viernes, 30 de abril de 2010
"Responsabilidad individual", por James Nava
Standard & Poor´s rebaja la calificación de la deuda pública española
Mientras lo peor de la izquierda española se empeña en montar akelarres guerracivilistas, supuestamente en apoyo de Garzón, como si el principal problema de España fuera una "amenaza fascista" y no un calamitoso e inepto gobierno, a Zapatero cada vez le cuesta más mantener sus engaños sobre nuestra situación económica.
La agencia de análisis económicos no se deja embaucar por las disparatadas previsiones del tándem Zapatero-Salgado sobre el enésimo inicio (ya hemos perdido la cuenta) de la "recuperación económica", pronosticando un largo periodo de estancamiento, altos niveles de paro, un déficit público muy superior a lo que dice el gobierno progre que padecemos y con problemas en el sector financiero.
Ello cuando la tasa de paro en el primer trimestre del año ha superado la barrera psicológica del 20%, cifra a la que no se llegaba desde los tiempos de Felipe González, y el número de personas sin empleo ha sobrepasado el listón de los 4 millones y medio, y cuando, ayer martes, el Banco Central Europeo puso a España como ejemplo de deterioro fiscal junto con Grecia.
¿Llegarán algún día los famosos "brotes verdes"?
S&P pone en duda la solvencia de España
LD / AGENCIAS
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ha rebajado la nota de la deuda española a largo plazo hasta 'AA' desde 'AA+' con perspectiva 'negativa, lo que deja abierta la posibilidad de nuevos recortes de 'rating' a medio plazo.
Esta decisión tiene una gran importancia por dos motivos: en primer lugar, puede afectar al coste de la deuda pública española. El bono español ya cotizaba más de un 1% por encima del alemán. Esto quiere decir que al Tesoro Público español le cuesta mucho más endedudarse que al germano. En teoría, esta tendencia se intensificará tras la noticia de este miércoles. Además, en principio el rating soberano es el máximo al que pueden aspirar las empresas de un país, con lo que la rebaja de este miércoles perjudicará y encarecerá la financiación de las empresas españolas.
Además, la rebaja en la calificación tiene otra consecuencia, quizás menos aparente a primera vista, pero igualmente importante. Hay determinados fondos que sólo pueden invertir en activos con una nota determinada. Por ejemplo, puede haber fondos de pensiones que, ya sea por obligación legal o autoimpuesta, sólo pueden comprar deuda con nota AA+ o superior. En este caso, la rebaja de rating del miércoles dejaría al bono español fuera de su alcance, lo que complicaría y encarecería aún más la financiación del Estado.
La decisión se produce apenas un día después de que la calificadora de riesgos recortara la nota de la deuda griega a la categoría de 'bonos basura' y la de Portugal en dos escalones, hasta 'A-' desde 'A+', con una perspectiva "negativa" en ambos casos. La agencia Standard & Poors ha rebajado la calificación de la deuda española desde la categoría AA+ a AA con perspectiva negativa, debido a que considera que el país podría sufrir un "periodo adicional de crecimiento débil".
Las razones de S&P
S&P basa su rebaja en el hecho de que la economía española crecerá sólo una media del 0,7% entre este año y 2016, frente a la previsión inicial de que el PIB evolucionara en ese periodo por encima del 1%. Entre los lastres de la economía que pueden impedir un mayor crecimiento a medio plazo, la agencia cita el endeudamiento del sector privado español, del 178% de su PIB; un mercado laboral "inflexible" y la expectativa de que la tasa de paro alcance este año el 21%, así como la poca capacidad exportadora.
Además advierte de que en 2013 el déficit público estará aún por encima del 5% del PIB, a pesar de que el Gobierno tiene el compromiso de reducirlo al 3% para cumplir con el Pacto de Estabilidad europeo. Otra de las debilidades que señala es la de los activos financieros, y recuerda en este sentido que el pasado 15 de marzo revisó a la baja, hasta el grupo 3, la calificación de la banca española por riesgo país ante la posibilidad de que sufra importantes pérdidas por la morosidad crediticia.
Además avisa de que es posible que el sistema bancario español necesite más capital que los 27.000 millones de euros disponibles inicialmente a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Este instrumento, no obstante, cuenta con una capacidad de endeudamiento de hasta 90.000 millones. En concreto, S&P cree que el coste fiscal de apoyar a la banca será de al menos el 5% del PIB.
La rebaja de la calificación tiene una perspectiva negativa porque, según S&P, España podría tener dificultades para cumplir con la reducción del déficit público a la que se ha comprometido. No obstante, Standard & Poor's admite que subiría esta perspectiva a la categoría de "estable" si ve unas posibilidades más fuertes de crecimiento o en caso de que el país cumpla o mejore sus objetivos fiscales para este año o el que viene.
También al ICO y CORES
Además, ha rebajado también la calificación crediticia del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES).
En un comunicado, S&P argumenta esta rebaja con las mismas razones con las que ha justificado la de la deuda española, que ha pasado de categoría AA+ a AA con perspectiva negativa.
Así, la menor calificación del ICO y de CORES (que también ahora se quedan en AA con perspectiva negativa) se debe a su percepción de que la debilidad económica de España va a prolongarse, lo que también va a mermar su posición fiscal.
Además, según S&P, el ICO es una "extensión financiera" del Gobierno, de ahí su papel "crítico" de cargar con los aspectos financieros de las políticas económicas que pueda poner en marcha el Ejecutivo.
A la hora de analizar a CORES, Standard & Poor's utiliza los mismos calificativos que con el ICO, al ser otro organismo totalmente ligado al Gobierno y sus decisiones, de ahí que se rebaje su calificación al mismo tiempo que la de la deuda española.
Recuerda en este sentido que la corporación es la encargada de asegurar que España cuenta con suficiente petróleo -la mayoría importado- para abastecerse, y sólo el Gobierno puede asumir por sí mismo esas facultades.
El diferencial con el bono alemán se mantiene en 110 puntos básicos
Todo apunta a que los mercados de deuda ya habían descontado la rebaja de rating que nos ha dado este miércoles Standard & Poors. Este martes cerraba en 130 puntos básicos el diferencial con el bono alemán. Este miércoles hacia el medio día alcanzaba los 130 puntos básicos, suavizándose hacia el cierre de la sesión hasta mantenerse de nuevo en el entorno de los 110 puntos básicos.
No obstante, aunque el diferencial de la deuda pública española y la alemana se ha ido reduciendo a lo largo de la jornada, se mantiene sin variación respecto a lo registrado al cierre ayer, cuando se situó también en 110 puntos. La evolución de la deuda de otros países, como Grecia, Portugal e Irlanda, también mostraba una reducción del diferencial respecto a las cotas matinales y de ayer.
Así, el diferencial entre la deuda griega y alemana bajaba a 689 puntos básicos al cierre (820 al mediodía), frente a los 718 puntos que registró ayer, cuando marcó un nuevo récord desde la creación del euro hace 12 años.
Por su parte, el bono portugués caía a 273 puntos (292 esta mañana) frente a los 276 de ayer, en tanto que el irlandés cerró hoy a 224 puntos hoy.
En concreto, los CDS sobre deuda española llegaron a cotizar hoy a 186.000 dólares anuales para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles, frente a 197.545 dólares que marcaban la pasada jornada.
Según los datos de mercado recogidos por Efe, en el caso de Grecia, los CDS helenos bajaron al situarse en 745.320 dólares (794.055 dólares en la pasada jornada), en tanto que los portugueses lo hicieron en 325.560 dólares (357.590 dólares ayer).
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La catástrofe tiene nombre
Por Juan Ramón Rallo
Libertad Digital
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domingo, 25 de abril de 2010
Es un honor poder participar en El blog de los liberales
Dicho esto me gustaría explicar (o intentarlo, al menos) por qué soy liberal y qué significa serlo.
[...] la noción justa de libertad, cada hombre que haya recibido de la naturaleza las luces necesarias para conducirse, adquiere al nacer un derecho igual e imprescriptible a vivir independientemente de sus semejantes, en todo aquello que le concierte sólo a sí mismo, y a organizar a su parecer su propio destino. (Tocqueville).
