domingo, 21 de marzo de 2010

Entrevista con James Nava

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Tal y como adelanté hace varias semanas, hoy vamos a contar con una intervención de enorme interés, la de James Nava Rueda, asesor militar y de inteligencia en Estados Unidos (y, no obstante lo anterior, persona sumamente accesible), quien aceptó en su día responder a una serie de preguntas formuladas por mí, relacionadas con la política interior y exterior norteamericana.


Pregunta: En primer lugar, James, muchas gracias por aceptar esta entrevista. Es un placer para mí y espero que los lectores la encuentren interesante. Empezando con cuestiones relacionadas con la política interna norteamericana y mirando un poco hacia atrás, la presidencia de George W. Bush, con la cual soy crítico en algunos matices como el excesivo intervencionismo económico y el agrandamiento del tamaño del Estado, ya va quedando un poco lejos, pero no me puedo resistir a pedirte un balance general de sus ocho años.

Respuesta: Lo primero, gracias por la oportunidad de compartir este tiempo contigo y los lectores del blog.

Mi balance de su presidencia es, en general, positivo. Es evidente que hay aspectos como los que mencionas, y algunos otros, con los que también soy crítico, pero debemos tener en cuenta las circunstancias muy complicadas en las que se produjeron. La perspectiva del tiempo nos demuestra que esa excesiva intervención gubernamental, que efectivamente se produjo, fue limitada. La presidencia Obama nos está demostrando lo que es una intervención masiva y continuada, lejos de lo que era la intención de W.


Considero que la presidencia Bush tuvo buenos aciertos en algunos aspectos de la reorganización de la Seguridad Nacional, la Inteligencia, y la Defensa. Tal vez pudo haber gestionado mejor la crisis financiera, pero sus medidas evitaron males mayores, una debacle financiera, y posiblemente otra Gran Depresión. Sus reformas educativas también son destacables y el fortalecimiento de la industria militar y las Fuerzas Armadas muy sobresaliente. El precio mayor se pagó en imagen pública de Estados Unidos, que sufrió una fuerte erosión como consecuencia de medidas impopulares, la guerra, y la campaña brutal de descrédito de los medios en su contra. También fueron muy destacables y positivas sus políticas de reducción de impuestos, el Plan Colombia, la promoción de la reducción de tarifas y el libre comercio internacional, que se materializó en varios acuerdos, la ampliación de la cobertura sanitaria (algo poco divulgado, pero que es una realidad), la renovación del sector energético (con Bush se inició el camino hacia las renovales y más centrales nucleares seguras), algunas medidas de carácter medioambiental, como la creación de la mayor área marítima protegida del mundo, alrededor de las islas estadounidenses en el Pacífico, una zona de más de 500.000 Km2 de valiosísima vida natural, en donde encontramos la Fosa de las Marianas, acuerdos de protección de bosques de gran valor con países africanos, etc, etc. Hubo luces y sombras a lo largo de los ocho años, algo lógico, pero sus aciertos (que los tuvo y muchos) han sido obviados o tergiversados por unos medios mayoritariamente ignorantes y manipuladores a carta cabal, así como por críticos de distinto signo que se han subido al carro porque les beneficiaba de alguna manera.

P: Y, ¿sería comparable en importancia a la de Ronald Reagan, a pesar de haber una distancia de dos décadas entre las dos? Quiero decir, ¿se han defendido los valores liberal-conservadores en la misma medida que entonces? Yo, por mi parte, pienso que Reagan no hubo más que uno.

R: La presidencia de Reagan fue excepcional en muchos aspectos y, efectivamente, se defendieron muy bien los valores liberal-conservadores. Aunque no conviene exagerar las cosas, también incurrió en enormes déficits públicos, y no por eso se le considera que dejara sus convicciones al margen. Tanto en su caso, como en el de George W. Bush, se explica por determinadas circunstancias (la Guerra Fría y el 11/S). Lo importante es que ambos son conservadores genuinos.

Creo que ambas presidencias han sido muy importantes, en momentos decisivos de la historia, con decisiones que han afectado al país de forma profunda y duradera.

