El gobierno encantado, aún tiene que pagar los favores del No a la guerra y el silencio de los mismos al Sí a la guerra de ZP en Afganistán.
También el vídeo de la ceja fue un bonito gesto de este colectivo con el presidente y su formación. No tenía desperdicio.
Prevalecen los intereses privados de unos pocos a los intereses generales de la ciudadanía, al menos de los que nos conectamos a internet a diario y usamos esta red como fuente de información y de propagación de las ideas y de la libertad.
Nos impusieron el canon, en la tarrina de DVDs cuesta más el dichoso impuesto que el soporte físico. Nosotros en mi empresa vamos a empezar a comprar en Andorra. Lo sentimos por los proveedores nacionales, que no tienen culpa de nada.
No debemos ni un duro a Lolita ni a Loquillo, pues solo grabamos presentaciones y powerpoints de cruceros y viajes.
Hace dos días, como comentaba ayer en mi anterior entrada de este blog, un grupo de blogueros nos reunimos con Güemes y Esperanza Aguirre y le entregamos este manifiesto que está en boca de todos.
El PP de Madrid lo apoya sin fisuras, como se puede comprobar en su web.
No sé si el nacional, ya que en Europa los populares votaron en su día a favor de este tinglado de los derechos de autor.
Yo recuerdo cuando iba al instituto y mis amigos me grababan cintas de Extremoduro, o cuando grabábamos de la radio temitas que nos gustaban. Aquí nadie se moría de hambre por esas copias. Es la difusión de la cultura que estos tipos de la SGAE dicen defender.
No pueden pretender vivir de la obra de otros, no puede Bautista o Ramoncín pillar cacho de una grabación de Mozart o de una película de Stallone grabada en un soporte cualquiera.
No pueden hacernos pagar 2 y 3 veces por lo mismo. Por el disco duro, por el MP3, por la descarga del tema, por el CD en el que lo grabamos.
¿Dónde queda la presunción de inocencia? ¿Quiénes son estos tíos para puentear a la justicia y decidir que deben cerrar en Internet?
Si nos meten a todos en el mismo saco, si todos somos a sus ojos piratas y delincuentes que les roban, ya se lo están cobrando con el canon. Si pago el doble por un DVD ya estoy autorizado a grabar lo que quiera en él. El “por si acaso” es un arma de doble filo.
Hace unos años, cuando los CDs costaban casi 3000 pesetas, nos dijeron que el negocio peligraba por culpa de los programas de descargas y por los negritos del Top-manta. Que las discográficas iban de pena y los miembros de la SGAE estaban a punto de morir de inanición en cualquiera de sus mansiones y palacios de los que gozan.
Ahora los cds musicales cuestan la mitad y encima traen un DVD de extras, videos, temas inéditos, etc. Ese es el camino, la imaginación, el que los artistas se amolden y no que defiendan privilegios feudales para vivir cómodamente sin tener que crear.
Deberían aprovechar el internet para hacerse con más público, convocar como hicieron hace días Hombres G a sus fans por el Facebook o el Twitter a uno de sus conciertos.
Muchos, como Melendi, bien que aprovecharon el Emule en su día. Cuando Estopa sacó disco nuevo, Melendi utilizó el nombre del disco de los catalanes para introducir su primera obra, un buen disco llamado Sin Noticias de Holanda. Esto en el Emule se llama fake. A la gente que nos gustaba Estopa, en vez de borrar dicho fake, nos enganchamos enseguida a Melendi. Ahora es un cantante de éxito. El mismo procedimiento utilizó el Peche. Este artista se benefició de un lanzamiento de Melendi. Donde las dan las toman.
El iTunes, una especie de portal de contenidos desarrollado por Apple, tiene millones de descargas a euro la canción para los usuarios de los iPod, todas ellas realizadas gracias a internet. La gente consigue así los temas actuales de calidad, las canciones que les atraen y apartan el grano de la paja, es decir, no compran las 8 o 9 canciones de relleno que traen casi todos los discos originales.
Aunque el fondo de este asunto es otro, es algo más cruel y preocupante para todos nosotros los internautas. El Gobierno teme Internet, odia la libertad de internet, no puede controlarlo como hace con el resto de los medios tradicionales. Los primeros pasos de los gobiernos autoritarios cuando llegan al poder es controlar internet sea como sea. Ahí tenemos a China o Cuba, con una red limitada a ciertas páginas oficiales, a imagen y semejanza de los proxys que impiden en las empresas a los empleados navegar por sites pornográficos o ver el marca.com.
El Gobierno quiero controlar la información, quiere editoriales que emanen del poder, como el lamentable ejemplo del otro día de Cataluña. Luego nos enteramos a posteriori que los medios catalanes viven de eso, de las subvenciones a mansalva. No recuerdo si se repartían al año unos 90 millones de euros.
Por eso hay que dar la batalla y seguir escribiendo opiniones contrarias a estos liberticidas, a estos aprendices de Stalin. Si nos quitan la libertad de expresión que ahora gozamos los que nos hemos echado al monte, si Mindundis como yo no pueden escribir y opinar, solo nos queda pudrirnos por dentro o irnos de España.
Yo ya tengo pasaporte al día.....por si acaso.
ResponderEliminar¡Esto ya cae en lo demencial!