La libertad, en palabras de Isaiah Berlin, "se deriva del deseo por parte del individuo de ser su propio dueño. Quiero que mi vida y decisiones dependan de mí, no de la voluntad de otros hombres,[...] Deseo, sobre todo, ser consciente de mí mismo como un ser pensante, decisivo, activo , responsable de mis elecciones y capaz de explicarlas por referencia a mis ideas y objetivos". Es decir ser libre es ser dueño de uno mismo y poder tomar decisiones sin interferencias externas, sin que un Estado o ente superior tenga que tomarlas por nosotros. En este sentido cada vez que nuestros políticos toman decisiones sobre la educación de nuestros hijos, de el mayor gasto público ( mayores impuestos futuros ), etc., están mermando nuestra libertad, están impidiendo ser dueño de nosotros mismos.
En la Historia, el ser humano ha intentado organizarse de diversas formas, desde la Antigüedad podemos ver diferentes formas de organización social, unas más coercitivas que otras. En palabras del propio Aristóteles "...los pueblos que habitan en lugares fríos y los de Europa están repletos de arrojo pero más faltos de reflexión y de técnica; por lo que viven con mayor libertad, pero sin organización política ni condiciones para dominar a sus vecinos. Los de Asia, en cambio, son de espíritu más reflexivo y técnico, pero cobardes, por lo que viven sometidos y esclavos. Y el pueblo griego [...] vive en libertad, con las mejores formas de organización política..." (Política, Aristóteles).
En este caso no voy a entrar a discutir aspectos "colaterales" de la afirmación del gran maestro griego, ni en el contexto en el que las dice. Lo que me interesa destacar es que desde antiguo el ser humano ha tenido claro que la organización social en la que viva determina si es más o menos libre. De tal suerte que regímenes totalitarios nos anulan la libertad (dictaduras fascistas, nazistas, comunistas, conservadoras, religiosas...), y sociedades no organizadas conducen al libertinaje (anarquía). Por desgracia para el ser humano, la casta política ha conseguido que el estado actual de cosas esté en un punto más cercado a la tiranía que a una "sociedad abierta" (libre). Con el revisionismo marxista, a través de autores como Eduard Bernstein : "La socialdemocracia lucha por la realización de la democracia en el Estado, en la provincia y en el municipio como medio para la realización de la igualdad política de todos y como palanca para la socialización del suelo y de las empresas capitalistas" (Socialismo Democrático, Eduard Bernstein), hemos llegado a un estado de cosas en la cual el Estado interviene - interfiere - en casi todas las facetas de nuestra vida como seres libres. Como decía Raymond Aron, "...una sociedad deja tanta más libertad a sus miembros cuanto que éstos corren menos riesgos de ser castigados por actos que no juzgaban contrarios a las leyes o que no estaban efectivamente prohibidos". A contrario sensu, mientras más injerencias establezca el Estado menos libertad tendremos. Los revisionistas marxistas tuvieron su colofón, en el área económica, con J. M. Keynes, que tras la Segunda Guerra Mundial, dio pié a que los Estados tuvieran carta libre para la intervención económica (léase de cualquier tipo) a "diestro y siniestro". La teoría keynesiana, fundamentalmente basada en el neoclasicismo (Piero Ssraffa, aurtor ricardiano decía que el pensamiento de Keynes es de corte neoclásico), y la postkeynesiana (Joan Robinson, Kalecki, Malcolm Sawyer...), nos han llevado a un Estado "mastodóntico", que pretende dominar y domina, todas las áreas de nuestra vida. A esta forma de organización se le ha dado en llamar Estado del Bienestar. ¿Por qué surge el Estado del Bienestar? Probablemente tenga razón David Anisi cuando dice: "Aunque para susto el que se llevaron algunos en 1917. El movimiento revolucionario había tomado el poder en las Rusias. Los diez días que estremecieron al mundo... Y lo siguieron estremeciendo hasta finales de los ochenta. No se puede explicar el Estado del Bienestar sin 1917. " No voy a entrar en si el Señor Anisi tiene aquí o no razón (probablemente sea en lo único que estoy de acuerdo con él), pero lo fundamental es que el Estado del Bienestar o pacto keynesiano resultó para los Estados la excusa perfecta, como he comentado, para meterse en nuestras vidas hasta la cocina. Al respecto recomiendo un libro de D. Mauricio Rojas: "Reinventar el Estado del Bienestar", que aunque está enfocado en el caso de Suecia sirve para lo que aquí estamos exponiendo.
En definitiva hasta la crisis del 79 y la llegada al poder en Estados Unidos de Ronald Reagan y en Reino Unido de Margaret Thatcher no comenzaron a aplicarse medidas de liberalización económica y social y el individuo recobró fuerza. Sin embargo ni sirvió para expandirse geográficamente ni tampoco para hacerlo extensible en el tiempo, por lo que actualmente vivimos en un sistema altamente intervenido, en el que la libertad individual es simbólica. La intervención estatal, la regulación de los mercados, del precio del dinero y de la emisión del mismo, etc., ha provocado la actual crisis económica. Y sin embargo la socialdemocracia ha sabido, utilizando los métodos de sus maestros totalitarios, dar la vuelta al asunto y plantear que el mercado es el culpable. De tal suerte que crisis tras crisis, el Estado asume más y más papeles en la economía y en la vida de los individuos y cuando vuelve a fallar ( el Estado y no el mercado) se repite la historia.
Tememos libertad de ducharnos por la mañana (aunque por presiones sociales terminemos duchándonos), pero no podemos elegir la educación de nuestros hijos. Podemos decidir si leer un libro u otro ( por ahora), pero no podemos abrir una tienda situada en un gran centro comercial un domingo, etc.
El Estado actual, y la casta política que lo domina, es la aberración mayor que tiene que sufrir el hombre libre.
Necesitamos un Estado que vele por la seguridad jurídica, y una justicia digna, que garantice que una persona que pierde su puesto de trabajo tenga una renta mientras encuentra otro a cambio de hacer algo mientras la cobra, que garantice un sistema de pensiones ( de capitalización, el nuestro es un puro engaño), que garantice la educación de todos los ciudadanos y su atención sanitaria y geriátrica, etc. Pero en todo momento hablo de que garantice, no de que lo proporcione directamente. El Estado debe circunscribirse a garantizar y las empresas privadas a gestionar, porque el Estado es ineficiente y genera clientelismo cuando es gestor.
Por último el Estado no debe entrometerse en regulaciones más allá de las que el mercado no garantizaría o cubriría por no ser rentables. Que el Estado decida qué sector económico ha de subvencionarse es como que nos diga de qué color tenemos que ponernos la camisa al salir de casa por la mañana.
Por estas razones un servidor es liberal, cree en el individuo como persona que ha de ser responsable de sus actos y de su toma de decisiones. Que cuando un individuo toma una decisión puede equivocarse y ha de ser consecuente con aquélla y no esperar a que algún ente superior "tape" sus equivocaciones. Lo contrario nos lleva al miedo, al necesitar de un "papá" que nos proteja el resto de nuestras vidas. La mayoría de la gente necesita a ese "papá" porque no ha comprendido que cuando se entiende lo que es la libertad y se es valiente para tomar decisiones ( difíciles muchas de ellas) sin una malla que nos proteja en caso de equivocarnos, se es más feliz, y además comprenderán que no necesitan que un ente les detraiga parte de su sueldo para entregar migajas a otros, porque él podrá generar más y el mercado dará trabajo y oportunidades a quienes ahora reciben sólo migajas.
Sin más, un cordial saludo y gracias por todo.
sábado, 24 de abril de 2010
Artur Mas propone que el TC se declare incompetente para resolver sobre el Estatuto catalán
Siendo bochornoso el retraso que arrastra el Tribunal Constitucional a la hora de pronunciarse sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña, más aún lo son las presiones que, desde el nacionalismo catalán, está recibiendo este órgano. A pesar de que se suponía que CiU son los "moderados", futuribles aliados del PP en Cataluña y el Gobierno de la Nación, frente a la extrema radicalidad de PSC, ERC e ICV-EUiA, declaraciones como las de Puyol y Mas demuestran lo que son los catalanistas, por si no estaba suficientemente claro.
