Esta mañana de Domingo me dispongo, entre tarea y tarea, a releer unos pasajes de algunos autores Presocráticos, y ustedes dirán qué tendrá que ver con el insulso ( ejem ejem ) habitante monclovita. Pues por la tarde salgo con el coche y me encuentro que las señales están llenas de pegatinas que tapan el anterior límite de velocidad, cambiado ( manu militari, como no podía ser de otra forma), y reducido (no sólo el límite sino también nuestra libertad ) a 110 km/hora. Hasta ahí bien, era previsible, si la medida comienza mañana que todo esté listo y preparado ( la burocracia funciona, me digo entre alguna sonrisa sarcástica). Cuando voy entrando en Sevilla, más concretamente por la A-92, a eso de las 12 de la mañana, me encuentro un luminoso que avisa de la medida y pide nuestra colaboración ( manda narices: seguiré acumulando multas, porque no me da la real gana de cumplir con esa norma, al igual que fumo dónde me da la gana, excepto que moleste a alguien y en seguida me retiro y siempre pidiendo permiso previamente, incluso en mi despacho). Segundos después me encuentro unas farolas (llegué a contar más de veinte) todas encendidas. Repito 12 de la mañana. No es que luciera un sol que hiciese llevar gafas al efecto, pero Dios a las ¡12! Responsable. Me da igual. Ese es uno de los problemas que tenemos aquí: a ver qué ciudadano de a pié tiene narices de decir quien es el competente legal de esa carretera. En este caso la Junta de Andalucía ( tanto monta ). Y eso no es una novedad. Al menos en aquella zona es diario, y a ustedes les pasará lo mismo, verán en sus ciudades encendidas las luces a horas que no son necesarias. Pero mientras nos argumenta el portavoz de los GAL que es una medida para ahorrar... venga hombre... vale de bromitas, que pagamos nosotros.
No tengo pruebas físicas: una foto, no porque no me atreva a coger el móvil en el coche: lo hago todos los días y con gusto, sino porque mi celular no creo que captara correctamente la imagen y porque mi pulso no es el que era; además de no tener pensado escribir esta entrada.
Y ahí es dónde entran estos sabios y su relación con Zapatero. La esencia de todas las cosas las tiene el límite dichoso de velocidad. Si reducimos ese límite vamos a llegar a Pekin dando saltitos entre barril y barril. Y mientras lo gastamos en las luces de la ciudad encendida a horas no necesarias ( por no hablar de otros gastillos).
Yo le voy a dar cinco ( siguiendo a Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito y Leucipo):
1.- El agua de Tales. Lo primero que necesita esta España mía, esta España nuestra..., es un cambio en la relaciones laborales (soy muy pesado, pero no voy a dejar de decirlo hasta que lo cambien... nunca, por lo tanto..., sáltese el párrafo): El que se quiera afiliar a un sindicato o pertenecer a una asociación empresarial que lo haga, y pague sus cuotas y le ofrezcan los cursitos que quieran. Al resto que nos dejen en paz, y los convenios colectivos ( "cuerpo de contrato y alma de ley") eliminados, y las subvenciones, y cobrar por los ERE's... Que los pactos entre empresa y trabajador sean entre ambos y no entre dos entes y una PyMe ( que son quien sostienen y no pueden más ).
2.- Lo indeterminado de Anaximandro. Pacte usted con el otro partido mayoritario un cambio institucional a la voz de ya. Cambie el sistema electoral, sin el cual será imposible seguir adelante. Acabe con este café para todos (a ver si se enteran, ZP, Rajoy y el que venga... no es que no haya leche para el café, porque nos comimos a la vaca... es que no hay café, que se acabó...). Fuera las autonomías y cambien el sistema a uno centralizado ( ya está bien de gastos y gastos, parlamentos, senadores, coches oficiales, viajes, dietas... que no se puede), y doten ustedes a los ayuntamientos de financiación para evitar lo que estamos viviendo. Estado Central y Ayuntamientos: punto.
3.- El aire de Anaxímenes. Dentro del pacto anterior, realice un cambio educacional que no lo conozca "ni la madre que lo parió", como dijo el otro. La esencia futura, nuestros pulmones están en nuestros hijos, a los que estáis educando bajo un sistema nefasto. Ahí están los datos; y las conclusiones: salgan a un parque un domingo y las verán. Porque lo peor es que ya son hijos de hijos: es decir que esto va cada vez a peor. Dentro de poco esos niños de ahora mal - educados, tendrán hijos peor - educados... no quiero ni pensarlo. ¿Qué futuro nos espera con este sistema? Y ahora llegarán los otros - y así Dios lo quiera - y cambiarán el sistema educativo, si pueden, y luego los otros lo volverán a cambiar...En dos palabras: "Im - posible". Eso señor Zapatero es ser social: el que tenga dinero para mandar a su hijo fuera a una Universidad reconocida o a estudiar un Máster estará preparado y el resto no. Muy social.
4. El fuego de Heráclito. Deje ya de intentar enfrentar a los españoles. Ahora con las elecciones municipales y sobre todo las generales y autonómicas que toquen, volverán (bueno desde que llegó no ha dejado de hacerlo) de intentar ver a España como una dualidad entre buenos y malos. Y de recordarnos la Guerra Civil y la II República. Ya está bien. De esto que se encarguen los historiadores, y ustedes políticos, encárguense de gestionar eficazmente nuestro dinero. Ya sé que le da resultado a corto plazo, también los dio en el pasado, y no sólo me refiero a González en el 93, sino a sus ciento y pico, ya, de años de honradez ( que por más que las busco no la encuentro). Pero en una de estas: crisis económica, institucional... y ustedes avivando el fuego veremos a ver. Y todo por su irresponsabilidad política. Ya otros se arrepintieron después de la Guerra Civil.
5. Los átomos de Leucipo. Esta es fácil. Como diría Aznar a González. Váyase de una puñetera vez. Ha sido y es el peor presidente de la Historia de España. Pero váyase lejos. Que será la única pensión vitalicia que pagaremos con ganas.
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