sábado, 13 de febrero de 2010

Formación del Estado español: Pi y Margall y el federalismo

En su estudio de la historia de España, Pi y Margall enfatiza la heterogeneidad de los pueblos que componen España y analiza como todos ellos se han unido en un Estado:1
  • Antes de la presencia romana en la Península, encontramos una gran diversidad de pueblos que no están unidos por ningún vínculo político ni social. Ni siquiera se unirán para combatir las invasiones de Cartago y Roma.
  • Durante la dominación romana, España siguió estando dividida en varias provincias. Generalmente, los municipios mantuvieron sus costumbres y distintas condiciones políticas con respecto a Roma. La unificación se realizo de manera lenta, no alcanzándose hasta que se extendió la ciudadanía a todos los súbditos del Imperio.
  • Con la llegada de los bárbaros, volvió a perderse el control sobre todo el territorio. La unidad territorial no se recuperó hasta los años 70 del siglo VI, y aun así siguió habiendo rebeliones; la unidad religiosa hasta 589, la unidad legal hasta 649 y la unidad racial no se permitió hasta la abolición de la Ley de razas.
  • Durante el periodo que duró la presencia musulmana en España, encontramos, por un lado, una variedad de reinos cristianos que mantendrán su independencia y que se asociarán exclusivamente para enfrentarse al enemigo musulmán. En varias ocasiones, también se asociarán con los musulmanes para luchar contra otros reinos cristianos. Por otro lado, en Al-Andalus también encontramos una tendencia disgregadora; ya sea con respecto al poder del Califato de Damasco, ya sea dentro del territorio andalusí.
  • Durante y tras la Reconquista, tendrá lugar el proceso de unificación de los reinos cristianos. Dicho proceso será siempre de carácter violento y motivado por la avaricia de los reyes, nunca mediante una asociación libre, voluntaria y concensuada de los pueblos. Los reinos de Castilla y Aragón se unieron en 1479, la Reconquista finaliza con la toma de Granda en 1492, Navarra es invadida y anexionada en 1512 bajo el pretexto de evitar que acabe en la órbita de la Corona francesa y, por último, en 1680 tras la muerte sin herederos de Sebastián I y Enrique I, Felipe II anexionará Portugal.2
  • A pesar de la unificación, cada reino conservaba sus costumbres y leyes, y el rey tenía que jurar respetarlas en las cortes de cada reino.

Teniendo en cuenta dicha diversidad, Pi y Margall consideraba que la mejor forma para articularlos en un Estado era en base al federalismo:
Si se hubiera hecho de la unidad [de España] de otra manera, ni se habria roto en tan breve tiempo, ni habria dado márgen á tantas guerras y disturbios, ni habria sido orígen de otros males de que aun no he hablado y pienso hablar en este mismo capitulo. Dada la heterogeneidad de los elementos que habian de componer nuestra nacion, el sistema federal era indicado para formarla y dirigirla. Los antiguos Estados llevaban siglos de vida propia y tenian un decidido apego á su autonomía. Ya que no se los podia fundir en uno, era absolutamente necesario que se los hubiese unido por lazos que sin trabarles la accion para el manejo de sus particulares intereses, los hubiesen obligado á deliberar y resolver juntos sobre sus comunes negocios.3

[...]

Con el sistema federal todas estas dificultades habrian desaparecido: cada reino habria conservado la libertad de reformar por sí sus leyes; el rey por la Asamblea Federal las habria dictado á toda la Península. No habria habido vireyes: los funcionarios reales habrian tenido determinada su esfera de accion por las leyes del poder federal y habrian sabido á qué atenerse: no porque hubieran sido castellanos habrian excitado injustas prevenciones. Ni la Corona se habria sentido humillada ante los pueblos ni los pueblos ante la Corona.4

Como bien se sabe, finalmente se optó por un modelo absolutista, que no respetó las diferentes costumbres y leyes de los diferentes reinos, tendiendo hacia el centralismo. Esto desembocó en rebeliones, de las cuales algunas fueron sofocadas y otras, como la independencia de Portugal, no; la incapacidad de crear un Estado-Nación liberal y desavenencias que llegan hasta hoy día.


[1] Francisco Pi y Margall, Las Nacionalidades (Madrid: Biblioteca Nueva, 2002), Libro III, Capítulos I, II y III, pp.203-226.
[2] Todos estos reinos que conformaron España se unificaron en circunstancias similares al español.
[3] Francisco Pi y Margall, Las Nacionalidades (Madrid: Biblioteca Nueva, 2002), p.227.
[4] Ibid, p.229.
[*] Véase también Reflexiones sobre la España federal.


Publicado originalmente en humano sin sentido