Algo que debemos tener en cuenta, y que la gente no suele ser consciente de ello, es que un presidente estadounidense, además de defender sus convicciones ideológicas, debe gobernar para todos y adaptarse a las circunstancias. Y debe hacerlo con sentido presidencial. Esto sólo se entiende perfectamente cuando ya estás en la Casa Blanca.

Con Ronald Reagan tuvimos además de un magnífico presidente con un encanto especial, un grandísimo comunicador con una gran capacidad intelectual y oratoria, y en eso sigue llevando ventaja a George W. Bush y a cualquier otro presidente de las últimas décadas.


P: Como liberal, entiendo que la misión del Estado es defender a sus ciudadanos de las agresiones de terceros contra su vida, su libertad y su propiedad. En este sentido, creo que, al menos, Bush sí cumplió con esto, manteniendo su país a salvo de nuevos atentados terroristas durante siete años. ¿Compartes esta opinión?

R: Sí, por supuesto. Diría aún más, que teniendo en cuenta que en sus años de presidencia ése era el objetivo principal, mantuvo a los Estados Unidos seguros y a salvo de los muchos ataques terroristas que se intentaron, y puso al país en la senda de la victoria en dos guerras muy complejas y en escenarios diferentes. Algo que no sucedía desde la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido, y como un presidente en tiempos de guerra, Bush hizo un extraordinario trabajo en condiciones muy difíciles. La Historia lo demostrará y le concederá el lugar que le corresponde, como ya se está viendo.

P: Mucha gente en España considera que Bush era una especie de "vaquero que nos llevaba a la III Guerra Mundial" (esto es verídico). Estereotipos que existan en España sobre los EEUU aparte, ¿crees que hay motivos para pensar que el mundo es más seguro ahora con la Presidencia de Obama en Estados Unidos que durante la de Bush?

R: Para empezar, no hay nada de malo en ser un vaquero (cowboy), ese prejuicio hacia la cultura Western me parece de gente bastante ignorante e intolerante en el fondo. De gente que sólo usa clichés, tópicos, y prepotencia hacia esta cultura, que en realidad desconocen.

En cuanto a la III Guerra Mundial, si acaso son otros (yihadistas, iraníes, etc), los que ponen interés en conducir a ella. Le aseguro que Bush estaba, y está, muy a gusto en su rancho vaquero de Texas, disfrutando de la cultura Western sin necesidad de emprender guerras impopulares. Él sólo demostró enorme coraje poniéndose al frente de las contiendas y no desfalleciendo ni un solo día. Él sí fue el Comandante en Jefe que un soldado espera tener.

Había mucha manipulación y desinformación contra Bush, era popular estar en contra (también contra Reagan en su tiempo, si lo recuerda), pero era una postura profundamente demagógica, manipuladora, con tintes de prejuicio ideológico hacia el conservadurismo, y bastantes dosis de desinformación. La gente debería recordar que fue Al Qaeda quien declaró la guerra y Saddam Hussein un dictador sangriento que apoyaba el terrorismo internacional, quien incumplía las sanciones de la ONU y quien buscaba activamente el desarrollo de programas de armas de destrucción masiva.

Bush hizo el mundo más seguro quitando a los Talibán y a Saddam del poder.

Desde luego yo no diría que el mundo es más seguro ahora con Obama que con Bush. De hecho, bastantes riesgos en diferentes teatros de operaciones se han acentuado.

P: En relación a lo anterior, tú, que eres de origen español, ¿ves un poco sesgada o tergiversada la imagen que se tiene de los republicanos en España? Porque aquí, incluso dentro del PP, sólo José María Aznar y Esperanza Aguirre han mostrado claramente sus simpatías por la derecha estadounidense.

R: Un poco no, la verdad, muchísimo. Ha sido tal la campaña de desinformación y propaganda desde la izquierda socialista durante años, que mucha gente tiene una idea completamente equivocada o sesgada del liberal-conservadurismo y de los Republicanos. Incluso son muchos los que lo son sin saberlo o los que ignoran los logros obtenidos históricamente por esta corriente ideológica.