Jordi Puyol pareció tocar fondo, al decir que Cataluña "no tiene por qué respetar" al Tribunal Constitucional en su dictamen sobre el Estatuto, pero su delfín, Artur Mas, le ha superado al exigir que el Constitucional poco menos que se declare incompetente "para juzgar la constitucionalidad" de las normas vigentes. Así dijo este individuo, el miércoles por la noche, en el programa de TVE "59 segundos", con la excusa de que lo votado por el pueblo "tiene que ir a misa", porque "si no se va a pique" la esencia de la democracia: el voto.
O sea, que, según Mas, todo lo que se vote en un parlamento o en un referéndum debe ir para adelante, se ajuste o no se ajuste a Derecho y, especialmente, a la principal norma del ordenamiento jurídico, que es la Constitución. Recibir el voto es un cheque en blanco para aquel que haya recibido el beneplácito de las urnas, quien podría vulnerar sistemáticamente la legalidad puesto que, de ser sometido a algún tipo de control o fiscalización, se estaría hurtando la voluntad popular. Algo más propio de una república bolivariana, como la de Chávez, o la de una dirigida por un hijo de la Pachamama, como la de Evo Morales. Beneplácito de las urnas, a todo esto, que fue sólo de un tercio de los catalanes con derecho a voto y con una abstención superior al 50% en el referéndum de ratificación del Estatuto, pero eso es otra cuestión.
Más aún, además de populista, ¿tan ignorante es en realidad este hombre? Exigir al Tribunal Constitucional que se auto declare incompetente para "juzgar la constitucionalidad" del Estatuto es sugerir que los magistrados que lo componen perpetren un delito de prevaricación. El Tribunal Constitucional no es que pueda juzgar normas aprobadas por refrendo popular, es que desde la eliminación del recurso previo de inconstitucionalidad, los únicos estatutos cuya constitucionalidad puede juzgar son precisamente aquellos que han sido aprobados por mayoría en refrendo popular. Y esto es así por la sencilla razón de que si no cuentan con ese apoyo no llegarían a ser aprobados y, por tanto ya no sería necesario que el Tribunal se pronunciara sobre ellos.
En lugar de dedicarse a lanzar estas proclamas, Mas podría presentar una iniciativa parlamentaria para recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad , desactivado mediante la Ley Orgánica 4/1985, de 7 de junio, si tanto le molesta que el Constitucional resuelva sobre una norma ya aprobada. Recordar que este recurso fue introducido en la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, reguladora del Tribunal Constitucional, con la posibilidad de recurrir estatutos de autonomía y leyes orgánicas de manera que se paralizara su entrada en vigor hasta que los magistrados dieran su dictamen. Aquel era un mecanismo adecuado para evitar abusos de poder y asegurarse un veredicto del Constitucional ante leyes de especial relevancia, antes de su aprobación y entrada en vigor. Pero aquí, como en otras cosas, con el PSOE topamos. Dos años después de la arrolladora mayoría absoluta de 1982 (202 diputados), los socialistas se encontraron con una incómoda traba que les ocasionaba continuos retrasos en sus proyectos de ingeniería social y en sus leyes estrella. Es lo que ocurrió con la despenalización del aborto en los tres supuestos que contemplaba la Ley, antes de su conversión en "derecho" por parte del tándem Zapatero-Aído, aprobada por el Congreso en 1983, ante la cual, Alianza Popular respondió con un recurso previo de inconstitucionalidad que paralizó su implantación durante dos años. La norma no se aprobaría definitivamente hasta junio de 1985, después de que el Tribunal Constitucional declarara inconstitucional el proyecto original y se incorporaran algunos cambios. El PSOE llevó al Congreso, en octubre de 1984, la derogación del recurso, haciéndose realidad esta modificación en la mencionada Ley Orgánica 4/1985, en cuyo Preámbulo se dice que: "La experiencia acumulada por más de tres años de justicia constitucional ha venido a mostrar que este recurso previo se ha configurado como un factor distorsionador de la pureza del sistema de relación de los poderes constitucionales del Estado, con consecuencias inesperadas y metaconstitucionales en la ultima fase de procedimiento de formación de la ley". Pese al enconado debate que mantuvo la oposición frente al Gobierno del PSOE, allá por 1984, el PP no percibió, cuando gobernó con mayoría absoluta, la trascendencia futura que podía haber tenido en el futuro este recurso para una verdadera regeneración democrática, pudiendo haberlo repuesto mediante Ley Orgánica. Hoy vemos como la Constitución prácticamente se deja en papel mojado mediante la aprobación de Estatutos de Autonomía de dudosa conformidad con la misma, mediante la mayoría simple del Congreso, con el PP oponiéndose con grandes dificultades o, incluso, colaborando en el proceso, como en el caso de Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana.
Pero, esta cuestión aparte, lo de Artur Mas sí que es una rebelión en toda regla, no la "rebelión" cívica mediante recogida de firmas planteada por Esperanza Aguirre frente a la subida del IVA y que tanto preocupa al PSOE.
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No necesitamos un Estado mastodonte
Es frecuente que el típico pseudoprogre liberticida me formule la siguiente pregunta:
¿Sin Estado con que construyes hospitales que no son rentables para la iniciativa privada?
Mi respuesta es la siguiente:
La lógica nos dice que si no son rentables es porque no se utilizan o su utilidad es desproporcionada a los medios económicos que se invierten, dinero que podría destinarse a otros fines de mayor uso; sin olvidarnos que es el propio contribuyente quien sabe emplear mejor su dinero. No todos somos gilipollas, algunos no necesitamos a nadie que administre nuestra pasta por nosotros.
Entonces, si no se utilizan para que demonios vas a construirlos, sobre todo con el dinero de otro. A eso se llama robar por intereses personales o de partido.
¡Ya se, ya sé!. No nos podemos olvidar de aquel pobre niño diabético que vive aislado en una montaña. ¡Dios mío! ¿Cómo la sociedad va a abandonarle?.
Pues nada, al típico iluminado pseudoprogre que gobierne, tan buenista y demagogo, sobre todo con la intención de ganar las próximas elecciones, siempre decidirá gastar un dineral para crear una Dirección General, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, cuyo nombre podría ser D.G. de Infraestructuras Ruinosas de Montaña, con su director general, subdirectores y los tropecientos asesores correspondientes, todos nombrados a dedo “of course”. Se necesitarán también muchos funcionarios, si son del partido mejor, así son más leales y palmeros. Todo ello con el objeto de construirle a esa desgraciada familia un centro hospitalario cercano con toda su plantilla y dotaciones.
No nos olvidemos de construir una carretera, con puentes y túneles incluidos para que se pueda acceder al hospital; y si ponemos una línea ferroviaria mucho mejor, de esta forma damos opción a los que quieren utilizar el transporte público ¿Y porqué no un aeropuerto inútil como el de Ciudad Real (Spain)?, ¡así la desgraciada familia podrá coger sus vuelos cerca de casa para irse de vacaciones a Cancún!.
¡Que bonito es todo! Esa familia perdida en la agreste montaña, los pseudoprogres, los amiguetes con los que se contrata la obra pública y el demagogo de turno que gobierna estarán felices gracias a los mentecatos que pagan coactivamente sus impuestos.
¿No sería más fácil que dicha familia se vaya a vivir a la ciudad para poder elegir libremente entre los recursos sanitarios públicos o de iniciativa privada que se ofrecen?.
¡ Bueno, si no estás de acuerdo tú y muchos pseudoprogres como tú, siempre podéis donar la mitad de vuestro sueldo con la intención de construir hospitales en lugares poco rentables para la jodida iniciativa privada, así podréis dormir con la conciencia tranquila sin necesidad de recurrir al dinero de otros !.
