es suficiente para garantizar o defender tu Libertad.

Tampoco la democracia se puede basar solamente en el gobierno de la mayoría, pues una mayoría podría gobernar de un modo tiránico. Podemos decir que, a veces, choca la democracia con la libertad. Por ejemplo, si Mario y Sofía, muy espabilados, votan que el tonto de Fernando debe entregarles la mitad de lo que gane trabajando, la situación será perfectamente democrática, pero no debe suceder en una sociedad libre.

La democracia no es poder absoluto, ni poder expansivo. Es contrapoder, es división de poderes. Es, sobre todo, poder limitado, o sea, cuanto menos clase política mejor. Cuanto menos Estado más libre seremos.

A todos los que amáis la Libertad y el verdadero progreso: ¡¡ PERMANECED ATENTOS Y EN GUARDIA !!




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jueves, 4 de marzo de 2010

FAQ anarcocapitalista


1.- ¿Qué es el anarcocapitalismo?

El anarcocapitalismo es la filosofía política y la teoría que considera que
1. el Estado es un mal innecesario y debe ser abolido, y
2. un libre mercado de la propiedad privada el sistema económico es moralmente admisible.

La primera parte es simplemente la definición de "anarquismo" y la segunda parte es propietarismo ligero, generalmente más conocido como "mercado libre" o "laissez-faire". Miremos más de cerca cada una de las dos partes de nuestra definición. La permisibilidad moral es una posición "mínima". Casi todos los anarco-capitalistas creen también que el laissez-faire sistema económico es en general mejor que otras alternativas. Algunos propietaristas duros, tales como los objetivistas, van más allá y afirman que el laissez-faire es el único sistema económico moral.

Una definición1 típica de diccionario de anarquismo es: "La teoría o doctrina que defiende que toda forma de gobierno es opresiva, no deseable y debería ser abolida".2 Esta definición sigue la etimología de la palabra: "anarquismo" se deriva del griego αναρχία,significando "sin arconte" (gobernador, jefe o rey.) Este es el significado básico de la expresión - contra el Estado. Esto significa en contra de ella por principios, como institución, no sólo en contra de determinadas políticas o personas.

Murray Rothbard acuñó el término "anarcocapitalista" en el invierno de 1949 o 1950. "Toda mis postura era inconsistente [...], sólo había dos posibilidades lógicas: el socialismo o el anarquismo. Dado que era imposible para mí ser socialista, me vi empujado por la irresistible lógica del caso, un anarquista de propiedad privada, o, como más tarde lo denominaría, un anarcocapitalista"3.


2.- ¿Por qué debería uno considerar el anarcocapitalismo?

En primer lugar, está la cuestión de la autopropiedad, como los abolicionistas la denominaron, o la autonomía moral, como lo llaman los filósofos. ¿Es su vida su propio propósito moral? ¿Se le debe obediencia a alguien, independientemente del consentimiento? En el lenguaje de los derechos naturales: ¿Tiene usted derechos - reivindicaciones morales a la libertad de acción? Si usted responde sí a cualquiera de estas preguntas, entonces la lógica lleva a la posición del anarquismo filosófico.
La marca definitoria del Estado es la autoridad, el derecho a gobernar. La obligación primaria del hombre es la autonomía, la negativa a ser gobernado. Parece, pues, que no puede haber solución del conflicto entre la autonomía del individuo y de la supuesta autoridad del Estado. En la medida en que un hombre cumpla con su obligación de hacerse el autor de sus decisiones, se resistirá a la pretensión del Estado de tener autoridad sobre él. Es decir, negará que tiene el deber de obedecer las leyes de este Estado, simplemente porque son las leyes. En ese sentido, parece que el anarquismo es la única doctrina política coherente con la virtud de la autonomía.4

Una segunda razón más utilitaria es el triste récord de los Estados. Teniendo en cuenta todos las guerras, los genocidios, la esclavitud y la represión perpetrados por los Estados a través de la historia, ¿no podría hacerlo mejor la humanidad sin esta bárbara institución? Como el joven Edmund Burke escribió en el primer ensayo anarquista del mundo (antes de que se volviese conservador):
Estos males no son accidentales. Quien se tome la molestia de examinar la naturaleza de la sociedad, se encuentra con que son el resultado directo de su Constitución. Porque la subordinación, o en otras palabras, la reciprocidad de la tiranía y la esclavitud, es necesaria para mantener estas sociedades, el interés, la ambición, la maldad o la venganza, más aún, incluso el capricho y capricho de un hombre dominante entre ellos, es suficiente para armar a todos los demás, sin ningún tipo de punto de vista propios, a los peores y más negros propósitos, y lo que es a la vez lamentable y ridículo, estos desgraciados se acoplan debajo de los carteles con un mayor furia que si estaban animados por la venganza de sus propios errores.5

Eso fue escrito en 1756, mucho antes de que las armas modernas de destrucción en masa y mucho antes de que 170 millones de personas civiles fueran asesinados por sus propios gobiernos en el siglo XX. Esas son sólo las muertes de civiles perpetrados por sus propios gobiernos, que no cuentan las muertes debidas a los Estados enemigos, las muertes de los soldados, los refugiados desplazados, y así sucesivamente. Para citar a Rothbard, "Si nos fijamos en el historial negro de asesinatos en masa, la explotación y la tiranía en la sociedad perpetrados por los gobiernos a través del tiempo, no debemos ser reacios a abandonar el Estado Leviatán y... probar la libertad".


3.- ¿Favorecen los anarcocapitalistas el caos?

No. Los anarcocapitalistas creen que una sociedad sin Estado sería mucho más pacífica, armoniosa y próspera que una sociedad bajo el estatismo. Vemos la vida bajo los Estados como caótica - la locura de la guerra y la arbitrariedad de la regulación gubernamental y el saqueo. Los anarcocapitalistas están de acuerdo con el "padre del anarquismo" Pierre-Joseph Proudho: "La libertad no es la hija, sino la madre del orden", y su contemporáneo Frederic Bastiat, que escribió sobre la "armonía natural" del mercado, que "un orden natural y sabio que funciona sin nuestro conocimiento"6.


4.- ¿Es utópico el anarcocapitalismo?

No. Los anarcocapitalistas tienden a ser pragmáticos, y argumentan que, sin importar lo malo o bueno que es el hombre, está mejor en libertad. Si los hombres son buenos, entonces no tienen necesidad de gobernantes. Si los hombres son malos, entonces los gobiernos de los hombres, compuesto de los hombres, también serán malos - y probablemente peores, debido a la amplificación del Estado del poder coercitivo. La mayoría de los anarcocapitalistas piensan que algunos hombres están bien y otras no lo son, y siempre habrá algún delito. No esperamos ningún cambio importante en la naturaleza humana en ese sentido. Ya que el utopismo, por definición, requiere un cambio en la naturaleza humana, el anarcocapitalismo no es una utopía.


5.- ¿No es explotador el capitalismo de laissez-faire?

No. Literalmente, laissez-faire significa "dejad hacer". Significa absolutamente ninguna intervención gubernamental en la economía - el libre mercado. Por supuesto, esto es un ideal. Ciertamente, el statu estatal no es capitalismo de laissez-faire. Incluso en los llamados Estados "capitalistas" (en realidad economías mixtas), el gobierno se involucra en todo tipo de intervención: la fiscalidad, la regulación, el proteccionismo, las prohibiciones, licencias profesionales, los monopolios en "puestos de mando" de la sociedad.
Los puestos de mando vitales invariablemente propiedad monopólica del Estado son: (1) la protección policial y militar, (2) la protección judicial; (3) el monopolio de la Moneda (y el monopolio de la definición de dinero); (4) los ríos y los mares costeros; ( 5) las vías urbanas y carreteras, y la tierra en general (de la tierra no utilizada, además del poder de dominio eminente), y (6) la oficina de correos. La función de defensa es la reservada más celosamente por el Estado. Es vital para la existencia del Estado, para su monopolio de la fuerza depende de su capacidad para exigir impuestos a los ciudadanos. Si a los ciudadanos se les permitiesen tribunales y ejércitos privados, entonces poseerían los medios para defenderse de los actos invasivos por el gobierno, así como por particulares.7

Con el Estado -el mayor y peor explotador de todos los tiempos- la explotación, en términos de agresión, desaparecería. Sería una sociedad voluntaria, una anarquía.

Algunos dicen que la propiedad y el capitalismo son automáticamente explotadores, ya que permiten beneficios y/o la propiedad privada. Responderemos a esto más abajo, en la sección denominada ¿Cuáles son los mitos del socialismo?



6.- ¿Qué justificaciones hay para el anarcocapitalismo?

La justificación más general fue dada más arriba, en el punto 2: ningún hombre debería ser gobernado por otro hombre. La soberanía individual, la autonomía moral, la dignidad, el alma, como quiera llamarlo, requiere que la persona se resista a ser gobernada. ¿Qué hay de la parte "capitalista? Hay varias justificaciones dadas por varios anarcocapitalistas.