En mi opinión, una gran mayoría de los conservadores españoles (PP, CDS…) no han sabido defender y explicar este pensamiento con eficacia. Como dirían en España, se han dejado comer la merienda por los socialistas. Y, como sucede en el fútbol (que tanto adoran allí), los fallos se pagan caros. En este caso, en derrotas electorales.


P: Y, pasando ya a la presidencia de Obama, ¿qué opinión te merece este primer año? ¿Está justificada la caída de popularidad que ha sufrido en sólo 12 meses? ¿Ha influido en esto su plan de reforma sanitaria?

R: Ha sido un año muy intenso, con un balance muy irregular, con muchas equivocaciones, algunos aciertos, y marcado por una reforma sanitaria que era objetivo prioritario de Obama, pero que ha chocado contra los deseos de gran parte de la población y le ha pasado factura política con un desgaste brutal y una caída de popularidad enorme. Pero sobre todo diría que ha influido en esto las excesivas medidas intervencionistas del gobierno en materia económica, que no gustan nada en Estados Unidos.


P: ¿Se podría considerar apaciguadora la postura de Obama hacia aquellas amenazas no sólo para los Estados Unidos sino para la libertad en el mundo?

R:
En algunos casos, como Irán, Venezuela, o Corea el Norte, ha sido claramente apaciguadora, y con efectos peligrosos. Ahora estamos viendo un cambio de política, pero no lo suficientemente rápido ni contundente. Desde luego tampoco es una postura que haga frente con valentía a los Chávez y otros elementos pintorescos que pueblan el planeta, y que dan cuenta de la enorme biodiversidad que tenemos (esto dicho con ironía, como podrá comprender).

P: ¿Es posible ganar la guerra contra el terrorismo en Afganistán? ¿Hasta qué punto ves cerca a Irak de recuperar la normalidad?

R: Sí, por supuesto que es posible. De hecho se derrotó a los Talibán y se expulsó a Al Qaeda de sus bases; se ha ganado al terrorismo en amplias zonas del país y por largos períodos de tiempo. Queda exterminar todo reducto de terrorismo o resistencia Talibán y estabilizar el país. Tareas nada fáciles, pero que son perfectamente posibles si hay compromiso y voluntad.

En el caso de Iraq, veo cada vez más cerca que recupere la normalidad, aunque aún llevará tiempo y veremos ataques terroristas aislados. Todo proceso como el que hay allí en marcha lleva años, pero están en el buen camino, como hemos comprobado recientemente con las elecciones democráticas que han tenido lugar. Algo impensable antes de la intervención militar norteamericana y que, mire usted por dónde, reivindican con enorme fuerza a George W. Bush, ese cowboy tejano cabezota que un día se empeñó en que hubiera democracia en Iraq. Un éxito histórico.

P: ¿Se está haciendo lo correcto frente al desafío nuclear iraní?

R: Se está haciendo lo que se puede en un contexto lleno de riesgos potenciales; algunas cosas son correctas, como el apoyo a los demócratas iraníes, pero considero que habría que endurecer la postura norteamericana y tomar más decisiones valientes en este tema. Millones de iraníes esperan de Estados Unidos que defienda la libertad más activamente. Tampoco podemos esperar mucho más a que el régimen iraní culmine su rearme nuclear antes de actuar.

P: Una cuestión sobre la cual quería preguntarte afecta directamente a España: el cierre de Guantánamo. Aquí vamos a tener a cinco presos contra los que, al pasar a ser prisioneros de guerra a presos comunes, no hay cargos por terrorismo al no haber sido capturados mientras preparaban o cometían atentados. El primero, en concreto, Walid Ibrahim Abu Hijazi ya ha llegado y es alguien de quien se sabe que ha recibido entrenamiento yihadista. Tanto él como los otros me inquietan profundamente. ¿Es un sentimiento compartido por ti?

R: Completamente. Allá cada cual con quién lleva a su casa o país, pero hay elementos que están mejor en Guantánamo, al menos mientras no haya otra prisión de alta seguridad disponible. No comparto los politiqueos de Zapatero con Obama para congraciarse con él y la Administración Demócrata. No comparto que presos de Guantánamo vayan a España, se me ocurren mejores sitios a los que enviarles. Y no comparto nada de lo que tenga que ver con ese incompetente de Zapatero, incapaz de sacar a España de la crisis como es su obligación como presidente.