Los enemigos de la libertad rechazáis la privatización porque en realidad apreciáis la coacción política y, en la privatización, veis con temeridad el ingrediente básico de la sociedad abierta: la libertad de los ciudadanos. Se os llena la boca con el Estado de bienestar, con la necesaria dependencia del Estado; pero todo eso no es más que la institucionalización del parasitismo, camuflado en el sueño de la solidaridad obligatoria y el falso progreso social utilizando el dinero de otro. Un parásito siempre intentará engañar a su huésped para no ser detectado y eliminado. A veces lo consigue. Incluso le hace creer que resulta beneficioso para su supervivencia.
No debemos olvidar que un servicio privado, y esto está demostrado, ofrece siempre mayor calidad a menor coste porque está mejor gestionado que los servicios públicos. Existe un dicho famoso que nos ilustra esto: “lo que es del común es de ningún”.
Recordemos al exministro de sanidad socialista, don Bernat Soria que aseguró que la sanidad en España, el más esencial de los servicios públicos, es universal y “gratuito".
¿Gratis?, ¡ y un carajo! Cada año los ciudadanos son forzados por el Estado a pagar más y más pasta para la sanidad, que según el exministro es falsamente gratuita. Menudo engañabobos está hecho. Pero, ¿podemos denunciar este robo y decidir donde gastar el fruto de nuestro trabajo? No, eso es imposible dirán los pseudoprogres liebrticidas, porque en ese caso nos inclinaríamos a favor de la libertad y no interesa que las masas tengan libertad puesto que sería difícil dominarlas.
Proclamaba el socialista Soria que la coacción es siempre bienvenida, porque la sanidad pública “no tiene precio”. Recordemos también como otra iluminada de su calaña, la mediocre exministra socialista egabrense, salió a escena afirmando que el dinero público no era de nadie. ¡Que cara tienen estos amantes del dinero ajeno!.
Reflexionemos con relación a la educación pública. Su función será acabar con el analfabetismo posibilitando que todo el mundo pueda formarse lo mejor posible para ser capaz, en el futuro, de sostenerse por sí mismo. Sin embargo, la ausencia de incentivos impide con frecuencia que la educación que se ofrece desde el sector público sea de calidad; impidiendo alcanzar dicho fin.
Pocos maestros funcionarios se esfuerzan, o bien, pocos directores funcionarios de escuela pública evitan enfrentarse con los docentes (la mayoría integrados en sindicatos sectarios) y exigirles resultados. Ellos saben que al final se esfuercen o no, a todos, les van a pagar lo mismo. Además está el problema del mangoneo político de la enseñanza. Me refiero a la manipulación de los alumnos por el gobierno de turno, ya sean gobiernos socialistas de derechas o gobiernos socialistas de izquierdas.
Los socialistas de todo color suelen desvirtuar por completo el concepto de lo social, que en vez de ser el producto de relaciones espontáneas, altruistas y voluntarias entre individuos libres se transforma en burocratización estatista establecida mediante la coacción.
Los ciudadanos deben exigir menos Estado y más libertad para ser responsables de sus vidas, sin que papá Estado se dedique a la fatal arrogancia de saber mejor que nosotros mismos lo que nos conviene.
http://tu.tv/videos/el-estado-somos-todos-y-un-carajo-
www.lodicecincinato.blogspot.com
viernes, 23 de abril de 2010
Historia del lápiz
En este vídeo, de poco más de 2 minutos de duración, el Dr. Milton Friedman nos explica, con el sencillo ejemplo de un lápiz, uno de los objetos más corrientes de nuestra vida cotidiana, cómo interactúan entre sí los distintos operadores del proceso productivo y cómo el libre mercado es en sí mismo un procedimiento pacífico y eficiente. Detrás de la producción de un simple lápiz tenemos cómo las fuerzas del mercado comunican naciones y personas de todas partes del mundo para generar un lápiz. Es una herramienta que utilizamos día a día y que podemos adquirir fácilmente, pero que no puede ser lograda de manera individual. El mercado comunica a gente que jamás en la vida llegará a conocerse, que, quizás, de llegar a encontrarse, podrían ser incluso enemigos, pero que interactúan en función de un interés común. El mercado libre nos permite disfrutar de bienes y servicios que provienen de distintas partes del mundo.
En su libro "Libre para Elegir", Friedman desarrolla bastante estas ideas sencillas del video, explicando el mecanismo de precios como un sistema de transmisión de la información necesaria para saber dónde se necesita mayor o menor esfuerzo económico.
El vídeo lo he encontrado en el blog de Mike, EL REPUBLICANO DIGITAL.
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jueves, 22 de abril de 2010
El hiyab y la importancia de los Consejos Escolares.
Me importa. Y me importa mucho que el hiyab no se lleve en ningún centro escolar. Soy de esos que pondría a todas las clases de religión en el ámbito de su competencia y no en el escolar. Y desde esta perspectiva, ya no estamos hablando de la libertad personal, sino de símbolos religiosos que para unos se permiten y para otros, se niegan concienzudamente. Con órdenes de Decreto desde las taifas regionales explícitamente ordenando que se saque cualquier tipo de símbolo religioso, para que no pueda molestar a cualquiera otra confesión. Pues me molesta tremendamente que se permita este símbolo religioso en este país, cuando otros símbolos son enajenados de manera sistemática y expeditiva.
No sé yo si entro en una mezquita y no me descalzo lo que ocurriría. No sé yo qué ocurriría si entramos a una madraza y no seguimos el tipo de enseñanzas que allí se siguen. No sé yo si alguna vez este país, reivindicado por Al-Qaeda, llegase a ser islámico, qué ocurriría. Solemos ser estúpidamente solidarios, cuando, en verdad, no sabemos ni de lo que estamos hablando. ¿Qué bula papal tiene la religión musulmana para que todo el mundo hable inmediatamente de solidaridad y con los símbolos cristianos pase justamente lo contrario? ¿Es que acaso algún vestigio de la defensa de los derechos humanos ha sido propuesto por siquiera uno de los estados musulmanes existentes? Es más, ¿existe en dicha religión un trato igualitario entre mujeres y hombres? ¿Qué puñeteros derechos queremos que prevalezcan? ¿Los de la Edad Media o los actuales, impuestos por la Revolución Francesa y a los que también se quiere ahogar en aras de un laicismo hipócrita? Sí, hipócrita. Porque quienes predican contra los símbolos religiosos cristianos, tienen a sus hijos en colegios católicos y dan religión. La leche son esta gente.
En Madrid debe de haber una amplia manga ancha en los Consejos Escolares. O eso, o es que a Esperanza Aguirre se le concomen los ovarios al ver cómo un Presidente del Gobierno permite a un Ministro de Educación que defenestre los símbolos de una confesión, mientras a la vez, manifiesta total simpatía por los derechos de la otra. Y por eso, digo yo, ha dejado que sean los profesores y los padres de cada Centro, QUIENES DE VERDAD, DECIDAN SOBRE LA POLÉMICA.
Esto no ocurre en Andalucía, donde el palillo de un barquillero tiene más autoridad que un Consejo Escolar. ¿Por qué no se oye ninguna polémica de este tipo en Andalucía? Pues porque en Andalucía no existe posibilidad de que un Consejo Escolar debata este tipo de cuestiones, ya que todas están ya reguladas en el Reglamento de las Escuelas sostenidas con fondos públicos. Un Consejo escolar no es la institución, ni jurídica ni educativa, para debatir, en Andalucía, semejante tema. Para eso están los decretos de la Consejería de Educación, que se cumplen sí o sí y punto pelota. ¿Ideario de Centro?
Les contaré que existen muchos directores que son elegidos a dedo y no pasan por el Consejo Escolar. ¿Cómo quieren que el Consejo Escolar establezca ideario de Centro? Todo esto es una pantomima que se mantiene por decoro, que no por creer en ella. Con los Centros pasa como con las Cajas de Ahorro. Manda el político de turno. Y lo demás, son cuentos chinos.