Justificaciones morales:
  • La vida del hombre en cuanto hombre, el hombre como un ser racional, moralmente exige un sistema económico de laissez-faire. (Ayn Rand y los objetivistas)
  • El hombre debe ser libre y estar sin coacción para que el hombre, en especial su facultad moral, se le permita evolucionar. (Herbert Spencer)
  • Existe un principio moral fundamental en la sociedad civilizada: nadie debería violar los derechos (generales y morales) de los demás, es decir, iniciar la fuerza o la amenaza de la fuerza. Esto se llama PAN - Principio de no-agresión. (Spencer, Rand, Rothbard)
  • El capitalismo es contractual, es lo que la gente racional acuerda implícitamente al entrar en la sociedad. (Narveson)

Otras justificaciones:
  • El libertarianismo capitalista es simplemente lo que la sociedad va a hacer más o menos en muchos o la mayoría de los lugares en ausencia de un Estado. (David Friedman) Este es un enfoque económico utilitario o "libre de valores".
  • No se puede argumentar en contra del anarcocapitalismo sin estar implícitamente de acuerdo con sus supuestos básicos.


7.- ¿Están los anarcocapitalistas en contra de la guerra?

Si usted toma en consideración que las guerras son conflictos violentos entre Estados, entonces los anarcocapitalistas están fervientemente en contra de la guerra. Los anarco-capitalistas no ven la política mundial con a traves de los paradigmas estatistas convencionales - como n conjunto de Estados que compiten, con todos los hombres en el equipo de un Estado. Los anarcocapitalistas entienden que los gobernantes y los ciudadanos tienen intereses muy diferentes. Los gobernantes intentan ganar poder, prestigio y popularidad a través de la guerra, mientras que los ciudadanos deben pagar los costos, en vidas y en dinero, y en el nivel de vida y calidad de vida. Las guerras se deberían ver como conflictos por el poder entre políticos petulantes y enloquecidos. Así, los gobernantes obtienen beneficios del militarismo, pero cargan los costes a los demás. También utilizan la guerra como una oportunidad idónea para conseguir el poder. Por último, utilizan la guerra como un instrumento de propaganda para ganar apoyo para su gobierno.
Ya que la superficie del planeta ha sido repartida entre Estados particulares, una de las doctrinas básicas del Estado es que identificarse con el territorio que gobernaba. Como la mayoría de los hombres tienden a amar a su patria, la identificación de esa tierra y su gente con el Estado era un medio de hacer al patriotismo natural trabajar en beneficio del Estado. Si "Ruritania" estaba siendo atacado por "Walldavia", la primera tarea del Estado y sus intelectuales era convencer a la gente de Ruritania que el ataque fue realmente sobre ellos, y no sólo a la casta gobernante.8

Hasta ahora hemos hablado del Estado tradicional en las guerras de Estado. ¿Qué hay de las guerras no tradicionales, tales como la "guerra" contra el terrorismo? Los anarcocapitalistas no ven la "guerra contra el terrorismo" como una guerra de buena fe. El terrorismo es una actividad criminal, y debe ser tratada como tal. Está justificado detener a los autores reales del terrorismo, pero es un error de violar a los no combatientes. Los actos terroristas deben ser tratados como un asunto de justicia penal mediante agentes de paz, no como una guerra entre Estados, con bombardeos y las invasiones y las víctimas civiles.

La mayoría de los anarcocapitalistas creen que el Estado moderno, por la naturaleza misma de la forma en que lucha las guerras, no puede participar en una guerra justa. El armamento moderno hace que sea imposible para un Estado hacer la guerra sin matar a personas inocentes. Un crimen obvio, como el ataque del "11 de Septimbre" se enmarca, no como un homicidio múltiple que requiere una investigación policial, sino como un acto de guerra, ordenando la violencia militar. Y el público agitador de banderas lo aceptó. El sitio web en  antiwar.com es editado y dirigido por los anarcocapitalistas pacifistas Justin Raimondo y Jeremy Sapienza.


8.- ¿Cuáles son los mitos del estatismo?

El paradigma del estatismo divide el mundo en Estados competidores, y a los hombres en súbditos de esos Estados. El Estado tiende a tener éxito en la compra de los servicios de "intelectuales de la corte" para convencer a la gente de que un liderazgo sabio es necesario, para su propio bien, inevitable, y en cualquier caso mejor que cualquier otra alternativa. Éstos son algunos mitos comunes:
  1. Nosotros somos el gobierno. Este es quizás el mito más insidioso - una forma de victimización extrema. Este síndrome de Estocolmo es una forma virulenta de síndrome de Estocolmo. Esta identificación con el gobernante es omnipresente en las sociedades estatistas. Una persona que nunca ha estado cerca de un avión militar podría decir, "nosotros bombardeamos Irak" o "estamos luchando para llevar la democracia". De hecho, la elite gobernante está tomando las decisiones, y sus secuaces militares están haciendo la matanza. Es muy importante evitar el uso esclavo del nosotros en el habla, ya que impide el pensamiento crítico. Cuidado con el colectivo ambiguo. Puede que se necesita práctica para ser capaz de traducir al instante "Apoya a nuestras tropas" por "apoya a los matones a sueldo del gobierno".
  2. El gobierno actúa por el bien común. Hay problemas con este punto de vista utilitario vulgar. ¿Qué es el bien común? (Nadie está de acuerdo.) Si de alguna manera sabemos que es el bien común, ¿cómo ponerlo en práctica? (Nadie lo sabe.) Incluso si llevamos a cabo un plan, ¿cómo sabemos que tendría los resultados deseados? (No lo sabremos, y una planificación social impuesta coercitivamente a menudo tiene importantes consecuencias perversas.) También hay objeciones institucionales para el mito. Por qué el Estado actuaría en favor del bien común y no en favor de los intereses de los gobernantes. Los gobernantes toman las decisiones, y tienen incentivos como todos los hombres. La teoría de la elección pública es un predictor más fiable del comportamiento político que una ingenua fe en el pluralismo Pollyanna.
  3. El gobierno es la única forma de resolver X problema. Esta es la falacia de la solipotencia del gobierno - la creencia errónea de que sólo el Estado puede resolver los problemas de la sociedad. De hecho, cada servicio válido que los gobiernos realizan ahora se puede hacer más moralmente, y por lo general mejor, de manera voluntaria. Prácticamente todos los servicios del gobierno actual se ha hecho, en algún momento de la historia, de manera voluntaria. Las calles privadas, tribunales privados, la policía y los sistemas jurídicos, seguros privados baratos de salud, la entrega del correo, la certificación de control de calidad, la preservación de la vida silvestre, y así han sido todos realizados de forma privada.
  4. El Estado y la sociedad son lo mismo, o al menos muy afines. Similar al mito número 1, este es un intento de ocultar la diferencia importante entre la sociedad y el Estado. La sociedad es la suma total de todas las interacciones humanas voluntarias, el Estado es la institución de monopolio de la fuerza y el saqueo legal. Ellos son enemigos mortales. El gobierno obtiene más poder, la sociedad tiene menos poder. La lucha entre la libertad y la autoridad es un juego de suma cero.


9.- ¿Cuáles son los mitos del socialismo?
  1. La doctrina del justo precio y del costo-precio de las teorías del valor. La noción medieval del precio justo impregna el pensamiento socialista. Sostiene que hay un precio dado por Dios o que cada bien tiene un precio intrínseco, independientemente de lo que quieran, necesiten o deseen las personas, o de la oferta y la demanda. En el forma de la era industrial de esta doctrina, el valor de una se considera bueno si era igual al coste de producción, por lo general en términos de tiempo de trabajo empleado (véase la teoría del valor trabajo más abajo). Esta noción de costo-precio fue refutada en el siglo XIX por la revolución marginalista en la economía, pero sin embargo, muchos socialistas siguen sumidos en este creacionismo de la izquierda. Los economistas marginalistas, especialmente la Escuela Austríaca, considera que el valor es subjetivo. Depende de cada persona y de su situación particular y de sus valores. En el desierto, uno puede preferir un vaso de agua a un diamante.
  2. La teoría del valor-trabajo. La teoría del valor-trabajo (TVT) es la relación costo-precio de la doctrina que sostiene que todo el valor surge de la mano de obra. En otras palabras, que pretende que la tierra, el capital y el espíritu empresarial son todos no-productivos, y no pueden imputar ningún valor a un bien (salvo en la medida en que representan la mano de obra del pasado). La invalidez general de todas las doctrinas de precio justo ya ha sido percibido. El pensamiento moderno (marginalista) es que el valor no está determinado por el coste en absoluto, sino por las preferencias subjetivas de los compradores, de la interacción con la cantidad disponible del bien en cuestión. Esto se conoce como la teoría subjetiva del valor. Incluso en su propios términos de precio intrínseco, la TVT no tiene en cuenta los factores de producción que no sean mano de obra. Los contra-ejemplos son abundantes, por ejemplo, no importa cuánto tiempo dedique a producir pasteles de barro, ya que no tendrán ningún valor; una botella de vino gana valor simplemente por el envejecimiento, y así sucesivamente. Es posible formular una TVT puramente descriptiva, que usa el tiempo de trabajo como la medida de la productividad de la tierra y el capital, como Kevin Carson hace en la primera parte de su libro Estudios de economía política mutualista, sin embargo la utilidad de esto es dudoso, y la tentación de caer en la interpretación prescriptiva es enorme, como hace Carson sin justificación en la segunda parte del mismo libro.
  3. La teoría de la explotación. Una "teoría de la explotación" es una teoría que pretende justificar la afirmación de que una "clase" explota a otra. En la teoría socialista, la afirmación es que la clase capitalista explota a la clase proletaria. La mayoría de las teorías de la explotación se basan en la noción anticuada de la TVT descrita anteriormente. Otros socialistas, al darse cuenta de la debilidad de este argumento,  basan su teoría de la explotación en la desigualdad de las posiciones negociadoras. Si bien este enfoque puede explicar los resultados de la negociación, se evade la cuestión pertinente - si el intercambio era voluntario. Así, este enfoque tampoco no apoya la afirmación de que la (denominada) "explotación" no es deseable o no es ética.

