Este viernes, tras meses de espera, ha sido aprobado en el Consejo de Ministros del gobierno progre que padecemos el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible. El Gobierno afirma querer "cambiar el modelo productivo" mediante la aprobación de decenas de pequeñas medidas que conforman un cajón de sastre en el que destacan las deducciones fiscales a las empresas exportadoras y a los proyectos destinados a actividades de "sostenibilidad ambiental".
Cuando parecía que todo iba ir dirigido a implantar una especie de Plan Quinquenal a lo zapateril, a crear un instrumento con el que controlar y regular fuertemente la economía con la excusa de cambiar desde el Estado el modelo productivo en tiempos de crisis, es curioso que con lo que nos encontramos es plúmbeo, pomposo y vacio: sólo anuncian unas medidas poco relevantes sobre la actividad económica.
No ha podido ser más chapucera la elaboración, puesto que los distintos ministerios entregaron sus propuestas el pasado miércoles y, en sólo dos días, el texto es aprobado en Consejo de Ministros. El mismo no incluye memoria económica y sólo apunta las medidas de forma somera, lo que no es de extrañar dada la improvisación con la que se ha redactado el anteproyecto. La medida "estrella", con eso queda todo dicho, es limitar las temperaturas de la calefacción y del aire acondicionado en los espacios públicos para "ahorrar energía" (más les valdría buscar energías más baratas que la hipersubvencionada y carísima "energía verde", la niña de los ojos de Zapatero).
Otra de las "medidas", por llamarlas de alguna forma, es la obligación de que los directivos de las empresas cotizadas publiquen sus sueldos. No hay duda de la importancia de esto para la recuperación económica. Aparte de que los primeros que, ya que tanto la predican, deberían actuar con transparencia al publicar su patrimonio son los propios miembros del gobierno progre que padecemos, no es más que una pequeña muestra más de la faceta del socialismo como evangelio de la envidia. Por cierto, tampoco estaría de más que dieran orden a la Fiscalía General del Estado para que investigara los desmanes financieros en las cajas de ahorros controladas por los políticos, algunos de ellos reputados socialistas, por si hubiera indicio de delito en alguno en lugar de estar tan preocupados por supuestos "altos sueldos", que no van a poner en riesgo el sistema financiero como sí ha ocurrido con lo anterior.
Hasta tal punto son irrelevantes, que entre las principales también se encuentra reducir los plazos de pago de las administraciones públicas, los principales morosos de este país, a pymes y autónomos de 60 a 30 días como máximo. Eso como si el problema de esta morosidad fuera de plazos y no de una vergonzante falta de voluntad de atender a sus pagos por parte de las administraciones.
Cuando parecía que todo iba ir dirigido a implantar una especie de Plan Quinquenal a lo zapateril, a crear un instrumento con el que controlar y regular fuertemente la economía con la excusa de cambiar desde el Estado el modelo productivo en tiempos de crisis, es curioso que con lo que nos encontramos es plúmbeo, pomposo y vacio: sólo anuncian unas medidas poco relevantes sobre la actividad económica.
No ha podido ser más chapucera la elaboración, puesto que los distintos ministerios entregaron sus propuestas el pasado miércoles y, en sólo dos días, el texto es aprobado en Consejo de Ministros. El mismo no incluye memoria económica y sólo apunta las medidas de forma somera, lo que no es de extrañar dada la improvisación con la que se ha redactado el anteproyecto. La medida "estrella", con eso queda todo dicho, es limitar las temperaturas de la calefacción y del aire acondicionado en los espacios públicos para "ahorrar energía" (más les valdría buscar energías más baratas que la hipersubvencionada y carísima "energía verde", la niña de los ojos de Zapatero).
Otra de las "medidas", por llamarlas de alguna forma, es la obligación de que los directivos de las empresas cotizadas publiquen sus sueldos. No hay duda de la importancia de esto para la recuperación económica. Aparte de que los primeros que, ya que tanto la predican, deberían actuar con transparencia al publicar su patrimonio son los propios miembros del gobierno progre que padecemos, no es más que una pequeña muestra más de la faceta del socialismo como evangelio de la envidia. Por cierto, tampoco estaría de más que dieran orden a la Fiscalía General del Estado para que investigara los desmanes financieros en las cajas de ahorros controladas por los políticos, algunos de ellos reputados socialistas, por si hubiera indicio de delito en alguno en lugar de estar tan preocupados por supuestos "altos sueldos", que no van a poner en riesgo el sistema financiero como sí ha ocurrido con lo anterior.
Hasta tal punto son irrelevantes, que entre las principales también se encuentra reducir los plazos de pago de las administraciones públicas, los principales morosos de este país, a pymes y autónomos de 60 a 30 días como máximo. Eso como si el problema de esta morosidad fuera de plazos y no de una vergonzante falta de voluntad de atender a sus pagos por parte de las administraciones.
No obstante, habiendonos temido lo peor, casi podemos estar aliviados de que el Gobierno se haya limitado no hacer nada con esta ley. Conociendo la ineptitud, mendacidad y torpeza que les caracteriza es preferible que, finalmente, lo único que hayan hecho es aplicar maquillaje frente a la posibilidad de que metieran a fondo en la economía su zarpa intervencionista, la cual, a más abundamiento, encima, manejan con suma ineptitud, con los devastadores efectos que esto podría haber conllevado.
La gran "idea" del Gobierno para ahorrar energía:
La normativa establece además que los edificios y locales con acceso desde la calle deberán disponer de un sistema de cierre de puertas que impidan que éstas permanezcan abiertas permanentemente.
El Real Decreto modifica determinadas instrucciones técnicas del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y será de aplicación en el interior de edificios y locales climatizados destinados a usos administrativos, comerciales, culturales o de ocio, así como en estaciones de transporte y aeropuertos, con el fin de reducir su consumo de energía.
.
Por Emilio J. González
Libertad Digital
Libertad Digital
.
Por IGNACIO CAMACHO
ABC
ABC
Hola D45, es la primera vez que comento, felicidades por el nuevo blog.
ResponderEliminarHas elegido un buen tema además, porque esta ley sos-temible dará el mismo resultado que el plan-e.
Lo de exigir a los directivos que se moderen los sueldos cuando Leire Pajín cobra 18.000 euros en total desde que ha sido nombrada senadora y Solbes tiene cuatro pensiones es surrealista...
ResponderEliminar