El pañuelo islámico, de puertas para afuera. Pero ya. Y si fuese un traje naranja budista, igual. Si no queremos símbolos, pues no los queremos. O todos … o todos …
Aído pretende llevar el feminismo radical a las relaciones laborales
En una nueva ofensiva intervencionista y liberticida en el terreno empresarial, el documento de trabajo elaborado por el departamento ministerial que dirige el inefable Celestino Corbacho, incluye varias medidas para obligar a los emprendedores a contratar mujeres, poniendo en un segundo plano la profesionalidad como factor clave para incorporar trabajadores a las compañías. Es de recordar que el Ministerio de Trabajo no es la primera vez que absorbe las peculiares teorías de Aído. Hace varias semanas, la Secretaria General de Empleo, Maravillas Rojo, hablaba del efecto positivo de la crisis económica, al haber conseguido que el paro masculino supere al femenino. Cada 22 de febrero, se convocan actos en los que lanzan mensajes propagandísticos con motivo de la celebración del "Día Europeo de la Igualdad Salarial", proclamándose la falacia de que las mujeres tienen sueldos inferiores a los de los hombres por el machismo imperante en la sociedad.
En concreto, esta totalitaria medida estaría destinada a los contratos en prácticas: si una empresa quiere contratar empleados en prácticas, deberá tener el mismo número de chicas que de chicos con una edad comprendida entre 21 y 24 años. Todo ello sin despedir a ningún trabajador, ya que el Ejecutivo prohíbe que los nuevos contratos de formación "conlleven efecto sustitución". Es decir, si contrata a un chico, forzosamente deberá contratar a una chica para no romper la paridad. Más aún, una vez que el trabajador supere el proceso de aprendizaje, el empresario tendrá una mayor bonificación del sector público si decide contratar a mujeres, desapareciendo incluso el criterio de paridad, siendo más barato contratar a una chica que a un chico.
Lo dicho: una chica joven parece ser que, para estos ingenieros sociales, es incapaz de conseguir un empleo, si no es forzando coactivamente al propietario de una empresa privada a contratarla. Según estos iluminados, si es un empresario masculino, su machismo (obviamente, si es un hombre, será machista, más aún en cuanto que, al no ser Zapatero y, peor, ser un emprendedor, no será ni rojo, ni utópico, ni feminista, ni justiciero de las mujeres) le llevará a no contratar a una mujer aunque esté mejor cualificada que un hombre, optando siempre, en ese caso, por el segundo. Parece una idiotez, pero es la peculiar ideología de estos sujetos, que impregna hasta la médula al gobierno más inepto, extraño y pintoresco que, no sólo España, sino Europa entera habrá conocido en décadas. Es el ideario, por ejemplo de Salgado, esa incompetente criatura, balbuceante en la tribuna del Congreso mientras defendía su proyecto de Presupuestos Generales, quien achaca las críticas a su inutilidad al "machismo".
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lunes, 19 de abril de 2010
ABORREGANDO A LAS MASAS
La pseudoprogresía impone para nuestros hijos, no los suyos, una nueva educación basada en el relativismo moral incompatible con una cultura de esfuerzo, amor a la verdad y gusto por la búsqueda del conocimiento, el cual constituye la más potente fuerza liberadora de la pobreza.
Por el contrario, la ignorancia y la generalización de la mediocridad producen la perversión del hombre libre. No hay que olvidar que una de las peores formas de violar los Derechos Humanos es someter a los niños a la ignorancia.
Hoy hablamos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y no porque sea una asignatura absurda o sin un contenido digno de tal nombre, sino porque en sus entrañas se cocerá, a fuego lento, el recuelo de lo peor del pensamiento totalitario; camuflado, eso sí, para que los niños lo asimilen desde muy pequeñitos.
La asignatura de Educación para la Ciudadanía incrustará en los cerebros de nuestros hijos mucho relativismo moral y mucha adoración al Estado; así como un gran desprecio por el individuo y la responsabilidad individual; todo ello condimentado con grandes dosis de demagogia camuflada en grises sueños de frías sociedades colectivas desprovistas de almas, valores y sentimientos.
Mucho buenismo, multiculturalismo y tolerancia, muchos golpes de pecho pero ni una sola idea encaminada a que los estudiantes salgan de su etapa escolar verdaderamente preparados.
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domingo, 18 de abril de 2010
Corazón liberal, alma conservadora
Ningún liberal, liberal clásico desde luego, debe temer al conservadurismo. Sólo deben temerlo los amigos del relativismo y enemigos de la libertad. Friedrich Hayek, en su obra "Los fundamentos de la libertad" afirmó que los liberales debemos tomar como alternativa el apoyar, en el terreno político, a los llamados partidos conservadores. Es cierto que pensaba en el conservadurismo norteamericano, no en el europeo. A este último se refirió al afirmar que, pese a las diferencias, los conservadores no eran desdeñables como dique de contención o freno en aquellas situaciones en que la deriva socialista amenazara con llevarnos por delante a todos. Pero, en lo relativo al conservadurismo estadounidense, Hayek defendió su unión con el liberalismo clásico en un mismo tronco ideológico. Es más, Hayek también expresó su desencanto con la palabra "liberal" en Europa y reconoció cómo el liberalismo europeo, de tipo racionalista (el cual lleva dentro el germen de su propia destrucción, al propugnar una sociedad sin Estado, sin autoridad mínima, el cual establezca el marco que garantice el ejercicio de nuestra libertad y su no perturbación), lejos de propagar la filosofía realmente liberal fue allanando el campo al socialismo y facilitando su implantación. No haría falta para los lectores habituales, pero recordar que en los Estados Unidos no existe la oposición terminológica europea entre "liberal" y "conservador": lo que entendemos los europeos por "liberalismo" es lo que cimentó la democracia americana. Los progres y demás izquierdistas se hacen llamar allí "liberals". Obama sería un "liberal". Cosas de la mala prensa que en Norteamérica siempre ha tenido el término "socialismo".
El conservadurismo ha sido, en los Estados Unidos, el garante para el liberalismo clásico, cohesionando liberalismo económico, libertad y responsabilidad individual, propiedad privada, familia y moral. En Europa tenemos un conservadurismo que, en muchos aspectos, es casi tan intervencionista como la izquierda, aunque defendiendo distintos principios. Por ese motivo, no pocos liberales europeos suelen recelar del liberalismo clásico, fundamentalmente, desconfían de sus ingredientes conservadores.
Pero hay que hacer una necesaria distinción que no tienen en cuenta nuestros liberales: el conservadurismo europeo (el continental, no el anglosajón) suele mostrarse bastante intervencionista en lo económico y su defensa del statu quo se basa en el mantenimiento de los privilegios de determinados individuos, de determinada casta o del Estado. No así los conservadores norteamericanos, quienes no quieren ni oír hablar de cambios que impliquen tocar la libertad individual y económica, la propiedad privada y la posibilidad de cada uno de buscar legítimamente de la felicidad. El conservadurismo en el mundo anglosajón considera que estos principios deben permanecer inmutables, jamás caducan, y se oponen totalmente a aventuras y procesos de reforma o de ruptura que puedan poner en peligro los mismos. Los procesos revolucionarios siempre nos llevarán a la anarquía o al socialismo, a elegir, en definitiva, hacer tabla rasa, cambiar las bases que informan la vida en sociedad, con las nefastas consecuencias económicas, morales y sociales que han tenido estas experiencias para el país que ha tenido la desgracia de padecerlas, nunca a la libertad.
Por este motivo, los Estados Unidos cuentan con una Constitución redactada e inspirada en estos valores con más de doscientos años de edad. El statu quo que defienden los conservadores estadounidenses y los es el que legaron los Padres Fundadores, quienes alzaron el edificio constitucional americano sobre la propiedad privada y la libertad, ambos íntimamente ligados, hasta el punto de que la propiedad privada es condición indispensable para la libertad, y todo recorte de la propiedad privada implica un recorte de la libertad. Este conservadurismo es el que defiende el liberalismo clásico.