    Tenga en cuenta que incluso si se estipula la "creacionista" TVT, el argumento socialista es insuficiente para demostrar la explotación. Carece de una explicación de por qué el intercambio voluntario que realizan los trabajdores de tiempo de trabajo por salarios es explotación. Bohm-Bawerk de la Escuela Austríaca de economía mostró hace mucho tiempo (en 1884 en "Teorías de la explotación") que el beneficio de los salarios podría explicarse por los intereses de pago anticipado, por ejemplo, pagando a los trabajadores antes de que su producción se venda.
  4. La negación de la escasez (bienes, dinero). Este es un favorito de los socialistas utópicos. El propósito de la propiedad es resolver el problema de la escasez - los deseos del hombre superan a los bienes disponibles. Este mito simplemente asume la escasez de distancia, como si esta condición humana no fuese más que un efecto de un sistema de propiedad particular en lugar de un hecho de la realidad y la naturaleza humana. La negativa socialista de la validez de la propiedad implica una contradicción interna y gran parte como resultado de "doble-pensar". Por ejemplo, Proudhon escribe que está en contra de la propiedad contractual, en favor de la posesión de la propiedad, sin embargo se niega a reconocer que su "posesión" es un tipo de propiedad.

    Otra negación ingenua de la escasez es la pretensión de algunos socialistas de que una sociedad moderna puede prescindir del dinero. Hayek se ganaba la vida por refutar ese punto de vista: en suma, una economía necesita de la función informativa de dinero para equilibrar la oferta y la demanda. Sin la fusión de los deseos y preferencias de los productores y los consumidores en los precios, el resultado sería un caos. La escasez y los excedentes abundan cuando la comunicación de las preferencias es impedido o cooptados por los gobernantes. El dinero es simplemente y en última instancia, el producto más líquido en un mercado. Siempre va a ser la mercancía más líquida en cualquier mercado, ergo, siempre habrá algo que se use como dinero.
  5. La acción humana y la producción se puede planificar o  ingenierizar. Muchos socialistas estatistas tienen planes y programas para transformar la sociedad en su visión de la comunidad y la buena vida. Desafortunadamente, la naturaleza del hombre es infinitamente elástica. Estos socialistas tienden a sobreestimar su capacidad de "moldear el barro" de la humanidad, y subestiman sus inclinaciones naturales y la naturaleza evolutiva de cualquier avance importante en sus facultades morales. De hecho, como señaló el cuasi-anarcocapitalista Herbert Spencer, muchos de los regímenes estatistas son contraproducentes para el progreso humano, incluso para los estándares de los ingenieros sociales.


10.- ¿Por qué simplemente no te vas?

Uno puede simplemente cambiar esto, y preguntar, "¿por qué el Estado simplemente no se larga?" El "amalo o marchate" plantea la cuestión de fondo, quién tiene derecho a ocupar este espacio. Tal vez un estatista hardcore simplemente suponga que el gobierno es el legítimo dueño de todo, pero los anarcocapitalistas rechazan esta hipótesis, dada la historia del Estado de conquista y saqueo. Creemos que la propiedad legítima viene del homesteading y del intercambio voluntario, y no mediante la conquista. Una buena respuesta anarcocapitalista podría ser, "El Estado no posee legítimamente esta propiedad, la gente si".


11.- ¿Existen diferentes tipos de anarcocapitalismo?

Sí, pero las diferencias son a veces más bien académicas. Una división se refiere a la justificación del libertarianismo. Hay un debate en curso entre los teóricos de los derechos naturales, como Rothbard, y los utilitaristas como David Friedman. Un debate paralelo referente a los derechos naturales contra los contractualistas como Jan Narveson. Estos se han mencionado anteriormente en la sección de las justificaciones morales.

Otras divisiones atañen a la estrategia de cómo lograr una sociedad libertaria. Entre los anarquistas hay algunos dispuestos a participar en el sistema político, pero la mayoría toma la posición voluntarista y se niegan a votar o participar en la política electoral. Lysander Spooner argumenta que la votación podría ser una forma válida de auto-defensa contra la depredación del Estado. Rothbard estuvo dispuesto a participar en el sistema político, siempre involucrado en las coaliciones políticas y la política electoral, George H. Smith y Wendy McElroy se oponen firmemente a la alimentación de la bestia. (Ver The Ethics of Voting por George H. Smith, y Por qué no votaría en contra de Hitler por Wendy McElroy.)

Los agoristas creen que la contraeconomía (mediante el mercado negro y gris, es decir, la economía sumergida libre de impuestos) es el camino para una sociedad libre. Samual E. Konkin III fundó esta filosofía "libertarian left". Su folleto El nuevo manifiesto libertario es la presentación clásica de esta forma de lucha anarcocapitalista en contra del Estado.

Una división de alto perfil entre los anarcocapitalistas ''se refiere a que cosas pueden ser una propiedad válida''. En particular, la validez de la propiedad intelectual (PI) es muy disputada, por un lado Benjamin Tucker niega que las mercancías que no sean bienes escasos puedan considerarse como propiedad, y por otro lado, Lysander Spooner apoyando firmemente los derechos de autor y las patentes. El agorismo, mencionado anteriormente, es anti-PI. Otra cuestión es si la propiedad de la tierra y los recursos naturales son una propiedad privada válida. Si bien la mayoría de los anarcocapitalistas consideran la tierra como una propiedad válida, los geoanarquistas no están de acuerdo. El geoanarquismo es la rama radical del geoismo (alias Georgismo), que interpreta el "impuesto único" georgista sobre la renta de la tierra, ya sea como un "dividendo ciudadano", que se entregará a todos en la comunidad, o como el ingreso a una empresa de comunidad privada que presta los servicios municipales.

Por último, existen argumentos esotéricas sobre especulaciones sobre cómo sería ''una sociedad sin Estado". ¿Estarían las APD (Agencias Privadas de Defensa) integradas verticalmente, o  habría compañías separadas de policía, justicia y cárceles? ¿Habría una provisión de defensa no-territorial, o sería proporcionada en los enclaves territoriales, como los vecindarios, los barrios y cuasi-ciudades-estado? La última se denomina el anarquismo Heathian, por el disidente georgista Spencer Heath.


12.- ¿Cómo se comparan los anarcocapitalistas con otros anarquistas?



La principal distinción entre los anarco-capitalistas y otros anarquistas es el apoyo al capitalismo. Los otros anarquistas tienen problemas con la propiedad privada neo-lockeana, con beneficiarse de la mano de obra de otras personas, o ambos. Los anarquistas individualistas del siglo XIX son los mutualistas, que se opusieron a la "usura" - el beneficio de la tierra o el capital de trabajo asalariado. "El coste es el límite de precio" era su lema, que resume su interpretación de la TVT. Los anarcosocialistas no sólo se oponen a los beneficios, sino que también se oponen a la propiedad privada del capital ( "los medios de producción" en el lenguaje socialista). De las cuatro divisiones económicas básicas del anarquismo, colectivistas y mutualistas son anti-capitalistas, mientras que geoanarquistas y anarcocapitalistas son pro-capitalistas.


13.- ¿Es el anarcocapitalismo lo mismo que el libertarianismo9?

No, pero se aproxima. Así como el anarcocapitalismo es un subtipo de anarquismo, también es un subtipo del libertarianismo. El libertarianismo es la creencia de que la libertad es la principal virtud política, en conjunción con la creencia en el capitalismo. Pero los libertarianos no necesariamente niegan la legitimidad del Estado como institución - la mayoría cree que un Estado mínimo es necesario para prestar servicios de defensa. Este Estado mínimo, a veces llamado el "Estado vigilante", es un gobierno que ofrece sólo tres cosas: la policía, los tribunales y la defensa contra una invasión extranjera. Esto significa que no se permite la redistribución de la riqueza del gobierno o la regulación del mercado. Los anarcocapitalistas, por lo tanto, sostienen los mismos valores que ñps libertarianos minarquistas, pero llevandolos a la conclusión lógica: incluso un Estado mínimo es demasiado autoritario. Si el monopolio del gobierno es malo para todos los otros servicios, ¿cómo puede de repente estar bien para la prestación de defensa? En resumen, un anarcocapitalista es un libertariano radical. Rechaza el minarquismo por el anarquismo.


14.- ¿Quiénes son los principales pensadores anarcocapitalistas?