P: Me consta que no compartes la doctrina de Obama sobre el nuevo carácter de los presos de Guantánamo, es decir, presos comunes que deben ser juzgados por tribunales civiles, ¿por qué motivo?

R: Es simple, porque son “combatientes enemigos”, en todo caso prisioneros de guerra, pero no delincuentes comunes. Nunca he visto a un delincuente común que se entrene para matar, que se fanatice en el estudio del Islam hasta el punto de justificar el terrorismo, o que sea un riesgo evidente para la seguridad nacional. Estamos en una guerra, no confundamos los términos y tratemos a los combatientes como otra cosa. No creo que los derechos constitucionales estadounidenses deban otorgar ventajas no razonables a los terroristas.

No obstante, en este tema debo puntualizar que la postura del presidente Obama podría cambiar en las próximas semanas y permitir finalmente los juicios en cortes militares a los principales acusados de terrorismo, como preveía la Administración Bush. Soy de los que prefiere convencer al presidente de la necesidad de replantearse ciertas decisiones antes que criticar a tumba abierta y no conseguir nada. Convencer es mejor que limitarse a criticar. Así que confío que Obama escuche a los asesores que estamos pidiendo llevar los juicios a la justicia militar.


P: Hablando un poco sobre cuestiones internas, ¿qué perspectivas se abren en noviembre para los republicanos, tras los últimos resultados electorales?

R: Muy buenas, el sistema norteamericano tiende al equilibrio bipartito, y creo que tras este año y tres meses de Administración Obama, veremos un resurgir importante de los Republicanos y de las políticas conservadoras. Ya lo estamos viendo.

P: Es un poco pronto para hacer apuestas sobre posibles candidatos a la presidencia pero ¿ves especialmente bien colocado a alguien dentro del Partido Republicano? ¿Hay serias esperanzas de que los republicanos recuperen la Casa Blanca en 2012?

R: Hay esperanzas fundadas, sobre todo si el presidente Obama no corrige sus políticas más extremas ni hace cambios sustanciales. O si la economía sigue en crisis. Hay varios candidatos con grandes posibilidades: Mitt Romney, John Thune, Sarah Palin, Mitch Daniels, Jon Huntsman, Rick Perry, Jeb Bush…Ellos estarán ahí, en la carrera.

Pero aún queda mucho tiempo hasta 2012 y con seguridad se van a perfilar nuevos líderes que ahora no conoce apenas la gente, al menos de forma masiva, pero que se convertirán en front-runners en la carrera electoral. Pero permítame que no le desvele sus nombres, eso podría quemarlos antes de tiempo.


P: Recientemente he escuchado a Alberto Acereda decir, en una entrevista radiofónica, que Sarah Palin es "una amenaza existencial para la izquierda norteamericana y para el propio Obama". ¿Hasta qué punto es así? ¿La ves como una posible candidata en un futuro?

R: Es una amenaza real porque defiende convicciones de forma firme, sincera, y conecta con la ciudadanía. Como presidenta, Palin impulsaría una agenda netamente conservadora que mandaría a la izquierda a hibernar por un largo período de tiempo. A Sarah la veo en la pelea porque ella tiene un valor tremendo y un potencial de crecimiento político enorme. Ser candidata son palabras mayores y eso hay que ganárselo, la lucha será complicada, pero podría serlo perfectamente si hace una buena campaña. Considero que Palin sorprendería a todos, a admiradores y detractores acérrimos. Sería una magnífica presidenta. Pero no podemos limitarnos a un nombre y un candidato, el Partido Republicano es grande y hay otros buenos valores que podrían alcanzar la presidencia y dar al país lo que necesita. Para saber quién es ese candidato ideal (o candidata) necesitamos esa carrera electoral en 2012, porque es ahí donde se demuestra la valía, el proyecto, las propuestas…Todo lo que hay que demostrar para ser presidente de Estados Unidos.

P: Una pequeña cuestión. Creo que, como yo, eres partidario del derecho de autodefensa, de la libertad de armas, ¿estoy en lo cierto?

