domingo, 28 de febrero de 2010

Un solo socialista dimite tras la Ley del Aborto.

 

joaquin-manuel-montero1_260x174 A veces, la cuestión no es de dónde es uno, sino qué tiene como principios morales. Siempre que estos sean claros y sin fisuras, las personas se deberán a ellos y no a consignas de ninguna organización que pretenda hacerle comulgar con piedras de molino. La actual formulación de la Ley del Aborto es, llanamente, un genocidio “legal”.

Este concepto, que cualquiera lo entiende, no solo no ha hecho recapacitar al mayor partido de España, sino que le ha llevado a cometer el acto más villano de que se puede ser capaz con las armas que la democracia le da para poner la vida, no nata, presente y futura, de los españoles por encima de cualquier otro valor.

Este es el concepto, defendido en multitud de ocasiones por Joaquín Manuel Montero, segundo teniente de alcalde de la localidad de Paradas y delegado de Educación del mismo Consistorio, que le ha llevado a la dimisión. Como Odoacro ante el fin de Roma, ha cogido sus emblemas y su carné y se los ha enviado a Zapatero y a Pajín, e intuimos dónde desea que acaben una vez recibidos.

El concejal lo ha expresado tan claramente, que su partido aparece desnudo, tal cual es, reaccionario y fascista: «Siempre he tenido entre mis principios la defensa de la vida y la conciencia no se negocia con nada ni con nadie. Jamás permitiré que mi nombre aparezca junto al de una organización que legitima la muerte de inocentes mediante la aprobación de leyes injustas. No hay en nuestros días una afirmación más reaccionaria que la del derecho de una persona sobre la vida del hijo no nacido».

Quizás, más allá de los apretones que da la crisis, los militantes de ese gran partido y sus dirigentes, debieran haber mirado hacia quienes no pueden defenderse; en vez de arrogarse el derecho de legislar en su contra, debieran haber hecho como Joaquín, haber dimitido, o, en su caso, haber sido capaces de votar en conciencia. No nos cabe duda de que muchos, entre la derecha y la izquierda, podían haber hecho mucho más. Un Parlamento sin parlamentarios hubiera sido un aviso de lo que se puede y de lo que no se debe hacer legislando.

Puede que, entre unos y otros, no haya más que este sevillano honrado que prefiere contar a sus hijos la verdad de sus creencias. Hemos perdido hasta eso. En Sodoma y Gomorra, todavía quedaba uno para ser salvado. Quizás por eso, Dios todavía no nos ha abandonado. Pero estamos haciendo oposiciones para que lo haga.

2 comentarios:

  1. Yo soy persona que respeto todas las opiniones sobre el derecho al aborto o no lo que no aguanto es la falsedad de la iglesia que al filmar el rey queda excluido como caso único.
    Montero supongo que hizo lo debido ante su idea al respecto y desde aquí mis respetos.
    Saludos .

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  2. @E.P ese elemento ha estado toda su vida al viento que más sopla... Igua que su "gran" familia..

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