El primero anarcocapitalista conocido es Gustave de Molinari, quien escribió la pieza seminal, La producción de Seguridad, en 1849. Pero el término "anarcocapitalista" no se habían inventado todavía. El "padre del anarcocapitalismo" es Murray Rothbard, que combinaba el anarquismo individualista de Lysander Spooner, el intervencionismo económico de la Escuela Austríaca, y la lucha en contra de la vieja derecha, para crear el moderno anarcocapitalismo. ¡No lo hizo solo! Otros prominentes anarcocapitalistas son David Friedman, Wendy McElroy, Hans-Hermann Hoppe, Walter Block, Brian Caplan, Jan Narveson, Anthony de Jasay, George H. Smith, DeVoon Wolf, Jeremy Sapienza, Lew Rockwell, y más demasiado numerosos para mencionarlos . Tenga en cuenta que no todos ellos se refieren a sí mismos como "anarcocapitalista", por ejemplo, Lew Rockwell, que edita el ezine anarcocapitalista más popular LewRockwell.com, se denomina a sí mismo como un "paleoconservador".


15.- ¿Cómo funcionaría el anarcocapitalismo?

En cierto sentido, esto es fácil de responder. Como la mayoría de la gente está familiarizada con el capitalismo, se podría simplemente decir: "Igual que las actuales sociedades semi-capitalistas, sin los monopolios coercitivas". Como ya se señaló, la mayoría de los servicios actualmente prestados por el Estado se han realizado voluntariamente en el pasado, generalmente con una mejor calidad y servicio que el Estado. Esto es lo que uno se esperaría, ya que los monopolios carecen de los usuales incentivos para mejorar la competitividad. Los servicios que la gente no ha visto siempre en privado, como el Tribunal de Justicia, la policía y la defensa contra la invasión militar, requieren más explicación.
Imaginemos una sociedad sin gobierno. Los individuos contratarían empresas privadas para la aplicación de la ley. Cada empresa se enfrenta a posibles conflictos con otras empresas. Policías privados que trabajan para la agencia que yo he contratado pueden rastrear al ladrón que robó mi propiedad, sólo para descubrir, cuando que tratan de detenerlo, que él también cuenta con una agencia de seguridad.

Hay tres maneras en que esos conflictos pueden ser abordados. La más obvia y menos probable es la violencia directa-una mini-guerra entre mi agencia, tratando de detener al ladrón, y su agencia intentando defenderlo de la detención. Un escenario algo más plausible es la negociación. Como la guerra es costosa, los organismos pueden incluir en los contratos que ofrecen a sus clientes una disposición según la cual no están obligados a defender a los clientes contra la legítima pena que se les imponga por sus crímenes. Cuando un conflicto se produce, entonces las dos agencias tendrían que determinar si el cliente acusado es o no considerado culpable y entregado a la otra.

Una solución aún más atractivo y más probable es que exista un acuerdo previo entre las agencias. Bajo este escenario, dos agencias cualesquiera que se enfrentan a una probabilidad significativa de estos enfrentamientos se pondrían de acuerdo en una agencia de arbitraje que les establecería, un tribunal privado. Implícita o explícita en el acuerdo estarían las normas jurídicas en virtud por las cuales tales conflictos se resolverían.

En estas circunstancias, tanto la aplicación de la ley como la ley son bienes privados producidos en un mercado privado. La aplicación de la ley es producida por los organismos de aplicación y se vende directamente a sus clientes. La ley es producida por los organismos de arbitraje y se vende a los organismos de ejecución, que revenden a sus clientes como una de las características del conjunto de servicios que prestan.
10

Existen varias ventajas evidentes para el derecho privado.
  • Es probable que te trate mejor de una APD que una agencia monopolística del gobierno, ya que usted es un cliente (o al menos un cliente potencial) en lugar de un sospechoso.
  • Las leyes contra los "delitos" sin víctimas serían mucho menos frecuentes, dado que los clientes son quienes tendrían que asumir el costo de hacer cumplir las leyes contra los vicios en lugar de pasar el costo a la sociedad en general (Por ejemplo, alguien que se oponga a la marihuana es probable que voten en contra de la legalización, pero es menos probable que esté dispuesto a pagar 100$/año para que sea ilegal).
  • Pero lo más importante, todo el mundo tiene sus propias preferencias sobre la ley, en lugar de tener que someterse a un derecho impuesto basado en que el ganador se lo lleva todo. Por ejemplo, un puritano religioso puede suscribirse a un APD con un plan en el que los adúlteros (que se suscriban a este plan) serían apedreados hasta la muerte. Su vecino de al lado puede suscribirse a un servicio que permite la cópula abierto en el patio delantero. Ambos pueden tener su punto de vista, ya que las jurisdicciones son simplemente las propiedades combinadas de los abonados.

La disposición de una provisión militar no gubernamental es más familiar para la mayoría de las personas, bajo el aspecto de una "milicia". Una milicia es un servicio de defensa voluntaria, que es poco probable que invada un país extranjero, construya armas de destrucción masiva y provoque la muerte, se financie a sí mismo con dinero robado, o la mayoría de las acciones cuestionables en las que los ejércitos gubernamentales rutinariamente están comprometidos. Una milicia está orientada a hacer una cosa: defender a la población local. Los anarcocapitalistas también ven un papel para las empresas de defensa y de mercenarios, para ocuparse de las cuestiones de seguridad que no estén tan localizadas. Tenga en cuenta que, dado que los costes de la guerra son sufragados por las empresas que participan en ella, son mucho más propensos a pedir la paz que un Estado, que es capaz de traspasar los costos a sus ciudadanos saqueados y reclutados.


16.- ¿Cómo manejarían los anarcocapitalistas el problema de los "bienes públicos"?

Muchos anarco-capitalistas niegan que exista ninguna necesidad de "manejar" este tipo de problemas. El supuesto implícito en la pregunta es que: a) gorrones, o b) los servicios que no pueden obtener financiación voluntaria debido a problemas de la racionalidad individual, de alguna manera que justifican el uso de la agresión. Los que apoyan el PAN niegan esta suposición.

Otro enfoque es el de señalar que, en estos casos, el Estado no soluciona realmente el problema de los bienes públicos. Simplemente crea un problema más grande, más difícil de resolver  - como limitar el poder del Estado. Como señala Friedman, en una sociedad estatal la buena ley es un bien público y la mala ley por un "interés especial" es un bien privado. Así, el resultado es que la buena ley está subabastecida y existe un exceso de oferta de mala ley. Al trasladar el problema a la autoridad del Estado, simplemente se contribuye a ese infierno que Bastiat nos advirtió, en la que "todo el mundo roba todo el mundo"11.


17.- ¿Han existido sociedades anarcocapitalistas?

Sí, más o menos. Dado que tanto el anarquismo como el capitalismo son modelos teóricos, es difícil afirmar que toda situación real es de 100% sin Estado y de 100% capitalista de libre mercado. Sin embargo, hay varias sociedades que fueron, para todos los intentos y efectos, sin estado, y sociedades que implementaron "programas" anarcocapitalistas como el derecho privado. He aquí una corta lista:
  • Irlanda céltica (650-1650). En la sociedad irlandesa celta, los tribunales y la ley eran en gran medida libertarianos, y operaba formalmente sin un Estado. Esta sociedad persistió en este camino libertario durante aproximadamente un millar de años, hasta su conquista brutal por parte de Inglaterra en el siglo XVII. Y, a diferencia de muchas tribus primitivas similares en su funcionamiento (por ejemplo, los ibos en el África occidental, y muchas tribus europeas), la Irlanda preconquistada no fue en modo alguno una sociedad "primitiva": era una sociedad muy compleja que fue, durante siglos, los más avanzados, más estudiosas y más civilizada de todas en Europa Occidental. Una autoridad en la legislación irlandesa antigua escribió, "No hubía legislador, ni oficiales de justicia, ni policía, ni aplicación pública de la justicia ... No había rastro de justicia administrada por el Estado".
  • Commonwealth islandesa (930-1262). David Friedman ha estudiado el sistema jurídico de esta cultura, y observa:


    Las instituciones jurídicas y políticas de Islandia desde el siglo X al XIII... son de interés por dos razones. En primer lugar, están relativamente bien documentados; las sagas fueron escritas por personas que habían vivido bajo ese conjunto de instituciones y ofrecen una visión detallada del interior de su funcionamiento. Los conflictos jurídicos son de gran interés para los islandeses medievales: Njal, el héroe epónimo de la más famosa de las sagas, no es un guerrero, sino un abogado - "tan hábil en el derecho que nadie se considera su igual". En la acción de las sagas, los casos de derecho jugan un papel tan central como las batallas.