R: Sí, lo soy, es uno de los derechos más genuinos de los norteamericanos, uno de los que mejor defiende la plena libertad del ser humano. Un ciudadano armado es garantía de libertad y la libertad de armas de una autodefensa eficaz y una sociedad que puede defenderse a sí misma.

P: Y, ¿en relación a la hipotética legalización de las drogas? ¿Todas, alguna o ninguna?

R: De entrada, y como convicción personal, ninguna. Pero en las sociedades actuales creo que se podría contemplar el uso restringido y médico de algunas de ellas.


P: Cambiando un poco y para acabar hablando un poco de tu última novela, "Lobo Gris" (reconociendo que no ha leído todavía ninguna), ¿cómo nos la recomendarías?, ¿qué encontraremos en ella?

R: Lo primero, te recomendaría que la leyeras porque te va a sorprender por todas partes y va a hacer que recuperes el gusto por leer. Es una novela que combina tantos elementos, como el thriller de acción, la aventura, el ecologismo, la política, el romance, o el misterio, que será difícil que no encuentres algo que no te guste o te motive para continuar leyendo.

El lector se va a encontrar con una novela que podrá leer hoy y también dentro de un año o diez, una novela bien trabajada y documentada, escrita con pasión y con mensajes interesantes para el lector.

P: ¿Es necesario conocer un poco los entresijos de la política y la inteligencia estadounidenses o eso no es obstáculo para pasar buenos ratos con la novela?

R: No es necesario, se puede aprender mucho leyendo y pasar muy buenos ratos. Muchos lectores me comentan que la han leído dos veces o más, así que en ese sentido debe gustar.

P: ¿Por qué el título? ¿Por qué "Lobo Gris"?

R: El argumento nos acerca al mundo de los lobos grises en las Montañas Rocosas, ellos son los protagonistas del espíritu de la novela. En concreto, uno de los lobos se alza como figura principal. También refleja el espíritu del agente de la CIA, ese lobo gris que lleva en su personalidad.

P: ¿Nos harías alguna recomendación sobre otros libros acerca de temas militares y de inteligencia norteamericana?

R: Cualquier título de autores estadounidenses nos va a aportar opiniones interesantes, datos, información, etc. Mi consejo es que lean libros desde todas las perspectivas ideológicas, de manera que cada uno se haga una idea propia, aprendiendo a pensar por sí mismos.

Le recomendaría los manuales e informes de la CIA y de la DIA, por interesantes, pero no va a tener acceso a ellos, así que olvide el tema.

P: Una pequeña curiosidad, ¿has leído alguna novela de Tom Clancy? Yo las veo, quizás, un poco fantasiosas, aunque es cierto que al final de "Deuda de Honor" casi pronosticó el 11-S.

R: Sí, he leído bastantes. Creo que se toma abundantes licencias literarias, pero no son tan fantasiosas. La mayoría son muy realistas. Su dominio de la tecnología y la estrategia militar son incuestionables. Aparte de eso, una novela ante todo debe entretener al lector. Eso, Tom Clancy, lo consigue.

P: ¿Algún nuevo libro en mente?

R: Sí, un par de novelas en preparación para ser publicadas, un ensayo que saldrá posiblemente en Estados Unidos, y otra novela en la que ya estoy trabajando.

Para finalizar, muchas gracias por dedicar parte de tu tiempo a esta entrevista, ha sido un placer y espero que los lectores la disfruten.

Gracias por esta oportunidad de compartir con los lectores algunas de mis ideas y proyectos. También ha sido un placer para mí.

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Pues sí, efectivamente, no hay nada malo en ser un vaquero. Esta muy bien, si se viaja a los EEUU, visitar Nueva York o Los Ángeles, pero tampoco está de más pasarse por estados como Tejas o Arizona para hacernos una idea de lo que es este país. Allí encontraremos una idiosincrasia bastante cercana a los principios sobre los que se fundaron los USA, amantes de la libertad, convencidos del valor de la responsabilidad individual, recelosos y vigilantes hacia las tentaciones expansionistas del Gran Gobierno.


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