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"Distinciones necesarias entre liberalismo y anarquismo", artículo de Sergio Doncel
Esta es una cuestión a la que me he referido antes en alguna ocasión, reconociendo mis inicios, más cercanos al libertarianismo que a otra cosa, antes de evolucionar hacia una posición más centrada hacia el liberalismo clásico. Es una fuerte tentación juvenil oponerse casi por sistema a cualquier manifestación estatal. Este artículo, gentileza de Sergio Doncel, autor del blog El tonel del cínico, da una visión bastante completa del asunto:
Distinciones necesarias entre liberalismo y anarquismo
Por Sergio Doncel
Publicado en Liberalismo Democrático
Vivimos en una época confusa, fecunda en la ignorancia, el disparate y el enredo de conceptos, cuando no su en su fusión más absurda. De esta suerte, se confunde el mercado de competencia perfecta con mercados intervenidos y regulados; se confunde liberalismo con capitalismo; y, lo que es peor, se confunde muy frecuentemente liberalismo con diversas formas de anarquismo. O más bien, se pretende llegar a lo segundo a través de lo primero.
En una inolvidable escena de Gran Torino (2008), última película de Clint Eastwood, el adusto Walt Kowalski, interpretado de forma magistral por el propio Eastwood, echa de su jardín, rifle en mano, a unos molestos pandilleros. “Fuera de mi jardín”, ordena, explícito. Se puede ver como una apología de la propiedad privada, ciertamente bien defendida y apreciada en América.
La propiedad privada es uno de los pilares sagrados del pensamiento liberal, pues sin ella no existe una verdadera libertad individual. Vienen a cuento las famosas palabras de Lord Chatham: “El hombre más pobre del mundo desafía en su recinto a todas las fuerzas de la Corona; su chimenea puede estar fría, su tejado puede temblar, el viento soplar entre las puertas, pero el Rey de Inglaterra no puede penetrar”.
En este sentido, hoy en día el pulso con el Estado es permanente, inevitable. Porque este último, amparado en un evanescente bien común, mantiene vivo el deseo de penetrar en las propiedades de los ciudadanos. En algunas constituciones modernas se reconoce la propiedad privada como un derecho fundamental, en otras no (es el caso de la española); y, de todas formas, el Estado se reserva la facultad de expropiar a los individuos, siempre con arreglo a unos procedimientos legales e indemnizando, como no podía ser de otra manera.
Carretera maldita, de Stephen King, es una novela en la que un hombre al que van a expropiar su hogar --para construir una carretera-- decide resistir por la fuerza, ya que no quiere perder en balde el lugar donde fue feliz con su hijo, ya fallecido, y en el que guarda sus mejores recuerdos. Huelga decir que el argumento individuo contra Estado es muy querido por los liberales, y suele dar lugar a pensamientos sumamente románticos. Desde luego, los ciudadanos responsables han de defender sus derechos y libertades frente a cualquier tipo de abuso de poder. Es una tarea a la que un individuo que se considere libre no puede renunciar.
Pero estas ideas producen, a la larga, desviaciones. Muchos jóvenes liberales traspasan los límites: del liberalismo saltan a una suerte de anarquismo sin bombas ni pistolas, pero igualmente utópico. Y el liberalismo no se concibe sin un Estado capaz de hacer cumplir las leyes y proporcionar una verdadera libertad de mercado, removiendo obstáculos que afecten a su libre funcionamiento. Lo cual resulta paradójico, pero es así. Sin un orden establecido, sin un monopolio de la violencia, ¿a dónde llegaríamos? Antes o después, a la ley de la selva.
Al margen de los fracasos históricos del anarquismo, hay que considerar su relación con el liberalismo. Es cierto que ambas doctrinas se oponen al poder absoluto y que patrocinan la libertad individual. Sin embargo, ¿es un objetivo de los liberales la abolición del Estado y de toda forma de poder o autoridad? No, en tanto que el anarquismo, en su deseo de crear una sociedad utópica, basada en el concepto de no agresión, sí lo persigue. El marxismo predicaba algo muy parecido, sólo que a largo plazo en vez de con inmediatez.
En cambio, el liberalismo necesita un Estado. Un Estado, por definición, fuerte, en aras de la soberanía, la libertad y seguridad de los ciudadanos y que asegure unas prestaciones mínimas (por ejemplo, educación y sanidad). Estado fuerte no significa Estado hipertrofiado. A fin de impedir su crecimiento desmesurado y los posibles abusos existen unos instrumentos, unos “pesos y contrapesos”, en palabras de Montesquieu, no ya entre los diversos poderes del Estado, sino a disposición de los propios ciudadanos, como la división de poderes, el principio de legalidad, los mecanismos de defensa de los derechos fundamentales, etcétera.
Por lo tanto, no es coherente declararse liberal y, al mismo tiempo, mantener posiciones utópicas y trasnochadas de destrucción paulatina del Estado, o de reducirlo a la mínima expresión.
Siempre habrá tensión entre Estado e individuo, a cuenta de la propiedad o de lo que sea, como ya he apuntado. El primero tiende a expandirse, a intervenir más, a hacerse más grande y poderoso, pero ahí tiene que estar el individuo para, con las armas de las democracias liberales, rechazar esa tendencia. Pero, del mismo modo, el individuo puede llegar a abusar de su libertad y perjudicar a terceros. Entonces el Estado está legitimado para atajar el problema. Esta tensión, a la larga productiva y vivificadora, es la que debe ser inherente a todo orden liberal.
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miércoles, 14 de abril de 2010
La escuela cutre
Las aberraciones en materia educativa no son cosa de ahora. Iluminados de todo color político han experimentado con la infancia desde siempre y con desastrosas consecuencias.
Actualmente España ha vuelto a apostar por la escuela más cutre. La que iguala a todos en la ignorancia. También, de camino, se debe enmudecer, presión sindical de por medio, a aquellos docentes que están dispuestos a arriesgarse a sacrificar su vida por una enseñanza de calidad. Debe primar las consignas que el Pedagogo político dicta. La libertad de cátedra será algo del pasado. Todo por el bien del Gran Proyecto Totalitario.
La influencia del Estado en la educación impide la capacidad crítica de los individuos, la pluralidad de las ideas y garantiza que el pensamiento único reine indefinidamente. Para ello se engendran asignaturas totalitarias como la que tuvimos en la dictadura, denominada Formación del Espíritu Nacional. Este tipo de asignatura totalitaria no busca formar ciudadanos libres, busca formar súbditos que jamás se quejen, súbditos alineados servilmente con la casta política dictatorial, súbditos dispuestos a vivir toda su vida bajo la odiosa tutela del dictador.
Un maestro de escuela puede enseñar o adoctrinar. Cuando la enseñanza prima sobre el adoctrinamiento, la educación cumple su función principal en el interés de los que la reciben y en el interés de la convivencia libre y democrática bien entendida. En cambio, cuando es el adoctrinamiento el que se impone, la educación se convierte en un arma de destrucción masiva de la infancia y de perversión de la sociedad.
La imperante obsesión igualitarista ha provocado que el conocimiento sea patrimonio exclusivo de unos cuantos que se lo pueden permitir económicamente; me refiero a esos políticos demagogos que se empeñan en que la escuela que desean para los hijos de otros, no para los suyos, abandone la función de transmitir sabiduría, sustituyendo ésta por un conjunto hueco de valores políticamente correctos y estúpidamente pseudoprogresistas.
La asignatura de Educación para la Ciudadanía es el símbolo de todos los tópicos de la corrección política, es decir, del ansiado adoctrinamiento de la sociedad con el que sueña cualquier déspota.
Hoy en nuestra particular clase de educación para la ciudadanía vamos a
estudiar lo que es Mangonear. He aquí un claro ejemplo representado por la casta política:
http://www.youtube.com/watch?v=m3L6iNt1aXY
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lunes, 12 de abril de 2010
EL DISFRAZ DE LA DEMOCRACIA
Llama la atención que muchos no sepan que hoy en día los genuinos dictadores ya no se hacen con el poder con cuartelazos o revoluciones bananeras sino que utilizan la democracia. Es decir, el fusil de asalto AK-47 lo han sustituido por la demagogia, cambiando la legalidad vigente a capricho. Actualmente todo se hace con más sutileza.