    En segundo lugar, las instituciones medievales islandesas tienen varias características peculiares e interesantes, que casi podrían haber sido inventadas por un economista loco para probar los extremos a los que los sistemas de mercado podrían suplantar al gobierno en sus funciones más fundamentales. Matar era una ofensa civil que resulta en una multa de atención a los supervivientes de la víctima. Las leyes fueron hechas por un "parlamento", que fueron puestos en un bien comerciable. La aplicación de la ley es enteramente un asunto privado. Y, sin embargo estas instituciones extraordinaria han sobrevivido durante más de trescientos años, y la sociedad en la que sobrevivió parece haber sido en muchos sentidos atractiva. Sus ciudadanos fueron, por las normas medievales, libres, las diferencias en el estado basado en el rango o el sexo eran relativamente pequeñas, y su literatura, la producción en relación a su tamaño, ha sido comparada con un poco de justicia, a la de Atenas.12
  • Rhode Island (1636-1648). El religioso disidente Roger Williams, después de haber sido expulsado de la teocrática y puritana Massachusetts Bay Colony en 1636, fundó Providence, Rhode Island. A diferencia de los brutales puritanos, escrupulosamente compró tierras a los indios locales para su asentamiento. En las creencias políticas, Williams fue cerca de los niveladores de Inglaterra. Describió el "gobierno" local de Rhode Island de la siguiente manera: "Los cabezas de familia normalmente se reunen una vez cada quincena y son consultados sobre la paz, vigilancia y abundancia comunes, y el consentimiento mutuo ha terminado todas las cuestiones con velocidad y paz". Mientras Roger Williams no fue explícitamente anarquista, otro habitante de Rhode Island lo fue: Anne Hutchinson. Ana y sus seguidores emigraron a Rhode Island en 1638. Compraron la isla de Aquidneck a los indios, y fundaron la ciudad de Pocasset (ahora Portsmouth). Otro libertariano fue Samuell Gorton. Él y sus seguidores fueron acusados de ser "anarquistas". El gobernador Winthrop de la Bahía de Massachusetts llamó a Gorton un "hombre no apto para vivir sobre la faz de la tierra", Gorton y sus seguidores se vieron obligados a finales de 1642 a fundar un nuevo asentamiento totalmente propio: Shawomet (más tarde Warwick). En palabras de Gorton, por más de cinco años el acuerdo de "vivido en paz juntos, deseando y tratando de no hacer el mal a nadie, ni Inglés, ni indio, poniendo fin a todas nuestras diferencias de una manera amorosa de vecindad y de arbitraje, mutuamente escogidos de entre nosotros"13.
  • Albemarle (1640-1663). La zona costera al norte de Albemarle Sound en lo que es ahora el noreste de Carolina del Norte tenía un cuasi-anarquista en la sociedad a mediados del siglo XVII. Oficialmente una parte de la colonia de Virginia, de hecho era independiente. Era un paraíso para los refugiados políticos y religiosos, como los cuáqueros y los presbiterianos disidentes. La sociedad libertariana terminó en 1663, cuando el rey de Inglaterra le concedió Carolina a ocho propietarios feudales apoyados por militares.13
  • Santo Experimento (cuáqueros) de Pennsylvania (1681-1690). Cuando William Penn dejó su colonia cuáquera de Pennsylvania, la gente dejó de pagar el quitrent, y cualquier apariencia de gobierno formal se evaporó. Los cuáqueros trataron a los indios con respeto, les compraron el terreno a  ellos voluntariamente, e incluso tenían representación de indios y blancos en los jurados. Según Voltaire, el tratado Shackamaxon era "el único tratado entre indios y cristianos que nunca había jurado y que nunca se rompió". Los cuáqueros se negaron a proporcionar asistencia a las guerras con los indios de Nueva Inglaterra. Penn intentó imponer el gobierno mediante el nombramiento de John Blackwell, un militar que no era cuaquero, que como gobernador fracasó miserablemente.14
  • El "no tan salvaje" Oeste americano. La mayoría de las leyes de los asentamientos en el oeste de Estados Unidos fue establecida mucho antes de que los agentes de gobierno de los EE.UU. llegaran. El derecho de propiedad se definía en general por las costumbres locales y/o un acuerdo entre los colonos. Las asociaciones mineras establecían ordenadamente las concesiones mineras, las asociaciones de ganaderos manejaba los derechos de propiedad en los llanos, "reguladores" locales y los ciudadanos particulares, proveían seguridad. Sin embargo, la mayoría de la gente viendo las películas se sorprenden al saber que los índices de delincuencia son más bajos en el oeste que en la "civilizada" Este.15
  • Laissez Faire City. Un intento fallido más reciente de iniciar un nuevo país, LFC intentó el arrendamiento de un centenar de millas cuadradas de tierra procedente de un país del tercer mundo a fin de iniciar una sociedad anarcocapitalista, teniendo en Hong Kong como una guía. Cuando esto fracasó, algunos miembros se trasladaron a Costa Rica, donde el Estado es relativamente débil, no hay ejército permanente, y la poca interferencia del Estado que pueda haber por lo general puede ser "comprada". Quedan pequeñas comunidades libertarias en el valle central (Curridabat) y en la costa del Pacífico (Nosara).


18.- ¿Cómo puede lograrse una sociedad anarcocapitalista?

No hay consenso entre los anarcocapitalistas sobre cómo una sociedad libre puede ser alcanzada. Todo el mundo está de acuerdo en que la educación de otras personas es útil. Más allá de eso, hay muchas estrategias. Hay Gulchers (nombrada así por la ficticia "Galt's Gulch" en el libro de Ayn Rand "La rebelión de Atlas"), como el grupo Laissez Faire City, que ven poca o ninguna posibilidad  de cambio de una sociedad arraigada en el Estado de guerra y bienestar. Estos "retreatists" proponen la creación de comunidades aisladas, lejos de la autoridad estatal.

TPs (turistas permanentes, los viajeros perpetua, antes de impuestos los contribuyentes) tratar de mantener la condición de turista en todos los Estados que atraviesan, del pago de impuestos y de mantenimiento de la riqueza de manera eficaz más allá del alcance de captación de los Estados. Un PT sofisticado utiliza la estrategia de "cuatro banderas": usará un pasaporte de un Estado distinto al que lo reclama como ciudadano, mantendrá su riqueza en un tercer Estado, y, mientras no viaje, residirá en un cuarto Estado.

En el otro extremo, algunos anarcocapitalistas están activos en la política electoral a pesar de la aversión anarquista tradicional a esos medios. La mayoría de los anarcocapitalistas eligena "tender su propio jardín", prefiriendo establecer alternativas voluntarias a los organismos y funciones del Estado. La educación en el hogar, por ejemplo, está fuertemente defendida, como lo están las asociaciones de mediación del vecindario, y la participación en organizaciones como Habitat for Humanity. Muchos anarcocapitalistas usan monedas privadas, tales como los Liberty Dollars, o monedas digitales anónimas, tales como e-gold.

Prácticamente todos los anarcocapitalistas consideran que la transición a una sociedad libre se realizará forma evolutiva y no revolucionaria. Algunos ven poco que hacer en la política próxima, y simplemente esperan a que el declive inevitable del estatismo mientras tratan de "mantenerse por debajo del radar" de gobierno. Los anarcocapitalistas son, por supuesto, partidarios ardientes de la resistencia fiscal. Muchos tratamos de apoyar la actividad "contraeconómica", por ejemplo, el mercado ilegal ( "negro"), que ven como el único mercado verdaderamente libre (agorismo). Muchos logran ingresos "fuera de los libros" por los que no se rinde tributo al Estado. Así, la información sobre el capitalismo de guerrilla, como no dejar rastros de papel, no usar el dinero rastreable, correo privado, cuentas bancarias anónimas y las tarjetas de débito, etc son de interés vital para estos anarcocapitalistas.


19.- ¿Cuáles son algunos de los principales escritos anarcocapitalistas?



20.- ¿Dónde puedo encontrar páginas web anarcocapitalistas?
Luminaries:
Organizaciones:
'Zines:
Librerías:
Servicios/sociedades de soberanía individual:
Otros:






[*] Traducción realizada por snake del Anarcho-capitalist FAQ de Hogeye Bill (Versión del 4 de Julio del 2009).
[1]
Definitions of anarchism, OneLook Dictionary Search.
[2]
Bartleby.
[3] Roberta Modugno Crocetta,
The anarcho-capitalist political theory of Murray N. Rothbard in its historical and
intellectual context
.
[4] Robert Paul Wolff, En defensa del anarquismo.
[5] Edmund Burke, A Vindication of Natural Society.
[6] Frederic Bastiat, Economic Harmonies.
[7] Murray N. Rothbard, The Myth of Efficient Government Service.
[8] Murray N. Rothbard, The Anatomy of the State.
[9] No existe una traducción oficial para el término libertarian. Puede encontrarse traducido como libertarianismo, liberalismo-libertario,...
[10] David Friedman, Law as a Private Good.
[11] Frederic Bastiat, The Law, The Choice Before Us.
[12] David Friedman, Private Creation and Enforcement of Law: A Historical Case.
[13] Murray N. Rothbard, The Origins of Individualist Anarchism in America.
[14] Murray N. Rothbard, Pennsylvania's Anarchist Experiment: 1681–1690.
[15] Terry L. Anderson and P. J. Hill, An American Experiment in Anarcho-Capitalism: The Not So Wild, Wild West.



Publicado originalmente en humano sin sentido

viernes, 22 de enero de 2010

Pi y Margall: el anarquismo como punto de referencia

A pesar de que Pi y Margal era liberal y creía que no era posible prescindir del Estado, consideraba que había que tener en cuenta al anarquismo como referencia e, incluso, avanzar hacia éste de manera progresiva/reformista, nunca revolucionaria. En opinión de Pi y Margall, el anarquismo no solo no es espantable ni utópico, sino que muchas medidas tomadas y proupestas por el liberalismo tienden hacia él.
El dejad hacer, dejad pasar, era un aforismo anarquista. Queríase con él alejar de la agricultura, las artes y el comercio la intervención del Estado. Los intereses son de suyo armónicos, decían: el Estado es el que los perturba. Oponíase por esta razón Bastiat a que los gobiernos pusieran la mano en las fuerzas sociales: por sí solas se equilibran, exclamaba.

