martes, 22 de diciembre de 2009

Los toros y el nacionalismo catalán


Este fin de semana, el nacionalismo catalán ha dado otra muestra de su "concienciación" con los problemas que preocupan a diario a la gente de Cataluña. Ahora ha tocado debatir sobre la prohibición de las corridas de toros.

Vaya por delante que no soy muy taurino y que es totalmente legítimo considerar las corridas de toros como un espectáculo cruel y desagradable, tanto como el respeto a los aficionados a la tauromaquia, pero no hay que ser un lince para saber que detrás de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pide prohibir los toros, avalada por 180.000 firmas, que el Parlamento de Cataluña aceptó debatir por 67 votos a favor y 59 en contra en una votación secreta, no se encuentra la compasión por el sufrimiento de un animal. Puesto que, por ejemplo, en modo alguno se debate sobre las condiciones en que los animales son sacrificados en los mataderos o, sin ir más lejos, y sin salir del todo del mundo taurino, sobre el espectáculo de los "correbous", típico de muchas poblaciones catalanas, en el que el toro es atado a un poste para colocarle antorchas en los pitones, y más tarde verle correr despavorido por su temor natural al fuego mientras las brasas le caen en los ojos como tortura añadida. Un espectáculo, indudablemente, mucho más cruel con el animal que la lidia tradicional, sometida a un ritual perfectamente delimitado y de obligado cumplimiento para los matadores. En esta iniciativa, lo que priman son las ansias de regular coactivamente sobre todo y sobre todos, como si las personas fueran incapaces de decidir y elegir por sí mismas, y las de borrar de Cataluña una cosa más que huela a "española". Porque, en este caso, a los nacional-progres de Cataluña lo que molesta y desagrada, seamos claros, no es la crueldad con un animal, sino el calificativo de "nacional" que tiene para mucha gente la fiesta de los toros.

La votación electrónica y secreta impidió conocer el voto de cada diputado, si bien ERC e ICV-EUiA se habían manifestado a favor de que la cámara debatiera la abolición, PP y Grupo Mixto defendieron lo contrario, y CiU y PSC dieron a sus parlamentarios libertad de voto. Curiosamente, en el caso del aborto, los diputados del PSC no han tenido libertad de voto y han tenido que seguir la disciplina de partido, como si la vida de un toro fuera más importante que la de un no nacido.

Si la iniciativa legislativa popular sale adelante y es finalmente aprobada, las corridas de toros quedarán terminantemente prohibidas en el territorio de la comunidad autónoma catalana. Los organizadores de festejos taurinos en zonas limítrofes a Cataluña, a buen seguro, conociendo el gran arraigo de los toros allí, se forrarán. Unos beneficios de la fiesta que, por supuesto, no revertirán en Cataluña pero, para el nacionalismo, ¿qué es eso, al lado de la "construcción nacional"?

1 comentario:

  1. De acuerdo con todo. Tratan de decir que la lucha contra el toreo no tiene nada que ver con el nacionalismo catalán, pero es como cuando los árboles no te dejan ver el bosque...

    Pero es uno más de los mil ejemplos... piden una selección catalana independiente, pero no dicen nada de una liga independiente catalana.

    Y así mil ejemplos.

    http://elblogdelpaseante.blogspot.com/

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