Pareciera que el mundo se para. No hay tiempo para otra noticia, amén de los goles de Ronaldo, de los próximos fichajes del Madrid, siempre el circo. Las elecciones municipales y autonómicas están aquí. Nos bombardean desde todos los medios, todos prometen, todos nos auguran un futuro mejor con ellos en el poder, todos nos dicen “votadme y seréis más felices”. Lo cierto es que la mayoría tendrá en la cabeza lo felices que serán ellos al ser (re) elegidos. Pero la vida continua, la situación económica e institucional española es nefasta, mientras que los partidos políticos se dedican a vitorear sus virtudes por las calles de los pueblos y ciudades españolas, gastando una millonada en publicidad a costa de nuestros maltrechos y cansados bolsillos, y los españoles tienen que buscar sustento en otros países (cada vez más emigración, impensable hace apenas unos años).
Las elecciones del domingo próximo, según todos los analistas serán un punto de inflexión para Zapatero. Un posible espaldarazo a Rajoy (diría, si es que se concretan los augurios más optimistas para el Partido Popular, que Rajoy y su partido no ha hecho más que recoger una manzana caída por podedumbre). Un viro del voto de la izquierda hacia la más extrema de las izquierdas dirigida por un señor que piensa en el siglo XIX, pero vive a modo del XXI, ya me entienden. Un refugio en el nacionalismo del voto cansado de Zapatero y del voto que no le convence Rajoy, y un voto centrista que mira con esperanza a las blanquecinas barbas de Rajoy cuan niño pequeño esperando a Papá Noel.
Es probable que no haya una victoria tan apabullante del PP como se pronostica, de hecho estoy seguro que no será así. Sí habrá una gran abstención, mayor si cabe, que deteriora los pilares básicos de este sistema que llamamos democracia.
Las encuestas que han aparecido hoy domingo en todos los medios beneficia ciento por ciento al PSOE, puesto que movilizará a aquéllos “indecisos”. Además en las encuestas sucede que el encuestado votante del PSOE en períodos de Gobierno infame, como el actual, se abstiene en la encuesta pero no en la urna.
Además estos comicios no serán significativos más que para los Municipios y las CCAA implicadas, pero no para el PSOE. Y es que tras el peor Gobierno que ha existido en la “democracia” española: con tintes fascistas (aclamación del líder, cierre de filas ante la evidencia, engaño sistemático… lean un libro de Stanley Payne sobre qué es el Fascismo y verán cómo no se aleja mucho de lo que hemos vivido), nefasto en lo económico, vergonzante en el plano internacional, etc., el PSOE obtendrá decentes resultados en estas elecciones y más que decentes si no buenos en las Generales. ¿Recuerdan el 93?. El español medio vive adormecido o subvencionado (entiéndase aquí también “enchufado”). En el segundo caso lo entiendo aunque no lo comparta, pero en el primero no logro comprender cómo no acaba de despertar, deja de pensar con las vísceras, se deja de mamarrachadas de izquierdas y derechas, y comienza a pensar en su futuro, y el de sus hijos. Que la solución es el Partido Popular de Rajoy: no lo sé. Me gustan las propuestas que han realizado en materia económica, no todo lo ambiciosas que debieran, pero muy interesantes.
Y en plena campaña comentar un último detalle electoral (típico en las campañas socialistas): hoy Zapatero decía que el PP representa a la más rancia derecha y si es elegido aplicará el copago. ¿Recuerdan en el 93 qué decía el Sr. Guerra? “Que viene la derecha y os quietan las pensiones” Mismo perro…
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