Admitían aquellos hombres el Estado; pero lo reducian a ser una fuerza pública que garantizase el orden y la seguridad de los ciudadanos. Odiaban la guerra, suprimirían los ejércitos permanentes, emancipaban las colonias, se interesaban por la suerte de todo nuestro linaje. Querían libre entre todas las naciones el cambio de productos.

Los anarquistas dicen hoy1 extremando esta doctrina: "Puesto que las fuerzas sociales son de suyo armónicas, el Estado sobra. Dejémoslas libres en todos los ámbitos de la tierra, y combinadas las unas con las otras realizarán la justicia. Iguales en derechos y deberes los hombres, contribuirán todos a la satisfacción de las comunes necesidades; y con poco trabajo, con un trabajo que dejará largos ocios para el cultivo de la ciencia y el arte, disfrutaremos todos de los placeres que la moral no porhiba, de todos los placeres que no degraden el cuerpo ni el alma."

[...]

Consideramos digna de atención la anarquía, y hasta creemos que puede ser un faro para que no se desvíe el progreso. A ella tienen hace tiempo las reformas económicas y las políticas, y a ella entendemos que se debe encaminarlas. El hombre, fuente y raiz de todo saber, de toda moral y de todo derecho, iniciador de todo adelanto, en los comienzos de toda revolución autoridad suprema contra la de todo su linaje, es ley de sí mismo y rebelde por naturaleza a todo poder extraño. A que no tenga ley sobre la suya se ha de dirigir principalmente todo esfuerzo.2



[1] Las Reflexiones politico-sociales, capítulo del cual han sido extraidos estos párrafos, fueron publicadas originalmente de manera independiente en 1901.
[2] Francisco Pi y Margall, Pensamiento social (Madrid: Ciencia nueva, 1968), pp.337-338.

Publicado originalmente en humano sin sentido

domingo, 3 de enero de 2010

¿Qué es la verdadera libertad?

He copiado un fragmento de un interesante artículo de Arnold Kling, en el que poniendo como ejemplo un supermercado, compara el mercado con la democracia: para Arnold Kling es más importante la ausencia de monopolio que la posibilidad de participar en la gestión del monopolio.
Consider the following definition of freedom: the absence of monopoly.

The absence of monopoly means that you can exercise exit, even if you cannot exercise voice. The presence of monopoly means that, at most, you can exercise voice.

Neither my local supermarket nor any of its suppliers has a way for me to exercise voice. They don't hold elections. They don't have town-hall meetings where they explain their plans for what will be in the store. By democratic standards, I am powerless in the supermarket.

And yet, I feel much freer in the supermarket than I do with respect to my county, state, or federal government. For each item in the supermarket, I can choose whether to put it into my cart and pay for it or leave it on the shelf. I can walk out of the supermarket at any time and go to a competing grocery.

The exercise of voice, including the right to vote, is not the ultimate expression of freedom. Rather, it is the last refuge of those who suffer under a monopoly.
1


En un supermercado no se tiene voz ni voto, no se realizan elecciones ni se organizan reuniones para informar sobre los productos. Bajo unos estándares democráticos, el cliente no tiene ningún poder. Sin embargo, uno puede sentirse más libre en un supermercado que con respeto a su Estado.

En un supermercado podemos entrar y salir libremente. Podemos elegir si comprar o no los productos que queramos, en función de su calidad y de su precio. Si no nos gusta lo que nos ofrecen, ya sean los productos o el trato recibido, podemos marcharnos a otro supermercado.

El derecho a votar no es la panacea de la libertad. Más bien, es el último refugio de los que sufren bajo un monopolio.




[1] Arnold Kling, What is Real Freedom?


Publicado originalmente en humano sin sentido

sábado, 2 de enero de 2010

Sobre el espectro político

A través de Mutualismo.org, llegué a un artículo de Sheldon Richman titulado Libertarianism: Left or Right?, el cual podemos encontrar traducido por Rodrigo Diaz, Libertarismo: de Izquierda o de Derecha?. En dicho artículo, Sheldon Richman reflexiona sobre si el libertarianism (término que aun no tiene una traducción oficial) es de izquierdas o de derechas y reflexiona sobre el espectro político y su origen histórico. Por otro lado, en AMISTADES PELIGROSAS podemos leer una crítica de Andrés a la tradicional alianza entre el liberalismo y el conservadurismo. Cuando hace unos meses leí por primera vez el artículo de Sheldon Richman, yo era partidario de un espectro político basado en un doble eje -económico y social-. Sin embargo, tras una reflexión posterior, considero que el espectro político de un solo eje se aproxima mucho más a la realidad.

En este artículo me gustaría expresar mi opinión sobre el espectro político que considero real o más ajustado a la realidad histórica. No pretendo crear un nuevo espectro político basado en mi opinión, sino corregir el actual, el cual se encuentra distorsionado.En primer lugar, el espectro político es como se denomina al ordenamiento visual de grupos u organizaciones políticas de acuerdo a ciertos ejes conceptuales. Este tipo de ordenamiento está condicionado por las situaciones históricas, sociales y el sistema de partidos de una sociedad. En este artículo me propongo analizar el sistema más extendido -el que divide el espectro entre izquierda y derecha-, cuyo origen se encuentra en el lugar en el que se sentaban las facciones legislativas en los albores de la Revolución Francesa.
My own notion of politics is that it follows a straight line rather than a circle. The straight line stretches from the far right where (historically) we find monarchy, absolute dictatorships, and other forms of absolutely authoritarian rule. On the far right, law and order means the law of the ruler and the order that serves the interest of that ruler, usually the orderliness of drone workers, submissive students, elders either totally cowed into loyalty or totally indoctrinated and trained into that loyalty. Both Joseph Stalin and Adolf Hitler operated right-wing regimes, politically, despite the trappings of socialism with which both adorned their regimes....

The far left, as far as you can get away from the right, would logically represent the opposite tendency and, in fact, has done just that throughout history. The left has been the side of politics and economics that opposes the concentration of power and wealth and, instead, advocates and works toward the distribution of power into the maximum number of hands.
1


En el contexto de la Revolución Francesa, cuando se reunían los Estados Generales, los estados privilegiados -nobleza y clero- se sentaban en el lugar de honor, la derecha; mientras que el Tercer Estado se sentaba a la izquierda. Posteriormente, a lo largo de las sucesivas asambleas legislativas, a la derecha se sentaban los diputados conservadores, defensores del Antiguo Régimen, de la monarquía y de la aristocracia, de los privilegios,...; mientras que a la izquierda se sentaban los liberales, los cual se oponían a todo ello. El propio Sheldon Richman nos da dos buenos ejemplos: tanto Frédéric Bastiat como Pierre-Joseph Proudhon se sentaban en el ala izquierda.

Yendo más allá de dónde se sentaban unos parlamentarios en una asamblea, para Sheldon Richman
La izquierda históricamente ha entendido que el Estado es el más poderoso motor de explotación, a pesar de que las diversas facciones estaban en desacuerdo sobre la naturaleza exacta de la explotación y/o qué hacer sobre la materia. Marx no tenía el monopolio de estas ideas. Por el contrario, a principios del siglo 19 se las arrebató (y luego las degradó), a los burgueses liberales radicales Charles Comte y Charles Dunoyer, quienes formularon por primera vez la teoría de la lucha de clases. En la versión liberal las dos clases (o castas) surgieron en el momento que el gobierno se dedicó a saquear: los saqueadores y saqueados. Los saqueadores eran aquellos que utilizan el estado para vivir del trabajo de los demás. Los saqueados fueron aquellos a quienes les fueron robados los frutos de su labor - toda la clase trabajadora, que incluye a quienes estaban en el mercado produciendo e intercambiando pacíficamente y quienes en sí mismos no estaban saqueando a los demás.2

muy en la línea del pensamiento de Bastiat:
El Estado es la gran ficción a través de la cual todo el mundo se esfuerza en vivir a expensas de todo el mundo.3

Sin embargo, en la realiadad política actual, el espectro político se encuentra distorsionado. Dicha distorsión se debe principalmente a dos factores, por un lado el liberalismo, que por su alianza con el conservadurismo ha pasado a ser considerado de derechas. Por otro lado, la segunda distorsión viene provocada por la confusión que genera el término socialismo: cuando hablamos de socialismo anarquista, éste es de izquierdas; sin embargo, cuando hablamos de socialismo de Estado, éste es de derechas. Aunque hoy día el socialismo de Estado se considere de izquierdas, podemos ver en la opinión de Bakunin, en la de William Green y en la de Tucker que originalmente esto no era percibido de la misma manera:
Probablemente, ningún movimiento de agitación ha conseguido nunca tal número de sus adherentes o ha gozado de un área de influencia tan amplia como el socialismo moderno, siendo al mismo tiempo tan poco y tan mal entendido, no sólo por los hostiles y los indiferentes, sino también por los simpatizantes e incluso por la gran mayoría de sus adherentes.