En toda democracia existe una regla básica de autoprotección, es decir, Yo, perdedor de las elecciones, acepto que tú gobiernes, resignándome a hacer una oposición pacífica, siempre que tú respetes las reglas del juego que garanticen la limpieza electoral y las libertades y derechos que a mí me permitirán gobernar alguna vez. Es obvio que si una de las partes no respeta la regla básica expuesta es que quiere gobernar de una forma totalitaria, quedando la otra parte liberada, a su vez, de respetarla. En otro caso quedaría en desventaja y forzada a acatar la arbitrariedad, por lo que se iniciaría una fase de convivencia violenta.
En base a lo que he expuesto nunca la democracia puede funcionar si sus principales partidos políticos no aceptan las reglas básicas democráticas, normalmente incluidas en las constituciones. Y no me vale lo de cambiar la Constitución a capricho para justificar que lo que haga el dictador sea bueno. Un ejemplo: Yo que tengo mayoría parlamentaria cambio la Constitución para ser elegido presidente vitalicio y con poderes absolutos ¿Es esto democrático para ti?
La democracia descansa en el supuesto de que la mayoría de los ciudadanos no votará a un partido contrario a las libertades; y por lo común así ha ocurrido pero no siempre. Hitler obtuvo el poder democráticamente afirmando que no iba a eliminar la Constitución, sino a interpretarla de manera más “profunda”, más “generosa”, dirían otros ahora. Lo mismo está ocurriendo actualmente con gobiernos como el de Venezuela, Bolivia o Ecuador y que algunos sátrapas pretendieron extender su cáncer ideológico a Honduras.
Así vemos que gobiernos opresores muchas veces son el resultado de elecciones democráticas y una democracia opresora no resulta menos abusiva que una dictadura, sólo que su despotismo suele ser menos visible. La técnica totalitaria es la siguiente: cuando un dictador empieza a gobernar en una democracia siempre se apresura en apropiarse del control de los medios de comunicación, de la economía, de los medios productivos, así como de la educación. A pesar de que el dictador afirme que se legitima en su elección democrática sigue siendo un dictador, incluso aplaudido y admirado por otros aspirantes a dictador que también se ocultan detrás de las urnas.
Dicen representar al pueblo y llegados al poder por medios democráticos enseguida comienzan el proceso de demolición del sistema de libertades. Estos hechos vulneran gravemente las reglas del juego democrático.
En regímenes dictatoriales depende de la sociedad civil que los ingenieros de mentes no se salgan con la suya. Si lo consiguen, los ciudadanos del futuro no sólo no serán libres sino que nunca habrán tenido la oportunidad de serlo.
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miércoles, 7 de abril de 2010
¿Reaccionario, defender la familia?
Como el intercambio de ideas es algo extraordinario, el debate planteado en otro blog y mi humilde aportación me hicieron pensar en esta entrada y me proporcionaron el borrador de la misma.
Alguno se preguntará por qué motivo gente que se define como liberal se muestre tan poco "abierta" o "tolerante" ante los nuevos "modelos de familia" que van surgiendo y nos empeñemos en permanecer anclados en el tiempo intentando imponer a los demás una serie de valores un tanto "caducos" en lo que respecta a esta materia. ¿Por qué seríamos tan "reaccionarios" en esta cuestión?
Nada más lejos de la realidad. Sobre la familia, de lo que siempre se ha entendido por familia (padre + madre + hijos), no se trata de imponer nada. Yo simplemente me conformaría con que el liberal-conservadurismo supiera hacer pedagogía sobre unos valores igual de bien que el socialismo sabe hacer propaganda. Por mi parte, no tengo inconveniente, una vez expongo mis razones, en escuchar a la izquierda acerca de su modelo. Lo que ocurre habitualmente es que el típico "eres un reaccionario" o "has quedado retratado como un retrógrado", cuando no el "eres de la caverna", es considerado por muchos como una salida muy fácil, al igual que en otros temas, para no tener que explicar ni razonar por qué motivos el concepto tradicional de familia es algo relativo y caduco o por qué entienden que existe un derecho al matrimonio para dos personas del mismo sexo.
Pero hay cosas que son como son, por más que un ingeniero social se empeñe en dibujar una realidad que no existe más que en su mente. La familia como la hemos entendido "tradicionalmente", por decirlo de alguna forma, ha sido siempre la primera línea de defensa para los individuos frente a las vicisitudes de la vida. La familia suministra protección física y ayuda financiera a sus miembros, seguridad en la infancia y la vejez. Es un ámbito de libertad plena y, en modo alguno, somos "carcas" ni "reaccionarios" defendiendo el modelo tradicional de familia. Todo, lo contrario, pocas instituciones más liberales, pocas son un parapeto mayor para nuestros derechos.
El estatismo tan invasivo que defiende el socialismo siempre ha visto la familia como una competencia al Estado, debilitarla es algo fundamental. El fin socialista ha sido siempre a la sustitución de la familia por el Estado como estructura provisora ante cualquier necesidad del individuo y la vía, lógicamente, es la desnaturalización de la primera. La familia, desde tiempos inmemoriales, ha funcionado como un verdadero "Estado del Bienestar", algo que el socialismo, en su afan por crear un Estado-niñera, no puede soportar.
Como vía para ir dando pasos en este camino, el matrimonio homosexual, aquí y en cualquier sitio donde haya sido aprobado, no supone la "extensión" o la "creación" de un derecho (los derechos no se "crean" y, además, considero dudoso que se pueda hablar de "derecho al matrimonio" incluso en el caso de los heterosexuales), sino, precisamente, esa intención de desnaturalización de la institución matrimonial y familiar. En España hemos llegado a límites demenciales como sustituir las palabras "padre" y "madre" del Código Civil por la más aséptica "progenitores".
Que existen parejas que establecen relaciones homosexuales es evidente pero ello no cambia el concepto de familia, por más que se respete esas relaciones. Yo, desde luego, respeto la condición sexual de cualquiera y creo que los homosexuales no deben ser discriminados ni denigrados por su condición y, de hecho, en cualquier país civilizado se reconoce la igualdad ante la ley de toda persona (igualdad por ser personas, no por ser homosexuales, que es lo que buscan estos lobbys mediante discriminaciones positivas). No son liberales ni conservadores ni cristianos quienes desean el ahorcamiento de homosexuales por su condición, son cosas que quedan para abyectas dictaduras islámicas como la iraní o la saudí. En cambio, no duden ustedes de que algún que otro zerolo miembro del "soviet rosa", si de él dependiera y pudiera, llevaría al articulado del Código Penal el defender nuestras posturas (no se confunda el homosexual que pueda estar leyendo estas líneas: la mayoría de ustedes no son, en absoluto, iguales que aquel sujeto que se arroga su representación, como si no fueran ya mayores de edad plenamente responsables).
Ahora bien, volviendo al matrimonio homosexual y por qué es de las cosas más absurdas que han salido de la mente de legislador alguno, hay que decir y dejar claro que el tratar de forma distinta dos situaciones completamente diferentes, como son las relaciones heterosexuales y las homosexuales, no es discriminación ni denigración o desigualdad alguna. No es discriminación no permitir a dos hombres o dos mujeres contraer matrimonio. Un ejemplo, quizás un poco simplón, pero es de Thomas Sowell (uno de los mayores enemigos de las discriminaciones positivas, negro y republicano de derechas, para más señas): las leyes que prohíben circular por las autopistas en bicicleta, obviamente, no discriminan a los ciclistas frente a los automovilistas. Si coge un coche, el ciclista tiene tanto derecho a conducir por la autopista como cualquiera. Lo que se busca con este tipo de reivindicaciones, plasmadas en la ley española y la de algunos otros países, no es que los homosexuales puedan casarse, que pueden (muchos están casados con gente del sexo opuesto, de hecho) sino redefinir el matrimonio y volver a moldear el concepto de lo que es una familia.
