Rajoy, sin nada que objetar a Zapatero

Rajoy pregunta a Zapatero si, a la vista de los datos, mantiene que la recuperación económica está en marcha. Zapatero, con el tono desvergonzante que le caracteriza, contesta "Sí, lo mantengo" y se vuelve a sentar tranquilamente. Rajoy, acto seguido, se abrocha la americana y pone pies en polvorosa. En las bancadas populares se crea un cierto revuelo, pensando que José Bono, el presidente del Congreso, no le ha dado turno de réplica a Rajoy, pero no es así: el propio Rajoy ha renunciado a su turno. Tenía bastante prisa por asistir a un acto de la CEOE. Desconcertados, los diputados populares no tuvieron más remedio que enmudecer mientras presenciaban como Rajoy se marchaba del hemiciclo sin más.

Es la viva imagen de un gobierno progre que padecemos totalmente desbocado y con un presidente convencido de que puede soltar cualquier majadería (la última en forma de ley de chapuza insostenible) sin que ni le tosan y de una oposición que no se sabe muy bien en lo que está. Así no es raro que Zapatero responda a las preguntas con tanta suficiencia.