[...]

Es curioso que los dos extremos del vasto contingente que nos ocupa, aunque unidos, como hemos mencionado antes, por la causa común de que el trabajador entre en posesión de sus propios medios, están, sin embargo, más diametralmente opuestos entre sí en sus principios fundamentales de acción social y en sus métodos para alcanzar los objetivos proclamados, que lo están cada uno de ellos frente a su enemigo común, la sociedad actual. Esta oposición diametral está basada en dos principios...

[...]

Los dos principios a los que nos referimos son los de Autoridad y Libertad, y los nombres de las dos escuelas de pensamiento socialista que sin reservas y totalmente representan al uno y al otro son, respectivamente, el Socialismo de Estado y el Anarquismo. Hay de hecho, dos corrientes fluyendo sostenidamente desde el centro de las fuerzas socialistas y que se están concentrando a la derecha y a la izquierda;...

[...]

Fue en este punto - la necesidad de derribar los monopolios- que sus caminos se separaron. Aquí la ruta se bifurca. Se dieron cuenta de que debían doblar a la derecha o a la izquierda, seguir la ruta de la Autoridad o la de la Libertad. Marx siguió un camino, y Warren y Proudhon siguieron el otro. Así nacieron el Socialismo de Estado y al Anarquismo.
4

Por ello, considero que el espectro político que más se ajusta con la realidad es el siguiente (de izquierda a derecha):
ANARQUISMO - LIBERALISMO - SOCIALDEMOCRACIA/CONSERVADURISMO - TOTALITARISMO5

Muchas personas criticarán este espectro político considerandolo simplista, argumentando que los fines de determinadas ideologías son mejores que los de otros. Sin embargo, debemos de tener en cuenta en primer lugar que la izquierda no plantea, más alla de la libertad individual y la libre asociación, un determinado fin. Lo que usted haga, dentro de su libertad, es algo que solo le concierne a usted. En segundo lugar, tenemos las ideologías de derecha, que proponen hacer uso de la coacción del Estado para imponer determinados intereses económicos y morales.
Los socialistas quieren que el gobierno sea tu madre, cariñosa y sobreprotectora. Los conservadores quieren que el gobierno sea tu padre, serio y estricto. Los liberales queremos que el gobierno te trate como a un adulto.6
En primer lugar, cualquier defensa de una ideología estatista argumentando unos determinados fines implica que el fin justifica los medios, ya que para lograr dichos fines no dudan en emplear la coacción del Estado. En segundo lugar, el hecho de que unos fines sean mejores que otros no es más que una percepción personal, ¿acaso no creían, tanto Hitler como Stalin, estar trabajando por el bien común? ¿Es mejor la imposición en los colegios del Gobierno de la asignatura de Religión a la de Educación para la ciudadanía? En tercer lugar se encuentran los efectos prácticos de dicha coacción ¿Preferiría vivir en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas al Tercer Reich, la República Popular Democrática de Corea o a la República Islámica de Irán? ¿Es preferible un campo de concentración nazi a un gulag soviético?

Por ello, considero importante que se utilice el lenguaje político con propiedad, no cayendo en los errores y en las tregiversaciones  de determinados sectores interesados, que han colocado al socialismo de Estado en la izquierda y al liberalismo en la derecha, junto a los conservadores; con sus consecuentes causas negativas. De esta manera se evitará la errónea asociación entre socialismo de Estado y libertad, y liberalismo y conservadurismo/reaccionario. En segundo lugar, la consideración del liberalismo como una ideologia de derechas y próxima al conservadurismo solo provoca que esta alianza se perpetúe.



[1] Karl Hess, Dear America.
[2] Sheldon Richman, Libertarianism: Left or Right?
[3] Claude Frédéric Bastiat, El Estado.
[4] Benjamin R. Tucker, Socialismo de Estado y Anarquismo.
[5] Bajo totalitarismo incluyo todas sus variantes: comunismo, fascismo, nacionalsocialismo,...
[6] Andre Marrou.


Publicado originalmente en humano sin sentido

jueves, 31 de diciembre de 2009

Sobre la solidaridad

Piotr Kropotkin define la solidaridad como la base del comportamiento animal y humano, gracias al cual ha evoluciando desde un organismo unicelular hasta organismos más complejos. En Anarchist morality escribió:
The morality which emerges from the observation of the whole animal kingdom may be summed up in the words: Do to others what you would have them do to you in the same circumstances.

And it adds: Take note that this is merely a piece of advice; but this advice is the fruit of the long experience of animals in society. And among the great mass of social animals, man included, it has become habitual to act on this principle. Indeed without this no society could exist, no race could have vanquished the natural obstacles against which it must struggle.

[...]

Without this solidarity of the individual with the species, the animal kingdom would never have developed or reached its present perfection. The most advanced being upon the earth would still be one of those tiny specks swimming in the water and scarcely perceptible under a microscope. Would even this exist? For are not the earliest aggregations of cellules themselves an instance of association in the struggle?
1


No estoy nada de acuerdo con las palabras de Kropotkin. La base de la evolución no es la solidaridad, sino la competencia. Sin contar las causas naturales (condiciones de la naturaleza y mutaciones aleatorias), la principal causa de evolución es la competencia entre los seres vivos. Si las condicienes ambientales se mantuvieran constantes y hubiese ilimitado espacio en el que vivir e infinitos recursos alimenticios no vivos de los que alimentarse, los seres vivos no habrían pasado el estado unicelular. Sin embargo, la lucha por el control del territorio y de los recursos alimenticios (además de cambios en las condiciones ambientales y mutaciones), y la procreación han hecho que los seres vivos evolucionemos hasta la situación actual.

Ello no quiere decir que debamos comportarnos como animales. El hombre, como ser vivo inteligente y con una capacidad superior para razonar, es capazaz de actuar de manera solidaria y ayudar a los necesitados.

Combatir el socialismo imperante en nuestra sociedad y la dependencia del Estado es muy difícil. Desde el principio, el socialismo tiene la batalla ideológica ganada. Ha conseguido convertir la solidaridad, que en un principio era un acto voluntario, en una obligación sustentada por las leyes y la violencia del Estado.
El hombre tiene ciertamente para con sus semejantes muchos otros deberes morales; así, tiene que alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos, cobijar a los que no tienen techo, cuidar a los enfermos, proteger a los indefensos, ayudar a los débiles, enseñar a los ignorantes. Pero estos deberes son simples deberes morales, y con relación a ellos cada hombre es el único juez capaz de decidir por sí mismo, en cada caso particular, cómo y hasta que punto podrá o querrá cumplirlos.2

La solidaridad no es más que un deber moral, nunca una obligación impuesta y penalmente castigable. Incluso podríamos llevar su argumento al extremo: la omisión del deber de socorro no es un delito. Ya que el socorrer a otra persona es una decisión de carácter moral, no una obligación.

La redistribución de la riqueza y el Estado de bienestar son ejemplos de esa mal denominada solidaridad. Y digo mal denominada porque para que la solidaridad sea considerada como tal, ésta debe ser un acto libre y voluntario. Si un ladrón me roba, ¿estoy siendo solidario con él? No. Si quien me roba es el Estado, tampoco.

Por otro lado, están los efectos perversos de ese, ya de por si negativo, liberticidio y de la violación de la propiedad privada disfrazados de solidaridad: la mafia burocrática que controla y gestiona las organizaciones dedicadas a ella y los que se dedican a vivir a su costa.




[1] Peter Kropotkin, Kropotkin's revolutionary pamphlets : a collection of writings, (Dover Publications, 1970).
[2] Lysander Spooner, El derecho natural: la ciencia de la justicia, Libery, 1882.

Publicado originalmente en humano sin sentido

martes, 29 de diciembre de 2009

La propiedad para Stirner

Hace un par de semanas publiqué un artículo sobre Rousseau en el que exponía su opinión sobre la propiedad y la libertad. En él, Rousseau diferenciaba la posesión, el efecto de la fuerza o el derecho del primer ocupante, de la propiedad, que sólo puede fundarse en un título positivo.

En estos párrafos de El único y su propiedad podemos ver la opinión contraria de Stirner. Para él, posesión y propiedad son una misma cosa.
La propiedad privada existe por la gracia del Derecho. El Derecho es su única garantía, porque poseer un objeto no es ser necesariamente su propietario; lo que Yo poseo no se convierte en mi propiedad más que por la sanción del Derecho; y ésta no es un hecho (un fait), como piensa Proudhon, sino una fi cción, una idea. Una idea, he ahí lo que es la propiedad que engendra el Derecho, la propiedad legítima, garantizada. Es el Derecho y no Yo lo que hace de lo que poseo mi propiedad.