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lunes, 5 de abril de 2010
El Capitalismo Democrático
Os quiero aclarar que lo que una mayoría de ciudadanos poco reflexivos identifican como Capitalismo es realmente Mercantilismo o Capitalismo de Estado, típico de gobiernos intervencionistas, es decir, socialistas. En cambio, el Capitalismo Democrático o Economía de Mercado que defendemos los verdaderos liberales, son cosas bien distintas, es decir antagónicas.
Dicho de otra forma, el Mercantilismo o Capitalismo de Estado es esa forma capilar de corrupción, según la cual los negocios se hacen por el favor y el beneplácito del poder, sin tener en cuenta a los consumidores que son los soberanos del mercado. Incluso todavía tenemos que aguantar las memeces de algún que otro pijo-progre que se cree que alguna vez ha habido libertad de mercado o culpa al liberalismo como el causante de la crisis económica mundial.
La mediocridad intelectual está confundiendo los términos, llamando Liberalismo o Capitalismo a un sistema que es en realidad su opuesto. De forma populista, la ciudadanía mediocre identifica a empresarios amigos del gobernante de turno como ciudadanos liberales y a economías, como la intervencionista norteamericana de Bush u Obama, con Liberalismo. La verdad es que es difícil encontrar un empresario liberal y más si es amigo del gobierno, puesto que éstos odian el libre mercado porque supone libre competencia.
Por ejemplo, fijaros en el indeseable Gerardo Díaz Ferrán, Presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), o sea, Presidente de la patronal, organización inútil que también vive a costa del bolsillo de los contribuyentes como lo hacen los sindicatos mafiosos. El empresario se quedó a gusto diciendo que "se puede poner un paréntesis a la economía libre de mercado". ¡¡ Para que Papá Estado te salve el cuello claro!! ¿No es cierto Gerardin?.
¿Creéis que un auténtico liberal diría una salvajada así? El interés de Díaz Ferrán y muchos falsos liberales amigos o palmeros del gobierno de turno no es que ni el mercado ni la sociedad sean libres de la coacción del Gobierno, sino forrarse con ayudas públicas a costa del pagador de impuestos.
Continúo en mi bitácora: Lodicecincinato.tk
jueves, 1 de abril de 2010
La preeminencia del Derecho y otras hierbas.
La Sección novena de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha admitido a trámite el recurso presentado por la Asociación 'Preeminencia del Derecho', representada por los letrados Encarnación Martínez y José Luis Mazón, para la retirada del Cristo de Monteagudo de su ubicación actual, una parcela propiedad del Ministerio de Economía y Hacienda en la pedanía murciana del mismo nombre, según la resolución a la que ha tenido acceso Europa Press.
Esta es la nota que desde las agencias lleva repiqueteando un par de días por la prensa española. Parece como que no se le quisiera echar cuenta a esta grosera manera de exigir derechos civiles por parte de quienes, como es el caso de estos dos letrados, suponen que todo está supeditado al Derecho. Hasta ellos mismos saben que el Derecho siempre ha estado supeditado, ¡qué digo!, ¡redactado! por el poder del momento. Es por ello que su visión reduccionista y miope de la cuestión es más lamentable si cabe. Y no nos olvidamos de la recepción de la demanda por parte del TSJM. Es lamentable que algo así pueda ocurrir.
Según la demanda, el Cristo ocupa espacio público. Y, en verdad, así es. Hay, sin embargo, otras verdades, igualmente denunciables, que no lo son por no estar seguros estos letrados y otros de su particular forma de pensar, del progreso de sus requerimientos en otras partes y otros ordenamientos jurídicos, como, probablemente, lo serán aquí.
Porque la cuestión es: ¿qué es un espacio público? ¿Un erial? ¿Un jardín? ¿Solamente elementos naturales como los citados pueden tener la consideración de “públicos”? Es ridícula la argumentación, más si cabe, viniendo, como procede, de unos letrados. No por ello, carece de su lógica. Kafkiana, pero lógica. Kantiana, pero lógica. Lo que subyace en la argumentación es una nada disimulada persecución de los símbolos cristianos allá donde se encuentren.
Las comparaciones son odiosas. Aunque muchas veces, son muy reveladoras de las carencias de algunos argumentos. Uno se plantea, a la luz de estas requisitorias, cuestiones como las siguientes:
- Supongamos que hacemos la misma requisitoria al Congreso de los Diputados en Estados Unidos, estando como está, a la espalda de su Presidente, la frase: “In God We Trust”. Un estado Confederal que se constituye sobre la creencia en Dios, el Dios de los cristianos y cuyo mayor referente es esa frase, delante de la voluntad popular, expresada en un Parlamento elegido democráticamente. La conclusión no puede ser más evidente. Doña Encarnación y Don José Luis no hubieran osado presentar demanda alguna contra la frase. Y lugar público más notorio no puede ser.
- Supongamos también que, por ser lugar público, le presentasen estos dos letrados la misma requisitoria a los palestinos y/o israelitas para que la Mezquita de Omar, en Jerusalén, fuera quitada de su emplazamiento, por ocupar los símbolos religiosos lugares públicos. Sería la primera vez que árabes e israelíes, se pondrían de acuerdo. Casi estoy en lo cierto al decir que para lapidar a los dos letrados, cada uno según su propia fe; pero lapidados, seguro.
- Supongamos, por fin, que hiciéramos lo mismo con el Corcovado de Río, el Muro de Las Lamentaciones de Jerusalén, Santa Sofía en Estambul, la propia Iglesia de San Pedro en Roma o cualquiera de los templos budistas en China, India o Japón. En cualesquiera de estos sitios, la respuesta sería la misma. No habría lugar.
¿Por qué entonces, sí lo tiene en España? Pues aquí parece regir el principio de la laicidad absoluta, entendida torticeramente desde que el juez campeador casi tocó con la punta de sus dedos ese concepto de “el derecho internacional y su justicia”. Desde entonces, más que un avance, se ha producido un retroceso, ya que los países han tomado buena cuenta de lo que se pretende y han puesto límites, incluyendo a la propia España, a las pretensiones panglobales del juez y sus seguidores.
La cultura de la laicidad, sin demostrar nada al mundo, sin comprometerse a nada con él, quiere demostrar que se puede vivir sin Dios. Es más, haciendo uso del Derecho, se propone situar a todo por debajo de él, y desde ese pedestal, entrar a dilucidar lo que es bueno, lo que no, lo que es conveniente para la sociedad y lo que es perjudicial. Nada más alejado de lo que proclaman todas las Constituciones de todos los países: El derecho a la vida, a la propia libertad y el derecho a elegir son las bases fundamentales del Derecho que las inspira.
Es, por tanto, una argucia más de unos desaprensivos que no son capaces de ver más allá de su ceguera cultural. Nada más cercano a Derecho el reconocer que gran parte, si no toda la libertad y los derechos de que gozamos hoy en día en nuestro país, se ha realizado por y, hay que reconocerlo también, a pesar de la Iglesia. Pero sin ella, en otro ámbito, con otra religión, con otras creencias, todos sabemos que esto no hubiera sido posible.
¿A qué crucificar de nuevo a quien ya lo estaba? Desmontar toda la Historia, sea laica o sacra, de la Humanidad, ni nos hará mejores, ni peores. Los valores del laicismo no han demostrado nada –léase la etapa comunista y subsiguientes episodios- bueno. Sin embargo, no hemos visto que ningún credo religioso ataque a los laicos. Será porque no es esa la misión de las religiones. Al día de hoy, sí sabemos muy bien cuál es la misión de los laicos: sumergirnos, por inmersión forzosa en un mundo sin futuro y sin esperanza. ¿Hemos de matar la esperanza de la gente? ¿O son libres las personas de pensar y creer en lo que quieran? Es más, ¿quiénes son estos para regular lo que se puede y lo que no se puede tener en un espacio público?