No obstante, se designa bajo el nombre de propiedad al poder ilimitado que Yo tengo sobre las cosas (objetos, animales u hombres) de las que puedo usar y abusar a mi agrado; el Derecho romano define la propiedad jus utendi et abutendi re sua, quatenus juris ratio patitur, un derecho exclusivo e ilimitado. Pero la propiedad tiene por condición el poder, lo que está en mi poder es mío. En tanto que mantengo mi situación de poseedor de un objeto, sigo siendo su propietario; no lo seré si se me escapa, sea cualquiera la fuerza que me lo arrebate (el hecho, por ejemplo, de que Yo reconozca que otro tiene derecho a él). Propiedad y posesión vienen, pues, a ser lo mismo. No es un derecho exterior a mi poder el que me hace legítimo propietario, sino mi poder mismo y sólo él; si lo pierdo, el objeto se me escapa. Desde el día en que los romanos perdieron la fuerza de oponerse a los germanos, Roma, y los despojos del mundo que diez siglos de omnipotencia habían acumulado dentro de sus murallas, pertenecieron a los vencedores, y hubiera sido ridículo pretender que los romanos permanecieran siendo, no obstante, sus legítimos propietarios. Toda cosa es la propiedad de quien sabe tomarla y guardarla para sí, y quedará siendo de él, mientras que no le sea arrebatada; así, la libertad pertenece al que la toma.

El poder decide la propiedad; y el Estado (ya sea el Estado de los burgueses, de los indigentes, o lisa y llanamente, el de los hombres), siendo el único poderoso, es también el único propietario; Yo, el Único, no tengo nada; no soy más que un colono en las tierras del Estado, soy un vasallo, y por consiguiente un siervo. Bajo la dominación del Estado, ninguna propiedad es Mía.1

En el último párrafo podemos observar una crítica al Estado. Teniendo en cuenta que la propiedad deriva de la fuerza, todos los indivduos están a expensas de este Leviatan, el cual en su territorio cuenta con una indiscutible superioridad para ejercer la violencia.


[1] Max Stirner, El único y su propiedad (México D.F: Pablos Editor, 1976), pp.256-257.


Publicado originalmente en humano sin sentido

martes, 8 de diciembre de 2009

Las tetas de mi amiga Adela “La Anarquista”


Durante un tiempo viví en una comuna anarquista. Todos allí eran supuestamente muy solidarios y decían que era bueno compartir los bienes entre camaradas. Todos estaban convencidos de la necesidad de la abolición del Estado, de la propiedad privada y del derecho de herencia. Todos rechazaban el consumismo y el materialismo de los países occidentales, sobre todo el de su demonio favorito: Los Estados Unidos de América.

Incluso algunas “miembras” de la comunidad, como así les gustaba denominarse, se enorgullecían de defender a los más indefensos y desprotegidos de la sociedad; lo que me chocaba es que afirmaran esto después de abortar, práctica muy reiterada entre ellas. Personalmente no entendía muy bien el pseudoprogresismo de éstas mujeres, que respondía a un esquema muy sencillo: ser pacifista y apoyar a los desfavorecidos con grandes dosis de demagogia y mucho talante de buenismo. Sin embargo, a su hijo que reposaba inocentemente en su vientre, siendo éste el más débil, el más indefenso, el más dependiente de todos los seres, no les parecía digno de amparar. Yo observaba una fuerte contradicción en sus postulados y para colmo argumentaban los derechos de la madre, presentándola como una pobre víctima indefensa no se sabe muy bien frente a qué.

Todos repetían la misma cantinela típica del clásico socialista que se siente anarquista; y que suelen soltar cuando no son ellos los afectados directamente por las consecuencias de tales ideas. Únicamente, sólo lo de desmantelar la cosa pública, es decir, el Estado, me llegó a convencer puesto que, como buen anarco liberal asilvestrado, además de desconfiar de la clase política, creo muy saludable para el bienestar de los ciudadanos limitar el poder del Estado y reducirlo progresivamente al mínimo imprescindible para construir una sociedad donde prime la Libertad y la solidaridad voluntaria entre los individuos en contra de la expansión del liberticida Estado colectivista bajo el apellido disimulado de socialdemocracia, neocomunismo, socialismo populista o indigenista , etc.

Recuerdo en especial a un miembro de la comuna que se llamaba Alejandro. Alejandro fue el que me invitó a compartir una nueva vida con ellos. Ya se sabe esa típica ansia que tienen los jóvenes de descubrir siempre un nuevo estilo de vida hasta que se dan de bruces con la realidad. Todos en la comuna aseguraban eso de que el anarquismo sólo puede ser socialista. Yo no lo tenía tan claro, sobre todo por lo de la coletilla socialista que acompañaba a la palabra anarquismo a la que todos daban mucha importancia. Esto es así, después de algunos detalles que me llamaron la atención y por los que me empecé a desencantar con lo de la comuna pseudoanarquista. Un día tuve la ocasión de comprobar la hipocresía de estos tipos que hoy en día se hacen llamar “Okupas” pero que conservan la misma filosofía de vida.

Alejandro tenía una compañera de cama, Adela. Una morenaza de ojos verdes nacida en Cartagena que estaba buenísima, pero yo la notaba algo agotada en su relación sentimental. Desde el primer momento congeniamos e inevitablemente me la llevé al “huerto”.

Esto le sentó muy mal a Alejandro, un chico bastante celoso. Desde entonces la relación se enturbió bastante haciéndose cada vez más insoportable. Alejandro creía tener un predominio especial sobre la murciana, esto fue lo que me hizo entender que eso de abolir la propiedad privada no lo tenía muy claro el chaval, sobre todo si tenía unas buenas tetas como las de Adela. Michael, un comunista canadiense, rubio de ojos azules, que se sentía indigenista y que purulaba por la comuna le hizo entender a Alejandro que no debe existir la propiedad sobre las cosas que nos ofrece la “Pachamama” (madre tierra) y, menos, sobre las personas; puesto que el anarquismo no simpatizaba con la esclavitud.

La gota que colmó el vaso fue un día en el que Adela y yo violamos lo más sagrado que tiene el típico anarquista socialista. Su propiedad privada. ¡No es de coña! En el fondo ellos tiene sus sagrados bienes privativos. Lo de compartir los bienes, la distribución de la riqueza o abolir la propiedad siempre es bueno mientras sean las de otros.

Sigo. Una tarde Adela y yo, después de haber aplastado un poco la hierba de un prado, regresamos a la aldea con bastante apetito. Alejandro acababa de hacerse un sensacional y materialista bocadillo de jamón ibérico que había comprado con algún dinerillo que obtuvo por la mañana en el rastrillo del pueblo vecino, haciendo juegos de malabares; dinero que no depositó en la caja común como era norma de obligado cumplimiento en la solidaria comuna.

Adela y yo nos habíamos situado tendidos a cierta distancia de Alejandro. No había mucho que hacer, salvo dormir, comer, follar, tocarse los huevos y repetir las consignas socialistas en reuniones esporádicas organizadas por un tipo que venía de vez en cuando en su flamante Volkswagen Beatle amarillo, portando atuendos psicodélicos y llenos de colorido.

Cuando venía este tipo, todo en la comuna era buen rollo y hermandad. Dicho personaje aprovechaba el viaje para traernos algunas cajas de ultramarinos y artículos de aseo que, por cierto, nunca se agotaban desde la última reposición; así como libros de base ideológica 100% socialista y panfletos varios que tras leerlos suponía que los debería haber escrito algún descerebrado inspirado por drogas alucinógenas como el ácido lisérgico.

Continuo. Esa tarde fue mi perdición, puesto que no se me ocurrió otra cosa que aprovechar la ausencia momentánea de Alejandro para sugerir a Adela que compartiéramos el sabroso bocadillo que se mostraba amenazante con ese jamón de jabugo resplandeciente debido a su grasiento tocino uniformemente veteado. Prisionero manjar cautivo en una barra de tierno pan candeal cuyo interior, previamente, se había untado con tomate campero ahogado por un aromático aceite de oliva virgen. Los tomates los cogió Alejandro de una pequeña huerta ecológica que montamos, por propia iniciativa, cuando me incorporé a la comunidad aportando mis conocimientos agrícolas; pero que, con el tiempo, sólo la trabajábamos los tres plingaos de siempre que respetábamos eso de la colectividad del trabajo del socialismo anarquista.

Y así lo hicimos, Adela y yo dividimos en tres partes el bocata como buenos anarquistas socialistas solidarios y nos comimos dos tercios de bocadillo, dejando una tercera parte para el compañero Alejandro.

Alejandro volvió de “plantar un pino” y se encontró su apreciado bocata reducido. Tal cabreo le entró que casi me mata. Yo sólo seguía la consigna anarquista socialista al pie de la letra, es decir, abolir la propiedad privada y la distribución equitativa de la riqueza.

El suceso justificó mi expulsión de la comuna. Todos respaldaron al camarada Alejandro puesto que realmente no sentían mucho aprecio por mí debido a que no habían logrado normalizar mi anárquica y asilvestrada forma de pensar. Incluso mi estimada Adela se unió a la unánime decisión del grupo. Por cierto, un día me la encontré en las Ramblas de Barcelona casada con Michael, el canadiense. Me contaron que les iba muy bien en su lucrativo negocio de compra y venta de terrenos en la ciudad condal. Negocio que Michael había montado con la pasta que heredó de un tío de Toronto. -¡Vaya con el comunista y los parias de la tierra!- pensé de camino a la parada del bus.

La experiencia en la “comuna anarquista socialista” me abrió definitivamente los ojos y me di cuenta de su falsedad. Esa gente sólo quería vivir del cuento y de las rentas de los demás. O sea, el típico invento de una pandilla de vagos, hipócritas y envidiosos. En eso consiste el socialismo.


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